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29 ago 2017

Luca el contrabandista (Luca il contrabbandiere)


Lucio Fulci es conocido principalmente en la actualidad por sus películas de terror, llenas de decadentes zombis y gore. Pero, antes de ser encasillado como director de cine de terror, Fulci cultivó todos los géneros posibles. Un gran ejemplo de ello es Luca el contrabandista (Luca il contrabbandiere, 1980), una cinta mafiosa que tiñe Nápoles de rojo sangre debido a una guerra de bandas, llena de traiciones y tiroteos.

Según cuenta la película (desconozco si era realmente así), la economía de Nápoles se sostenía con el contrabando de tabaco. Uno de los mejores contrabandistas es Luca Di Angelo (Fabio Testi). Cuando una reciente operación de contrabando sale mal, Luca sospecha que alguien les ha traicionado. Entonces, su hermano Mickey (Enrico Maisto) es asesinado y Luca se lanza en una misión de venganza en la que se convertirá en el objetivo de  François Jacois (Marcel Bozzuffi), alias El Marsellés, un peligroso narcotraficante.

Es posible que recordéis una escena en El padrino (The Godfather, Francis Ford Coppola, 1972), en la que don Corleone (Marlon Brando), rechaza mezclarse con traficantes de drogas, argumentando que el licor y el juego son vicios comunes entre los hombres, lo que hace que la policía sea más permisiva, algo que no sucedería si de repente se metieran en negocios de drogas. Igual sucede en esta película, en la que los contrabandistas de tabaco son héroes que sostienen la economía del lugar, enfrentados con aquellos que pretenden introducir heroína y cocaína en el país. Una situación que podría tener una lectura socioeconómica: los contrabandistas son italianos de pura cepa que siguen el negocio familiar, mientras los traficantes son extranjeros que pretenden quitarles el trabajo y contaminar su país.

Una lectura que dudo mucho estuviera en las mentes de los cineastas que simplemente querían hacer una película de acción con Fabio Testi como hombre duro. Y si bien hay bastante acción mientras cuenta su historia de guerra de traficantes, este film es recordado principalmente por la ultraviolencia que Fulci lanza sobre el espectador. Escenas brutales, como una en la que le queman la cara a una mujer con un soplete o los sangrientos tiroteos, se quedan grabadas en la retina del espectador y son las que realmente hacen destacar esta película comparada con otras del género.

Fulci no abandonó la sangre y el gore aunque cambiara de género. Además de resultar impactante, también le dan un aire de realismo, al ser tan pasadas de vueltas se acercan bastante a lo que eran este tipo de guerras en la realidad. En definitiva, un Fulci diferente, aunque no tanto, que interesará a los aficionados al cine mafioso, además de a los fans del maestro italiano.


23 mar 2017

La conquista de la tierra perdida (Conquest)


Lucio Fulci dirige la delirante La conquista de la tierra perdida (Conquest, 1983), una película de espada y brujería que no se parece a ninguna otra película de espada y brujería.

Ilias (Andrea Occhipinti) sale de su hogar (¿en otra dimensión? ¿en el hogar de los dioses? No se especifica y con esta película cualquier cosa es posible) para viajar por la tierra y correr aventuras. El mundo se encuentra bajo el dominio de la malvada Ocron (Sabrina Sellers) y su ejército de hombres bestia. Ocron descubre que Ilias viaja con una poderosa arma: un arco, así que manda a sus hombres conseguirla. Pero fallan, ya que Ilias ha trabado amistad con Mace (Jorge Rivero), un vagabundo luchador amigo de los animales. Ambos se aliarán para acabar con el reinado de Ocron.

Esta coproducción entre Italia, España y México se rodó para aprovechar el nuevo interés por el género de la fantasía, nacido a raíz del éxito de Conan, el bárbaro (Conan the Barbarian, John Milius, 1982). El film muestra influencias del clásico de John Milius y también de El señor de las bestias (The Beastmaster, Don Coscarelli, 1982). Sin embargo, los guionistas parece que obtuvieron sus principales referentes e influencias de revistas de cómics como Heavy Metal y Cimoc, ya que su demencial narrativa y las imágenes que pueblan la película parecen pertenecer más a la fantasía de estilo europeo que la de estilo americano.

Fulci parece que estaba bastante excitado por la posibilidad de rodar un film de fantasía que le diese un descanso de las películas de terror en las que se había encontrado encasillado. Pero el gore y la violencia que caracterizaban sus películas anteriores también se encuentra aquí presente. Sin embargo, Conquest destaca por su naturaleza imprevisible. La historia que cuenta se aleja tanto de cualquier aventura del género en el modo de narrarse que uno se lleva sorpresa tras sorpresa. Así, nos encontramos escenas en la que nuestros héroes asesinan a sangre fría a un inocente viajero para robarle la comida y probar el arco y otras en la que una mujer es partida en dos por los hombres bestia.

Es puro delirio, una psicotrónica fantasía que resulta aún más ojiplática por el simple hecho de que la intención de los cineastas era hacer algo muy comercial, pero lo que les salió es algo que parece cine experimental o la alucinación de un adolescente en plena revolución hormonal. Es decir, el tipo de film fantástico que solo podía ofrecer Lucio Fulci.


30 dic 2015

Una historia perversa (Una sull'altra)

 
Antes de que Dario Argento estableciera el que iba a ser el estilo del giallo durante los 70 con El pájaro de las plumas de cristal (L'uccello dalle piume di cristallo, 1970), Lucio Fulci se estrenaba en el cine de suspense con Una historia perversa (Una sull'altra, 1969), un giallo con ecos de Alfred Hitchcock.

El doctor George Dumurrier (Jean Sorel) se encuentra con su amante Jane (Elsa Martinelli) cuando recibe la noticia de la muerte de su esposa, Susan (Marisa Mell). Su muerte no es una sorpresa, ya que llevaba mucho tiempo enferma, pero sí resulta sorprendente que se hiciera un seguro de vida por valor de un millón de dólares, con George como beneficiario, ya que su esposa lo odiaba. Poco después, George recibe otra sorpresa, ya que descubre a una mujer llamada Monica Weston (Mell) que es un doble exacto de su difunta esposa. Mientras, la policía sospecha que la muerte de Susan fue un asesinato y está convencida de que George es el asesino. ¿Es realmente George el asesino o está siendo culpado de un crimen que no ha cometido?

La ambientación en San Francisco y el uso de la doble de una mujer muerta hacen que Una historia perversa nos remita a la clásica obra maestra Vértigo. De entre los muertos (Vertigo, Alfred Hitchcock, 1958). Pero mientras el film de Hitchcock está cargado de necrófilo romanticismo, el film de Fulci es mucho más cínico y, como indica el título castellano, perverso. Fulci nos ofrece abundantes dosis de suave erotismo (para la época) que le dan un toque sórdido al film, en contraste con el estilo elegante e innovador que utiliza para contar su historia. Un estilo al que se ha de añadir diversos "planos imposibles" (algo de lo que sin duda Argento tomó nota), creando un film que une lo mejor de lo clásico y lo moderno.

Mientras que la retorcida historia que nos cuenta nos remite a las películas de suspense del pasado (relativamente reciente en el momento de estrenarse el film), la presentación nos lleva a lo que será el futuro del género durante la siguiente década. Así, aunque no se encuentran presentes ni la sangre ni los excesos que harían famoso a Fulci, este film nos muestra al director en plena forma con lo que los aficionados al maestro italiano o al giallo harían bien en no perderse esta película. Una película que con habilidad despista y engaña al espectador, manteniéndolo intrigado hasta el final, aunque obviamente no sea un final tan sorprendente para el público actual como lo fue para el de finales de los 60.


