Mostrando entradas con la etiqueta Mario Bava. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mario Bava. Mostrar todas las entradas

9 may 2025

Hércules en el centro de la Tierra (Ercole al centro della Terra)


 


 

Mario Bava fue un maestro del cine. Un genio que no fue apreciado en su momento, cuyo talento se hace más obvio al ver cómo sus películas aumentan su valor a lo largo de los años. Una de las mayores muestras de su genialidad es Hércules en el centro de la Tierra (Ercole al centro della Terra, 1961), en la que el director convierte lo que podría haber sido un típico peplum de la época en una épica película de terror.

El malvado Lico (Christopher Lee) ha hecho un pacto con el señor del Hades para convertirse en rey y sumir el mundo en la oscuridad. Lico, además, mantiene presa de su magia negra a la princesa Deianira (Leonora Ruffo) para poder mantenerse en el poder. Pero la princesa Deianira está prometida a Hércules (Reg Park), que está dispuesto a viajar al mundo infernal del Hades con tal de salvar a Deianira. Hércules emprende su viaje acompañado de Teseo (George Ardison) y Telemaco (Franco Giacobini).

Introducir en el peplum elementos fantásticos y sobrenaturales era algo natural, aunque sea solo por los orígenes mitológicos de algunos de los personajes protagonistas de estas películas. Pero Bava fue un paso más allá al transformar la aventura de Hércules en una película de terror bastante oscura para la época, a pesar de adaptar los elementos mitológicos para que fueran aptos para todos los públicos. De hecho, en algunos países se acentuaba el elemento sobrenatural en el título, cambiándolo por Hércules contra los vampiros, aprovechando también la fama de Christopher Lee como Drácula, a pesar de que no se trata de vampiros las criaturas contra las que se enfrenta Hércules. El inicio del film es parecido a los inicios típicos que podemos ver en este tipo de películas, con la excepción de que Bava no pierde el tiempo en introducir escenas de acción en la historia. Pero, a medida que avanza la historia, una atmósfera surrealista y fantástica se va apoderando del film. El resultado es un increíble espectáculo que incluye planos pioneros, como el rostro de Lee reflejado en un charco de sangre luego imitado centenares de veces, y secuencias bellamente terroríficas como la que muestra a los muertos surgiendo de la tumba.

Y el mayor mérito es que Bava logró crear este espectáculo terrorífico con un presupuesto bajo. Para crear los templos y decorados contaba con cuatro columnas, una puerta y una pared, literalmente. Empleó diversos trucos para añadir dimensión a los decorados y multiplicar el número de columnas, trucos que también usó para la creación de los paisajes infernales.

Se puede decir que la historia es bastante sencilla y algunos puntos dramáticos no tienen mucho sentido. Pero, en el caso de esta película, son cosas que no tienen la más mínima importancia, debido a que Bava se centra sumergir al espectador en una fantasía inquietante, intoxicándolo con un delicioso festín visual. Es un clásico que no puede estar más recomendado, que para disfrutar al máximo se ha de hacer viendo el montaje italiano (85 minutos), no las versiones recortadas como la americana o la inglesa.

21 abr 2023

Diabolik


 

Durante mucho tiempo, antes de la llegada del Universo Cinematográfico Marvel, si se preguntaba a los aficionados al cine cuál era la mejor película basada en un cómic, la respuesta estaría entre dos claras opciones: o Superman (Richard Donner, 1978) o Batman (Tim Burton, 1989). Pero entre los propios artistas dentro del mundo del cómic y entre los aficionados al cine de culto, solo había una respuesta: Diabolik (Mario Bava, 1968).

La serie Diabolik fue creada a principio de los años 60 del siglo XX por las hermanas Angela y Luciana Giussani como un cómic pensado para el público adulto. Proyectos para llevarlo al cine no tardaron en producirse, debido a la popularidad del personaje. El director Seth Holt empezó a rodar una adaptación con Jean Sorel como Diabolik, Elsa Martinelli como Eva y Gilbert Roland como el inspector Genko. Sin embargo, el rodaje no fue nada bien, muchos conflictos y poco trabajo hecho. Entonces, el productor Tonino Cervi le mostró el metraje rodado para ver si le interesaba a Dino De Laurentiis terminar la película, De Laurentiis consideró que el material rodado por Holt no se podía utilizar y decidió empezar de cero con Mario Bava al frente.

El film de Bava nos introduce al supercriminal Diabolik (John Phillip Law), el cual, con la ayuda de su amante Eva (Marisa Mell), lleva a cabo grandes golpes sin que la policía se vea capaz de detenerlo. Finalmente, se le dan poderes especiales al inspector Genko (Michel Piccoli) para atrapar a Diabolik. Una historia que no se basa en ninguna trama en concreto del cómic, pero en el desarrollo se utilizan varias escenas aparecidas en el mismo, que Bava reproduce fielmente. El reparto fue todo un acierto, John Phillip Law encarna a Diabolik mucho mejor de lo que podría haberlo hecho Jean Sorel, un actor no tan estatuesco. Law se esfuerza para