6 jul 2015

Zombi 3


Solo la exploitation italiana podía hacer una secuela legal de una ilegal. Zombi 3 (1988) es la continuación legítima de Zombi 2 (1979), la falsa secuela de Zombi, el montaje europeo que Dario Argento hizo del Dawn of the Dead (1978) de George A. Romero, que en España se conoció como Nueva York bajo el terror de los zombis.

El film lo empezó a dirigir Lucio Fulci en Las Filipinas. Pero disgustado por el trato que recibía de los productores y descontento con un guion que consideraba muy malo, abandonó el rodaje y se volvió a Italia. Al menos, esa es una versión. La otra, confirmada por algunos actores, es que Fulci estaba muy enfermo durante el rodaje y no pudo completar el film en Filipinas, así que el guionista Claudio Fragasso y Bruno Mattei la terminaron, rodando escenas del principio y el final para poder tener un film completo. Las escenas con los científicos y militares serían las rodadas por Fragasso y Mattei, las escenas con los actores principales fueron rodadas por Fulci.

Por desgracia para Lucio Fulci, su nombre es el único que aparece en los créditos de la película, debido a su tirón comercial, y al único que durante años se hizo responsable de esta "película". Y aunque Fulci dirigió algunos truños, cuando sus problemas de salud se agravaron, no es el único responsable del resultado final de Zombi 3.

Ahora, aunque esta sea una mala película es una buena mala película. Es imposible verla y no partirte de risa ante las sublimemente ridículas escenas. El film arranca con un terrorista que se infecta con un raro producto y acaba convertido en zombi, infectando a todos los que se encuentra en su camino. A partir de aquí se desata la locura que solo directores del calibre de Mattei y Fragasso son capaces de crear. En especial me hacen gracia los movimientos nerviosos y espásticos de los zombi, interpretados por extras filipinos. También me hace gracia como muchos personajes mueren gritando sin que los oigan, aunque el resto del reparto se encuentre en una habitación al lado. El momento más ridículamente estúpido y carcajeante es la muerte de un soldado via cabeza zombi voladora (se ve en el tráiler).

Zombi 3 aparecerá en un par de meses en Blu-ray, editada por 88 Films, y os aseguro que yo me haré con una copia. Es demasiado divertida, loca y desenfrenada como para ignorarla. Si queréis pasar un buen rato viendo una película basura de las buenas, esta es una gran elección. Fue seguida de una retahíla de falsas secuelas.


1 jun 2015

Manhattan Baby

 
Lucio Fulci fue un director que dio muchas alegrías al aficionado al cine fantástico y al giallo, por eso su decadencia a partir de los 80 resulta doblemente triste. Atrapado en productos por los que no sentía ningún interés, los productores no hacían más que ofrecerle más de lo mismo, acentuando aún más la pérdida de calidad de sus películas. Manhattan Baby (1982) es la película que marca el inicio de la decadencia de Fulci.

El profesor George Hacker (Christopher Connelly) se encuentra en Egipto explorando tumbas cuando hace un extraño descubrimiento que, momentáneamente, le cuesta la vista. Al mismo tiempo, su hija Susie (Brigitta Boccoli) recibe un extraño amuleto de manos de una no menos extraña anciana. De vuelta a Nueva York, fenómenos inexplicables empiezan a tener lugar alrededor de la familia Hacker. Para combatirlos recibirán la ayuda del experto Adrian Marcato (Cosimo Cinieri, usando el nombre Laurence Welles).

La banda sonora de esta película resultará muy familiar al aficionado, ya que es exactamente la misma que Fabio Frizzi compuso para El Más Allá (...E tu vivrai nel terrore! L'aldilà aka The Beyond, 1981) de Fulci, lo cual ya indica que en Manhattan Baby no encontraremos nada nuevo. Si en sus anteriores películas la falta de consistencia narrativa era una ventaja, ya que al mezclarlo con potentes imágenes oníricas y pesadillescas le daba al conjunto un aire surrealista, aquí es un inconveniente debido a que las imágenes que nos ofrece en ocasiones parecen recicladas de sus anteriores películas y en otras simplemente no resultan interesantes o innovadoras, siendo el resultado un film aburrido y sin interés. Si bien el uso del nombre Adrian Marcato resulta un guiño simpático a La semilla del diablo (Rosemary's Baby, Roman Polanski, 1968), es lo único simpático de una película que toma prestados elementos de El exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973), Poltergeist (Fenómenos extraños) (Poltergeist, Tobe Hooper, 1982) y La profecía (The Omen, Richard Donner, 1976).

Es realmente triste ver a uno de los grandes directores del género caer rápidamente en lo mediocre y aburrido. Pero este film nos puede servir para marcar claramente lo que se ha de ver de Fulci: lo anterior a Manhattan Baby es fantástico; de Manhattan Baby en adelante, con alguna excepción, prescindible.


1 oct 2014

Danza mortal (Murderock - Uccide a passo di danza)

 
Danza mortal (Murderock - Uccide a passo di danza, 1984) es también conocida como Murder Rock: Dancing Death y, mi favorito, Slashdance. Es hortera y ridícula, pero saber que lo dirigió Lucio Fulci le resta algo de diversión.

En una academia de danza se está realizando un casting para ver quién será la protagonista de un espectáculo que puede catapultar a la escogida a la fama. Muy pronto las candidatas empiezan a ser asesinadas una a una. ¿Quién es el misterioso asesino? ¿Y le importará a alguien para cuando la película acabe?

Este film fue rodado cuando empezaba la decadencia de Fulci. Encasillado en un género que no le entusiasmaba demasiado, perseguido por diversos problemas de salud, obligado a rodar películas de ínfimo presupuesto y menos calidad para sobrevivir, varias veces abandona rodajes que acaban otros aunque él es culpado de los malos resultados al constar todavía su nombre en los créditos (sucedió en La conquista de la tierra perdida [Conquest, 1983] y Zombi 3 [1988])... No, los 80 no fueron muy amables con Fulci.

Como Fulci es un director que admiro por sus anteriores filmes, me cuesta encontrarle el punto divertido a esta película, me da más pena que otra cosa. Pero os lo ofrezco como fuente de diversión a vosotros, ya que ofrece muchos motivos de carcajada al espectador. Para empezar, la película mezcla las películas tipo Fama (Fame, Alan Parker, 1980) y, en especial, Flashdance (Adrian Lyne, 1983), por entonces muy de moda, con el slasher, también de moda en Estados Unidos. El film ofrece cutres coreografías acompañados de horrible pop ochentero (cortesía de un decepcionante Keith Emerson), entre los nada llamativos asesinatos ideados para que haya unos cuantos desnudos gratuitos.

Las interpretaciones son bastante planas, en consonancia con el predecible guion, pero se ven beneficiadas de unos increíblemente ridículos diálogos en la versión inglesa. Es la razón para ver esta película en versión original: los diálogos en inglés son terribles y fuente de varias carcajadas. El doblaje hace que el film sea simplemente malo.

Si podéis ignorar el hecho de que este film ejemplifica la decadencia de un director que ofreció grandes títulos a los aficionados, puede que paséis una hora y media divertida riéndoos de esta horterada de tomo y lomo.


20 ene 2014

Granja maldita (The Curse)


Empezamos la semana con un ejercicio de humillación pública. Porque aquí es posible que encontréis la única crítica más o menos positiva que ha recibido o recibirá jamás Granja maldita (The Curse, David Keith, 1987).

Una noche, un extraño meteorito cae en la granja de la familia Hayes. Zack Hayes (Will Wheaton) observa como el supuesto meteorito se deshace formando una extraña sustancia que se infiltra en la tierra. Muy pronto, la cosecha de la granja empieza a tener un extraño y deforme aspecto y los animales empiezan a actuar de forma extraña y sufrir mutaciones. Pero los cambios no se detienen ahí, ya que los miembros de la familia también empezarán a mutar y experimentar extraños cambios.

Este film adapta el relato de H. P. Lovecraft El color del espacio exterior (Narrativa completa vol. II, editorial Valdemar) de forma ligeramente más fiel que El monstruo del terror (Die, Monster, Die!, Daniel Haller, 1965). Con eso quiero decir que el guionista David Chaskin (guionista también de la fantástica Lecturas diabólicas [I, Madman, Tibor Takacs, 1989] y de Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy [A Nightmare on Elm Street Part 2: Freddy's Revenge, Jack Sholder, 1985]) coge la premisa básica del relato (la familia afectada por un misterioso meteorito), así como algunos detalles del argumento e ignora el resto. Se ha de señalar que el relato de Lovecraft fue en su momento innovador y seminal en su mezcla de ciencia ficción y terror (fue publicado por primera vez en una revista dedicada a los relatos de ciencia ficción), pero desde que Lovecraft publicó su historia hasta el momento del estreno de Granja maldita, la idea ha sido tan imitada y tratada que que se ha convertido en tópica, dependiendo entonces exclusivamente en la habilidad de los narradores (ya sean literarios o cinematográficos) en que el resultado final resulte interesante.

Producida por Ovidio G. Assonitis, productor también de "clásicos" como Piraña II: Los vampiros del mar (Piranha Part Two: The Spawning, James Cameron, Ovidio G. Assonitis, 1981) o Poder maléfico (Chi sei?, Ovidio G. Assonitis, Robert Barrett, 1974), Granja maldita no es que sea precisamente un ejemplo de como coger una historia conocida y darle un nuevo enfoque. Es bastante predecible, pero ahí radica, para mí, parte de la diversión: sé lo que pasará y quiero ver cómo pasa. Además, la película tiene un aspecto grumoso-decadente que le añade cierto encanto cutre. Los efectos especiales de maquillaje, dedicados a las mutaciones y alteraciones corporales, están bastante logrados, aunque no son nada del otro mundo.

La película fue dirigida por el actor David Keith, que como actor no está mal pero como director no es que sea muy imaginativo. Lucio Fulci fue director de la segunda unidad, lo que explicaría los cambios visuales bastante notorios que hay a lo largo de la película, en lo que se refiere a planos y organización de escenas, particularmente en aquellos momentos relacionados con efectos especiales y momentos terroríficos.

Para qué nos vamos a engañar, Granja maldita no es que sea una buena película, pero me parece entretenida y divertida. Recuerdo que la vi en vídeo cuando era un chaval y en aquel entonces me impactó mucho, pero vista hoy día simplemente me parece entrañable. Sin embargo, no debo ser el único al que le gusta o le hace gracia ya que se estrenaron dos falsas secuelas de esta película. Es decir, películas que no tienen absolutamente nada que ver con esta película y que tampoco tienen ninguna relación entre sí, sino que querían pasar como secuelas para aprovechar el éxito videográfico de Granja maldita. Estas falsas secuelas son Curse II: The Bite (Frederico Prosperi, 1989), que cuenta la historia de un hombre que se transforma en serpiente mutante tras ser mordido por una serpiente experimental -básicamente es la típica tío que se transforma en monstruo-; y Curse III: Blood Sacrifice aka Panga aka Blood Sacrifice (Sean Barton, 1991), que no he visto. Por si os pica la curiosidad, la edición en DVD americana de Granja maldita va acompañada de Curse II.

Este no es un film que recomiende a todo el mundo, pero si os gustan esas películas que podíais encontrar en el rincón más polvoriento y oscuro del videoclub, puede que os haga gracia Granja maldita.


15 feb 2013

Angustia de silencio (Non si sevizia un paperino)


Feminismo, crítica y denuncia social son elementos que normalmente no se asociarían con un film de Lucio Fulci pero que forman parte de Angustia de silencio (Non si sevizia un paperino, 1972), fantástico film de suspense dirigido por este maestro del horror.

Como muchos otros, descubrí la obra de Fulci con Nueva York bajo el terror de los zombis (Zombi 2, 1979). Y tras este vendrían otros filmes de terror sangrientos e impactantes que daban la imagen de un director especializado en este tipo de cine, pero nada más lejos de la realidad. Si bien el éxito de Zombi 2 y de sus siguientes (y geniales) películas inspiradas por los trabajos de H. P. Lovecraft provocó que Fulci acabara encasillado como director de películas de terror, resultando en la progresiva decadencia de su trabajo, lo cierto es que Fulci en sus inicios era un director todoterreno, trabajó desde la comedia al western y el drama, destacando de este periodo una serie de efectivos gialli rodados a principios de los 70.

Ya en 1969, Fulci dirigió Una historia perversa (Una sull'altra), film de suspense clásico. Y digo "suspense" en lugar de "giallo", porque aunque en Italia se llama "giallo" a cualquier film de suspense o misterio, cuando se menciona la palabra "giallo" fuera de sus fronteras se tiene una idea muy específica de que tipo de película se trata: asesino misterioso que con sus manos enguantadas despacha de la forma más brutal y sangrienta posible a un diverso número de víctimas, ambientes chic y urbanos, una narrativa tremendamente estilizada. Algo que no encontramos en Una historia perversa, pero sí en su siguiente film Una lagartija con piel de mujer (Una lucertola con la pelle di donna, 1971) y en el aquí comentado Siete notas en negro (Sette note in nero, 1977), rodado justo antes de su periodo como cineasta de filmes de terror.

Angustia de silencio fue estrenada por Fulci en plena fiebre giallo post-Argento. Sin embargo, este film destaca precisamente por la manera en que se aparta del estilo que hizo popular Dario Argento (por eso lo llamo film de suspense y no giallo, aunque en Italia sí se llame así). Lo primero que llama la atención es su ambientación rural, que Fulci utiliza para criticar la ignorancia y la superstición que se nutren de la mentalidad cerrada pueblerina (aunque es un aspecto que, habiendo vivido toda la vida en una ciudad, no sé hasta que punto es correcto). Esta ambientación sirve también otros dos propósitos: criticar la forma despreciativa en que el norte más rico y urbano trata el sur pobre y rural; proporcionar una atmósfera claustrofóbica y asfixiante al film, como sucedía en el gran film de terror The House with Laughing Windows (La casa dalle finestre che ridono, Pupi Avati, 1976).

Otro elemento definitivo separa este film del resto de películas de suspense/giallo de la época: las víctimas del misterioso asesino son niños. Estos crímenes son tratados de forma realista y contundente, lo que los hace más terribles que los estilizados y sangrientos crímenes habituales en el género. Pero también quiero aclarar que, aunque los crímenes, la ambientación y la historia estén ancladas en el realismo, en el film también nos encontramos una estilización muy fulciana. Es decir, este film también es un placer para los ojos.

Los protagonistas del film son el reportero Andrea Martelli (Tomas Milian) y Patrizia (Barbara Bouchet), una joven urbanita que debido a su estilo de vida y alimentar las chafarderías del pueblo será sospechosa de los asesinatos. Ambos intentan encontrar al culpable, mientras el pueblo, atemorizado por los crímenes y rabioso por el tiempo que tarda en encontrar al asesino la policía, lleva a cabo su propia justicia alimentada por la superstición y la ignorancia. La tercera en discordia es la policía, llegados de la ciudad un fiscal y un jefe de policía algo perplejos ante la situación, son guiados por la idiosincrasia de la zona por el representante local de la policía.

Milian interpreta un personaje bastante típico de este tipo de películas, un periodista más eficaz que la policía en su investigación. A pesar de ello, Milian lo interpreta de forma bastante efectiva alejándose del tópico protagonista. Barbara Bouchet, por otro lado, está realmente bárbara (perdón, pero siento debilidad por las pelirrojas) como una hija de la alta sociedad que se refugia en el pueblo huyendo de un escándalo. Su personaje es bastante liberal sexualmente, lo que la hace destacar enormemente en el pueblo y ser objeto de diversos comentarios, pero es tratada siempre con simpatía por los cineastas, lo cual también me reafirma en lo que comenté hace un tiempo sobre otro film de Fulci: El descuartizador de Nueva York (Lo squartatore di New York, 1982). Más a favor de esto está la parte relacionada con uno de los personajes/sospechosos de la película, la bruja del pueblo que interpreta Florinda Bolkan.

Sin entrar en detalles para no estropearle la película a quién no la haya visto, la conclusión de su historia representa una perfecta alegoría sobre como la clase alta mira y trata la clase baja. Un momento estremecedor del film que no tiene nada que ver con tripas y sangre.

El film en un principio fue recibido favorablemente en taquilla, pero pronto fue puesto en una lista negra y retirado de la circulación. Los hay que sospechan que fue resultado de las críticas que se hace en el film a la Iglesia Católica y en la forma en que controla (o intenta controlar) a los creyentes, así como se sugiere y denuncia el abuso de menores. Fulci sospecha que fue porque el film que había estrenado justo antes, la comedia A su excelencia le gustan las mujeres (All'onorevole piacciono le donne (Nonostante le apparenze... e purché la nazione non lo sappia), 1972), fue interpretado por un importante político italiano como un ataque hacia su persona. En todo caso, Angustia de silencio con el tiempo se ha ganado el respeto y reconocimiento que se merece tanto por su calidad como film de suspense como por los temas que toca. El propio Fulci declaró que de todas las películas que había dirigido, esta era su favorita.

Tanto por su trama de intriga y misterio, por su lugar en la filmografía de un director clásico y por su mensaje y subtexto, Angustia de silencio es un film muy recomendable, incluso para aquellos que no sean seguidores del director.

9 mar 2012

Aquella casa al lado del cementerio (Quella villa accanto al cimitero)


Hace nada comenté con Roy D. Mustang el clásico de Lucio Fulci El más allá (...E tu vivrai nel terrore! L'aldilà, 1981) en la entrada que le dediqué aquí. Fue entonces, para mi sorpresa, que descubrí que no había comentado Aquella casa al lado del cementerio (Quella villa accanto al cimitero, 1981). Estaba convencido de que sí lo había hecho, porque siempre me ha parecido que Miedo en la ciudad de los muertos vivientes (Paura nella città dei morti viventi, 1980), El más allá y Aquella casa al lado del cementerio forman una especie de trilogía y ya que había comentado las dos primeras estaba seguro de haberlo hecho con la tercera (eso sin contar que El más allá y Aquella casa... venían juntas en un pack en DVD que editó Anchor Bay hace bastantes años). Incluso cuando recibí la edición en Blu-ray de Aquella casa... editada por la buena gente de Blue Underground no la comenté porque pensaba que ya lo había hecho.

Y ahora descubro que no. De hecho, estuve un rato mirando por los archivos del blog y asegurarme porque de verdad que pensaba que la había comentado. Pero no. En fin, aquí está mi comentario sobre Aquella casa al lado del cementerio.

Tal vez debería empezar explicando por qué considero que estas tres películas forman una trilogía, ya que no es algo que sea oficial, Lucio Fulci no dijo nunca "esta es mi trilogía de terror cósmico y zombis". Desde mi punto de vista estas tres películas comparten varias cosas que las unen de una manera especial que hacen que tengan más cosas en común entre sí que otras películas de Fulci, además de que las tres cuenten con la presencia de Catriona MacColl ("Katherine" en los pósteres italianos ya que -ona es un sufijo aumentativo en italiano) como una de las protagonistas y que en las tres colaborara como guionista Dardano Sacchetti.

Las tres comparten una atmósfera onírica y pesadillesca. Tratan el terror sobrenatural con influencias lovecraftianas y le añaden zombis al estilo Fulci, pero éstos no son el centro de la trama. Las tres tienen argumentos relativamente simples sobre los que se construyen elaboradas secuencias terroríficas, como una canción de Led Zeppelin que al partir de una sencilla base de blues les permite construir épicas musicales al ir añadiendo detalles. En resumen, que cuando las veo tengo la sensación de que transcurren en el mismo universo, lo que se hace más evidente cuando se ven las tres seguidas (algo que recomiendo y al mismo tiempo no recomiendo si no es que queréis acabar como yo de mal).

Os he de confesar que, cuando originalmente comenté las dos primeras, hablé de cómo no tienen sentido y son algo ilógicas. Lo cierto es que desde entonces a ahora he cambiado de opinión, no sé si a fuerza de ver las tres muchas (o demasiadas) veces, y ahora sí que les encuentro cierto sentido, cierta lógica en el argumento y lo que sucede. En fin, para mí ya es demasiado tarde, vosotros aún os podéis salvar.

Aquella casa... es la menos popular de las tres, posiblemente porque es la más "sobria". Empieza como una historia de casa encantada, un poco al estilo de El resplandor (The Shining, Stanley Kubrick, 1980), pero que se mezcla con algo que parece sacado de El caso de Charles Dexter Ward. A esta ya de por sí extraña historia se le van añadiendo más extraños detalles. Por ejemplo, hay varias insinuaciones de que el doctor Norman Boyle (Paolo Malco), el nuevo residente junto a su familia de aquella casa al lado del cementerio (que estoy casi seguro de que no la anuncian así en la inmobiliaria pero sería interesante que lo hicieran), ha estado ya antes de visita en la ciudad aunque él no lo recuerda.

El film se centra en los miedos infantiles en la trama argumental más "resplandoriana", así como los motivos de terror son clásicos y universales como los sótanos oscuros y la aparición de extrañas presencias. También los elementos más oníricos y fantasiosos se centran en la parte infantil de la película, cuyo protagonista es el hijo del doctor Boyle, Bob, interpretado por el niño actor Giovanni Frezza al cual siempre confundo con el otro niño que aparece en Miedo...

La trama adulta del film se centra en las investigaciones que lleva a cabo el doctor Boyle, el cual se dedica a continuar el trabajo del profesor Peterson, tras el suicidio de éste mientras, a su vez, investigaba los trabajos del doctor Freudstein (Giovanni De Nava). Será el trabajo del doctor Freudstein el responsable de los brutales y sangrientos asesinatos que nos ofrece Fulci en su habitual sádico estilo. Por cierto, siempre pensé que "Freudstein" era un nombre inventado por los guionistas mezclando Freud y Frankenstein, pero, según cuentan en una de las entrevistas incluída en el Blu-ray, resulta que no, que era un nombre real.

Aquella casa... es Fulci en plena forma, lo cual significa que es posible que haya mucha gente a la cual esta película no les guste debido a la forma algo peculiar con la que Fulci traduce en imágenes el guion. Como os podéis imaginar no es mi caso, y disfruto bastante con todo el delirio y la sangre con la que el maestro italiano llena la pantalla. Una última curiosidad, estas películas fueron rodadas sin sonido directo, pensadas para ser dobladas en el mercado internacional. En este tipo de situaciones opto normalmente por la versión en la que los actores principales se doblan a sí mismos (siendo la excepción Rojo oscuro (Profondo rosso, Dario Argento, 1975) ya que la única versión completa es la italiana: el encargado de hacer los doblajes pensó que era demasiado larga y la cortó a su gusto), pero me gusta alternar entre diferentes pistas para ver que cambios hay. La edición en Blu-ray de Blue Underground permite alternar entre la pista italiana y la inglesa, comprobando que hay varias diferencias entre ambas. La principal es que a la inglesa se le han añadido más diálogos, explicativos sobre todo, y en ese sentido la pista italiana es mejor.

4 nov 2011

Realmente no se puede decir que Nueva York esté bajo el terror de los zombis


La primera vez que vi Nueva York bajo el terror de los zombis (Zombi 2, Lucio Fulci, 1979) me llevé una gran decepción. Yo tenía unos 12 años y alquilé la película en el videoclub esperando ver una gran ciudad dominada por los zombis y en cambio toda la acción pasaba en una isla perdida. Se puede decir que mi primer encuentro con la secuela (o precuela, más bien) falsa que dirigiera el maestro Fulci a calor del éxito del clásico de George A. Romero no fue muy bien.

Pero los años inevitablemente pasaron y a medida que pasaba el tiempo fui adquiriendo mayores conocimientos sobre el cine, sobre el género terrorífico y sobre todo en general menos las mujeres. De modo que cuando Blue Underground sacó su ahora lejana primera edición en DVD, por el 2004 más o menos, decidí darle una segunda oportunidad a la película de Fulci. Al fin y al cabo, desde que vi por primera vez Zombi 2 hasta que salió en DVD me había convertido en un fan de Fulci. Por cierto, Blue Underground acaba de editar una lujosa edición en Blu-ray de 2 discos con el título americano del film: Zombie, de zona libre, unrated y con la película subtitulada en castellano.

Sabiendo, o recordando vagamente, lo que me iba a encontrar pude disfrutar mucho más la cinta. Lo primero de lo que me di cuenta es que, aunque se supone que lo que querían los productores era una copia del clásico de Romero, Fulci rápidamente dirige la historia hacia su terreno. La combinación de antiguas maldiciones vudú con la ciencia resultaba bastante original en su momento, y el argumento incluye algunos elementos propios que hacen que sea algo más que el rutinario "personas atrapadas y rodeadas de zombis" actual.

De hecho, comparándola con las películas de zombis más actuales, hay varios detalles que me gustan de los filmes de Fulci, y también en varias cintas zombi de las que se hicieron por entonces, que parecen haber desaparecido de las películas zombi actuales. El principal es una escena en la que veamos a los muertos salir de sus tumbas, un momento que bien hecho resulta inquietante y fantástico resultando en uno de los puntos álgidos de una buena peli de zombis. Otro detalle que echo de menos es que entonces los zombis, no sólo los de Fulci, tenían un aspecto viejo, podrido y en ocasiones supurante que indicaba que habían pasado tiempo enterrados antes de levantarse para devorar humanos.

Centrándome en el filme de Fulci, destaca el ritmo rápido que le imprime al desarrollo de la acción. La película sólo se para cuando nos quieren mostrar la horrible muerte de alguno de los protagonistas. Los efectos especiales están bastante conseguidos, teniendo en cuenta la época y los medios, destacando el maquillaje de los muertos vivientes, haciéndolos diferentes entre sí.

Así, aunque no dudo que, hasta cierto punto, el momento en que los protagonistas se enfrentan a los zombis que han vuelto a la vida en una recóndita isla del Caribe está influenciado por la película de Romero, la película no es un plagio y es puro Fulci de principio a fin.

Hay otro detalle que tuve en cuenta a la hora de volver a ver la película, que me gustaría comentar pero sin ánimo de entrar en polémicas. Como sabéis, para mí (repito: para mí) la única manera válida de juzgar y valorar una película es viéndola en versión original. Sin embargo, las películas italianas exploitation de este periodo se rodaban sin sonido directo, ya que se hacían pensadas para ser dobladas y se contrataban actores de diferentes países. Esto se hacía así porque las películas se rodaban muchas veces en régimen de coproducción con otros países y porque estaban pensadas para la importación. Ello dio origen a situaciones curiosas como, por ejemplo, que cuando Clint Eastwood se puso a doblar su personaje en la primera película que hizo con Sergio Leone Por un puñado de dólares (Per un pugno di dollari, 1964), lo hizo imitando la voz ligeramente rasposa y grave que había oído usar al actor que doblaba el papel de Eastwood al italiano. Otro cambio, este bastante indeseable, se produjo cuando se dobló el clásico Rojo oscuro (Profondo rosso, 1975) de Dario Argento: el encargado de organizar el doblaje de las versiones internacionales juzgó que la película era demasiado larga y la cortó; de ahí que la versión original italiana dura unos 126 minutos y el resto de versiones (incluida la española) 100 minutos (algo que descubrí con no poca sorpresa cuando compré la primera edición que sacó Anchor Bay en DVD).

Comparando los distintos doblajes de estas películas me di cuenta de que las versiónes en inglés son muy correctas, controladas y algo frías, las versiones españolas suenan anticuadas principalmente por unos diálogos muy rígidos y planos; y las versiones italianas son las que suenan más apasionadas y naturales. En estos casos especiales escojo para ver la película el doblaje en la que los actores principales se doblan a sí mismos. Sin embargo, los cuatro actores principales de la película de Fulci no es que sean muy buenos: Tisa Farrow no es mejor que su hermana Mia, el británico Ian McCulloch no resulta muy convincente como periodista americano, Al Cliver es más bien soso y Richard Johnson como el doctor Menard es algo exagerado. De ahí que, aunque los actores principales hablan inglés, prefiera para ver la película de Fulci el doblaje italiano, mucho más animado y convincente.

Resumiendo, Zombi 2 es un clásico de culto que, aunque surgió inicialmente como copia de otra película, resulta más original y entretenido que muchas películas "originales" actuales. Podéis comparar las versiones italiana e inglesa viendo estos avances cinematográficos.



26 oct 2011

Siete notas en negro (Sette note in nero)


El maestro Lucio Fulci dirigió el interesante giallo Siete notas en negro (Sette note in nero, 1977) como resultado de una discusión con Dardano Sacchetti sobre si el destino era inevitable o no, según comenta el famoso guionista en una entrevista incluida en la edición americana en DVD de esta película. Así, junto a Roberto Gianviti, escribieron una historia donde ambas perspectivas parecen enfrentarse hasta llegar a una especie de punto medio.

Siete notas en negro cuenta la historia de Virginia (Jennifer O'Neill), la cual de niña tuvo una visión en la que veía como su madre se suicidaba en Londres mientras ella estaba en Florencia. Pero tras casarse con Francesco Ducci (Gianni Garko), las visiones parecen desaparecer. Esto es, hasta que al cabo de seis meses tiene otra visión en la que ve a una mujer asesinada. Con la ayuda del psicólogo Luca Fattori (Marc Porel), intentará desentrañar el misterio que se oculta tras esta visión.

Aquellas personas que sólo conozcan a Fulci por sus películas de los 80 puede que se sorprendan ante la elegancia y sutileza de este giallo. Bastante contenido en el terreno visual, aunque en el prólogo nos muestra la caída de la madre destrozándose la cara en las rocas de manera que parece anunciar el estilo de la próxima década, el principal impacto de la película es la historia misma, que se va desentrañando de manera que el misterio mantenga al espectador atento en todo momento.

Póster con el que la película fue promocionada en Estados Unidos, con el menos interesante título de The Psychic. Podréis notar que he eliminado el tag line promocional: lo he hecho porque era un tremendo spoiler que arruinaría la película a aquellos y aquellas que no la hubieran visto.

Con el soporte de una fantástica banda sonora, el guion de Fulci, Sacchetti y Gianvitti va proporcionando pequeñas piezas que ayudan a montar el enigmático puzle que es la película. Pero al contrario que otros gialli, lo hace de manera que en algunos momentos el espectador está por delante de la protagonista e intuye por donde van los tiros antes que ella, en lugar de permanecer hermético y misterioso hasta el final. Es otra manera de jugar con el suspense que en este caso resulta efectiva, a pesar de que el argumento ha sido imitado en bastantes ocasiones desde entonces.

Es una de las películas de Fulci más infravaloradas por el fandom. Tal vez la ausencia del gore y la violencia que caracterizaron su obra posterior sea la razón. Para mí es una muestra de la amplitud de estilo y habilidad que tenía Fulci, el cual quedó encasillado por los productores tras el éxito de su epopeya zombi. Y es una lástima, porque ha juzgar por éste y otros títulos, se merecía algo mejor que ser relegado a producciones de terror infectas hechas directamente para vídeo como lo fue a mediados de los 80.

Este es un Fulci apto para todos los públicos, especialmente para los amantes del suspense y el giallo. Como sólo he encontrado el tráiler americano, bastante malo y spoilerarizador, os dejo con la banda sonora de la película.

3 mar 2011

Ojos muertos que te observan



El museo de cera y la mística de sus figuras han sido temas habituales en el cine de terror. Ya sea como localización o tema central, las hieráticas figuras de cera han protagonizado diversas películas y relatos en las cuales ocultaban terribles secretos o volvían a la vida para atormentar a pobres e inocentes víctimas. Y no es de extrañar, ya que hay pocas cosas que resultan tan inquietantes como un museo de cera, lleno de figuras que parece que te siguen con la mirada.

Desde series como La dimensión desconocida (The Twilight Zone) y películas fantásticas como Waxwork: Museo de cera (Waxwork, Anthony Hickox, 1988) hasta antologías como La mansión de los crímenes (The House That Dripped Blood, Peter Duffell, 1971), hay muchas historias ambientadas en museos de cera o con figuras de cera para escoger, sin embargo me voy a centrar en una historia en particular que ha sido llevada cuatro veces al cine.

Los crímenes del museo (Mystery of the Wax Museum, Michael Curtiz, 1933): El director de Casablanca (1942) fue el primero en relatar la historia de un escultor de figuras de cera, Ivan Igor (Lionel Atwill), que tras sobrevivir un intento de asesinato se venga matando gente y usándola como base para sus figuras de cera. La reportera Charlotte Duncan (Fay Wray) será la encargada de investigar que sucede en el museo de cera de Ivan Igor.

Esta humilde producción de serie B se convirtió en un éxito. La película fue producida antes de la implantación de la censura en el cine americano, así que están presentes diversos elementos que luego serían desterrados de la pantalla durante un largo tiempo. La película no da miedo ni resulta particularmente inquietante actualmente, pero sí que es bastante entretenida gracias a los diálogos rápidos y los chistes incorrectos actualmente, ya que entonces no lo eran, como los comentarios que hacen dos encargados de la morgue sobre el cadáver de una mujer asesinada por su marido "porque no se callaba". También destacan los elementos de puro pulp presentes en la historia y la intrincada trama de intriga. La película fue filmada en un sistema llamado bi-color, que era uno de los primeros intentos de hacer cine en color. Debido al extraño aspecto que tenían las películas en ese formato fue abandonado rápidamente. Algunas escenas y motivos presentes en esta versión se mantendrían en futuras interpretaciones.

Los crímenes del museo de cera (House of Wax, André De Toth, 1953): Filmada en 3-D y con sonido estereofónico, la película se estrenó con los últimos avances tecnológicos que se habían dado en el cine, lo que resalta con el contenido clásico de la película. La película fue protagonizada por el gran Vincent Price como el profesor Henry Jarrod, cuyo museo de cera tiene figuras un poco demasiado reales.

La película tiene el mismo punto de partida que Los crímenes del museo, pero la trama es más sencilla y se centra en los asesinatos para crear las figuras de cera. La ambientación de principios del siglo XX le da un aire que recuerda un poco a las adaptaciones cinematográficas de Los crímenes de la Rue Morgue de Edgar Allan Poe. Sorprende que sea mucho más conservadora y correcta que la anterior realizada 20 años antes. Si en el título de 1933 había una mujer protagonista, aquí las mujeres son meras víctimas a la espera de ser rescatadas. Pero también conserva los toques pulp de la historia, y los ataques del desfigurado monstruo hacen que resulte un título entretenido para los aficionados. Fue uno de los primeros villanos memorables que interpretó el maestro Price. Y también una de las primeras apariciones de Charles Bronson.

Hay que destacar también que, aunque la película fue estrenada en 3-D, no está plagada de los gags fáciles y de personajes lanzando cosas a la pantalla que abundaban en aquel momento y que se puede disfrutar actualmente en 2-D sin que resulte molesto. La única escena parecida tiene lugar al principio, con un anunciante del museo lanzando pelotas hacia la audiencia.

En definitiva, es un título bastante simpático, del que guardo buenos recuerdos al verla cuando era pequeño en la televisión. De hecho, cuando era pequeño sí que daba miedo, pero ahora la disfruto más por su encanto inocente y el maestro Price.


La máscara de cera (M.D.C. Maschera di cera, Sergio Stivaletti, 1997): Siendo puristas, está película realmente no debería estar aquí. Sin embargo, aunque usaron como inspiración las novelas góticas de Gaston Leroux (ninguna en particular, sino la atmósfera de las mismas) del cual Dario Argento es un gran admirador, la película hace homenaje al cine gótico de terror y no faltan las referencias a Los crímenes del museo de cera, así que me he decidido a incluirla.

La película surgió como un proyecto ideado por Dario Argento como vehículo para devolver a Lucio Fulci a la actualidad y a la primera línea cinematográfica. Lucio Fulci fue un director italiano que poseía un gran ojo y era capaz de realizar películas cargadas de estilo y elegancia. Por desgracia, el gran éxito que tuvieron una serie de películas fantásticas llenas de escenas gore como la estupenda El más allá (E tu vivrai nel terrore - L'aldilà, 1981) provocaron que quedara encasillado en el género y que le fueran ofreciendo productos de cada vez peor calidad para dirigir. Así, mientras que durante toda su carrera había ido cultivando diversos géneros y mostrado una gran destreza a la hora de crear imágenes sublimes, a partir de mediados de los ochenta la carrera de Fulci entró en decadencia, filmando películas muy alejadas de su talento.

Pero a mediados de los 90, Argento le ofrece a Fulci la posibilidad de dirigir La máscara de cera. Fulci aceptó con entusiasmo el proyecto y se pusieron a trabajar ambos en el guion junto a Daniele Stroppa. Por desgracia, Fulci murió de manera inesperada poco antes de empezar a rodar. La silla del director la ocupó entonces Sergio Stivaletti, un maestro de los efectos especiales que llevaba mucho tiempo trabajando con Argento (desde Phenomena (1985) si no me equivoco). Aunque se dice que Argento codirigió la película, información que no he podido confirmar.

La película es un muy entretenido pastiche que recoge elementos de Edgar Allan Poe, Gaston Leroux, el cine gótico y el pulp, aderezado todo con unos estupendos efectos especiales sangrientos en su justa medida. Es de agradecer la abundancia de bellas actrices italianas y una ambientación a principios de siglo XX que le da un aire decadente estupendo.

La película se inicia con un asesinato llevado a cabo por una misteriosa figura del que es testigo una niña que se ha escondido evitando la muerte. Unos años más tarde, en Roma, se abre un nuevo museo de cera que se irá llenando de nuevas figuras a medida que la gente vaya desapareciendo.

Éste es el tráiler alemán
La casa de cera (House of Wax, Jaume Collet-Serra, 2005): He de admitir que esta película me gustó más de lo que pensaba que me iba a gustar a primera vista. La verdad es que la fui a ver sólo porque era un proyecto de Dark Castle Entertainment, la productora dedicada al cine de terror que iniciaron Joel Silver y Robert Zemeckis que en un principio se dedicó a hacer remakes de películas de William Castle como House on Haunted Hill (1959). Curiosamente, la película empezó como un proyecto original pero le cambiaron el título para convertirla en una especie de remake de Los crímenes del museo de cera aunque no tienen prácticamente nada en común (aparte de las figuras de cera, claro).

La película me sorprendió por su mezcla de elementos típicos del cine de terror para adolescentes con toques realmente imaginativos visualmente, surgidos de la mano de Collet-Serra que exigió libertad creativa si los productores querían que dirigiese la película. Así, mientras el primer tramo de la película resulta un inicio bastante típico, se redime en un tremendo tramo final. La ambientación también me pareció muy conseguida, creando una gran ciudad fantasma llena de figuras de cera.

Es cierto que una de las actrices protagonistas es Paris Hilton, que al parecer había sido contratada antes de que Collet-Serra se pusiese al frente y como compensación supongo que le dieron la libertad antes exigida. Supongo que el director no estaba muy contento con tenerla allí, ya que le reservó la muerte más brutal de la película. Muerte que cuando llega no puedes evitar aplaudir, ya que mientras que en Repo! The Genetic Opera (Darren Lynn Bousman, 2008) Paris Hilton ofrece una actuación aceptable, en cierta manera se interpretaba a ella misma, aquí es bastante insufrible. Supongo que será una de las excepciones en las cuales el doblaje es beneficioso.

Paris Hilton aparte, la película es bastante divertida y entretenida. Pasé un buen rato viéndola, a pesar de que la gente tuerza el gesto y me diga: "¿realmente te gustó esa película?" cuando lo afirmo. Sí, me gustó. Es una montaña rusa que sólo pretende entretenerte durante hora y media, cosa que creo consigue.

27 jul 2010

El gato negro (Black Cat (Gatto nero))



En 1981 Lucio Fulci se apartó de las animaladas gore con muertos vivientes para dirigir El gato negro (Black Cat (Gatto nero)), una curiosa película de suspense paranormal inspirada en el relato homónimo de Edgar Allan Poe.

El relato ya había sido llevado al cine anteriormente por Roger Corman en 1962 dentro del filme antológico Historias de terror (Tales of Terror) y por Albert S. Rogell en 1941 en el filme El gato negro (The Black Cat). Pero siendo justos no es hasta el díptico Los ojos del diablo (Two Evil Eyes aka Due occhi diabolici, 1990) cuando veremos una gran adaptación de este relato de Poe hecha por uno de sus mayores fans: Dario Argento. Es esta adaptación por la que vale la pena ver el filme ya que el cuento que abre la película ("Los hechos en el caso del señor Valdemar") es una mediocre adaptación llevada a cabo por George A. Romero en un trabajo muy torpe del en otras ocasiones brillante director.

Volviendo al filme de Fulci, éste esta sólo inspirado en el cuento de Poe y aunque aparecen momentos que también aparecen en el cuento, toda la trama y el argumento fue inventado por Fulci y Biagio Proietti. Ellos idearon la historia de un gato asesino que mata personas de manera que parezcan accidentes. El gato pertenece al profesor Robert Miles (Patrick Magee) cuyas investigaciones dentro del campo de lo paranormal podrían ser la causa de los asesinatos. Hasta que punto es el profesor Miles el que domina el gato con el poder de su mente o es el gato el que domina al profesor Miles es algo que intentará descubrir la fotógrafa Jill Trevers (Mimsy Farmer), la primera en darse cuenta de que hay algo que no acaba de encajar en las extrañas muertes. Para ello contará con la ayuda del inspector Gorley (David Warbeck) recién llegado de Londres.

La película, aunque contiene las habituales muertes mostradas con ensañamiento, tiene un regusto a las películas de la Hammer. Tal vez por su ambientación, la película transcurre en un apartado pueblecito inglés, o por la seriedad con que los actores se enfrentan a una trama completamente absurda. Uno de mis momentos absurdos favoritos es cuando con toda seriedad el inspector Gorley dice que aunque se ha encontrado una llave fuera el laboratorio ha determinado que la puerta fue cerrada por dentro. Cómo lo han determinado es todo un misterio para mí, siempre había pensado que una puerta se cierra igual por dentro que por fuera. Pero dejando estos detalles a parte, ciertamente la película resulta absorbente simplemente por los esfuerzos que hace uno por intentar adivinar qué demonios está pasando.

Entre el reparto destaca Patrick Magee como el profesor Robert Miles. Si recordáis la interpretación de Magee en el clásico de Stanley Kubrick La naranja mecánica (A Clockwork Orange, 1971) ya os podréis hacer una idea de lo que ofrece en esta. Realmente, te crees que el hombre está loco. Cada vez que sale en pantalla parece que saldrá corriendo gritando como un demente. Por otro lado tenemos a David Warbeck, que aunque era inglés parecía siempre salido de un western. Nada más diferente de como era fuera de la pantalla, tremendamente divertido e ingenioso. Solo tenéis que escuchar el comentario que grabó junto a Catriona MacColl para la edición en DVD de otro clásico de Fulci: El más allá (E tu vivrai nel terrore - L'aldilà, 1981). Por cierto, en El gato negro, aparte de Warbeck, tenemos a otro actor que también aparecerá en El más allá: Al Cliver, que en El gato negro interpreta a uno de los policías que trabaja con el inspector Gorley.

Ésta es una película de Fulci que podrán disfrutar aquellos que no tengan estómago para los desmelenes más salvajes del maestro pero que tampoco decepcionará a los fans del Fulci más cafre. Se puede encontrar fácilmente en DVD tanto en España como de importación de Estados Unidos. Yo personalmente me compré la edición inglesa que sacó el sello Shameless.

20 abr 2010

Miedo en la ciudad de los muertos vivientes (Paura nella città dei morti viventi aka City of the Living Dead)


Estrenada en 1980, Miedo en la ciudad de los muertos vivientes es otra maravilla que encontré en la estantería de un videoclub, el cual por desgracia cerró hace ya unos años. Ésta fue la primera película que vi entera de Lucio Fulci. Nueva York bajo el terror de los zombis fue mi primer contacto con Fulci, pero hasta años más tarde no la vi en su totalidad.

La película está protagonizada por Christopher George haciendo de Christopher George, en este caso un periodista no muy diferente del policía que interpreta en Mil gritos tiene la noche (creo que hasta fuma el mismo puro); y Catriona MacColl, veterana de las epopeyas zombis de Fulci El más allá y Aquella casa al lado del cementerio. Los tres films comparten no sólo la presencia de la estupenda MacColl, sino que los tres se inspiran en los relatos y el universo de H. P. Lovecraft. Por ejemplo, la ciudad del título se llama Dunwich, sacada del relato del maestro de Providence El horror de Dunwich.

MacColl es una médium que durante una sesión le da un yuyu y se queda  catatónica. Cuando despierta en su tumba, Christopher George la oye gritar y la saca. Entonces ambos irán a Dunwich, para averiguar que hay de cierto en las visiones de MacColl. Paralelamente, en Dunwich se han producido toda una serie de extrañas muertes, asesinatos y fenómenos sin explicación que tienen a la gente con "el ai al cor".

Yo no sé si, antes de ponerse a rodar, el guión de Fulci y Dardano Sacchetti tenía sentido y durante el rodaje fue cambiando, pero lo cierto es que la primera vez que vi la película hubo cosas que se me escaparon. Luego, tras muchos visionados me he dado cuenta de que no, que lo que pasa es que son cosas que no se explican y se dejan en el aire. Lo cual es fantástico, porque así puedes crear tus teorías sobre por qué pasa lo que pasa. Lo que sí que queda muy claro son las muertes hipergore marca de la casa. La que más me impresionó la primera vez que la vi es una en que a la víctima en cuestión se le empiezan a salir las entrañas por la boca.

Imprescindible para los fans de Fulci, es una maravilla de principio a fin. Recomiendo ver ésta, El más allá y Aquella casa al lado del cementerio seguidas. Ya no veréis el mundo de la misma manera.

8 abr 2010

Cat in the Brain (Un gatto nel cervello aka Nighmare Concert)


Cat in the Brain (1990), el último gran clásico que dirigió Lucio Fulci antes de morir, es, por un lado, una reivindicación de su carrera y, por otro lado, una autoparodia. Lucio Fulci es Lucio Fulci, un director de cine de terror que empezará a mostrar ciertos signos de cansancio y estrés. Cuando vaya a ver al psiquiatra Egon Schwarz (David L. Thompson) para que le ayude a centrarse de nuevo, éste, por el contrario, lo que hará será introducir mediante hipnosis horribles escenas de asesinatos en el cerebro del director para volverlo loco y que cargue con las culpas de los asesinatos que el psiquiatra comete por gusto.

Cat in the Brain es un ejercicio metalingüístico en el que Fulci desmonta la imagen que el público tenía de él, interpretando una versión exagerada de si mismo. También aprovecha para ironizar sobre las teorías psiquiátricas que aseguraban que una larga exposición a la violencia y al cine de terror podía provocar demencia o que el sujeto intente reproducir aquello que ha visto. Pero sobretodo la película es una celebración de Fulci, ya que utilizó metraje de otras películas suyas como parte de la trama. De ahí la sorpresa de Brett Halsey de saber que había protagonizado dos películas de Fulci cuando sólo había trabajado con él en una: Touch of Death (Quando Alice ruppe lo specchio, 1988). Y otro ejemplo también sería la reutilización de asesinatos que rodó para Sodoma's Ghost (Il fantasma di Sodoma, 1988). De este modo Fulci no sólo no se avergüenza de sus películas más gore ni de sus creaciones más terribles (no por nada le llamaban el Padrino del Gore), las celebra en lo que se convierte en un Fulci's Greatest Hits que parece pensado para sus muchos fans.







Lo bueno, o la genialidad de la película, es que toda esta operación la hace a través de una interesante trama, con lo cual aunque una persona no sea fan de Fulci puede disfrutar igualmente del film y sus tremebundas escenas. Muy posiblemente a algunos os recuerde la posterior La nueva pesadilla de Wes Craven (Wes Craven's New Nightmare, 1994), en la que el director de Las colinas tienen ojos se interpreta a si mismo en una película que analiza el impacto sociológico de Freddy Krueger, aunque como suele ser habitual en este director no acaba de profundizar en las interesantes ideas que plantea.

¿Qué es lo que hace que el género de terror sea tan autorreferencial y metalingüístico? Desde la trilogía Scream (de la que muy pronto se estrenarán 4ª, 5ª y 6ª parte), pasando por clásicos ochenteros como Return to Horror High (idem, Bill Froehlich, 1987) o Aullidos (The Howling, Joe Dante, 1981), o series B como Esas locas del cine (Hollywood Boulevard, Joe Dante, 1976); el género parece generar una gran cantidad de autoanálisis que no se ve en la misma cantidad y abundancia fuera de él. Incluso si analizamos su fotografía y guión, El crepúsculo de los dioses (Sunset Blvd., 1950) de Billy Wilder es una gótica historia de terror con toques de comedia negra. Creo que parte de ello se debe a que muchos directores de cine de terror empezaron siendo fans del mismo.

Mientras reflexionáis sobre ello disfrutad de Cat in the Brain de Lucio Fulci.

30 ene 2010

El Más Allá (...E tu vivrai nel terrore! L'aldilà aka The Beyond)


El Más Allá (...E tu vivrai nel terrore! L'aldilà aka The Beyond, 1981) es uno de los títulos clásicos de Lucio Fulci repleto de escenas de gore salvaje, grandes dosis de estilo visual y un argumento algo ilógico, en otras palabras: Fulci en plena forma. Es una de mis favoritas, junto con otro clásico de Fulci: Miedo en la ciudad de los muertos vivientes (Paura nella città dei morti viventi, 1980) con la que comparte actriz protagonista (Catriona MacColl) y argumento con influencias lovecraftianas.

Nueva Orleans, principios de siglo. Un pintor es emparedado en un hotel acusado de brujería. Décadas más tarde el hotel es heredado por Liza Merrill (MacColl) que pretende arreglarlo un poco para reabrirlo. Lo que no sabe es que el sótano del hotel es una compuerta a una de las siete puertas del infierno, lo que os podréis imaginar causa no pocos problemas: muertes y extraños fenómenos que retrasan considerablemente las obras. Con la ayuda del doctor John McCabe (David Warbeck, otro veterano de Fulci), Liza se enfrentará a un montón de zombis en el clímax sanguinolento habitual de Fulci.

Como hemos ya mencionado, la película contiene algunos fallos (los edificios en Nueva Orleans no tienen sótano ya que se encuentran por debajo del nivel del mar) y es algo ilógica. Pero en el caso de una película Fulci eso es una ventaja más que un inconveniente. La atmósfera, los sonidos, lo brutal de muchas escenas hace que uno se encuentre completamente hipnotizado por el film, dejando de lado sus inconsistencias.

En ocasiones se ha considerado El Más Allá como una copia de El Resplandor (The Shining, 1980, dir. Stanley Kubrick) lo cual es completamente falso e injusto. El Resplandor trata sobre un hotel en el que habita una entidad maligna (o el hotel es una entidad maligna), que posee al personaje que interpreta Jack Nicholson y lo vuelve loco. El Más Allá entra dentro del horror tal y como lo entendían los escritores de Weird Tales y el círculo de Lovecraft, que llenaban sus relatos de libros prohibidos y puertas a otros mundos.

Como curiosidad os diré que Sam Raimi utilizó un brevísimo fragmento de El Más Allá en su película Spiderman en la secuencia en que se representa la transformación de Peter Parker en Spiderman.

15 ene 2010

El Descuartizador de Nueva York (Lo Squartatore di New York aka New York Ripper)

El Descuartizador de Nueva York (Lo Squartatore di New York, 1982) está considerado uno de los films más polémicos y controvertidos de Lucio Fulci. Por ejemplo, estuvo durante más de veinte años prohibida en Inglaterra y la edición que salió en DVD el año pasado está censurada. La razón de toda esta controversia es que en la película se muestran mujeres asesinadas de forma brutal y con todo lujo de detalles, lo que ha provocado que la película sea acusada de ser misógina, cuando no  de ser pura basura. El argumento es bastante sencillo: un psicópata se dedica a asesinar mujeres y luego llama al inspector encargado del caso imitando la voz de un pato. El inspector se aliará con un psiquiatra para intentar capturar al asesino.

Fulci comentó en una entrevista que esta película es más inteligente de lo que parece a primera vista. Después de haberla visto varias veces me inclino a darle la razón a Fulci. Si uno se fija en algunos diálogos y en la ambientación de la película, se puede deducir que hay más de lo que parece a simple vista. Por otro lado, el hecho que el malo de la película sí sea un misógino no convierte automáticamente la película en misógina. Pensad, por ejemplo, en Henry, retrato de un asesino en serie de John McNaughton, que nos muestra el día a día de un psicópata con tremendo realismo, siendo muchas de sus víctimas mujeres. O comparad El Descuartizador de Nueva York con un auténtico festival misógino como la horrible (de mala) Sardu de Joel M. Reed

Los exteriores fueron filmados en Nueva York, especialmente por Times Square, una zona donde abundaban (en la época que se filmó la película) los locales de strip-tease, los cines grindhouse, la prostitución y los camellos. La forma en que la cámara nos muestra este ambiente puede ser considerado un comentario social en si. Sin embargo, lo mejor es que veáis la película y juzguéis vosotros mismos.

Dejando de lado polémicas y posibles significados, El Descuartizador de Nueva York es un estupendo giallo, o thriller a la italiana. Resulta interesante y divertido el retrato que se hace la policía neoyorkina, más que de la realidad parece sacado de una amalgama de películas policíacas americanas, lo que le da un extraño exotismo. Los crímenes, como ya hemos mencionado antes, estan filmados con todo lujo de detalle y efectividad y fueron creados por los hermanos Rochetti, que me resultan, lo admito, completamente desconocidos.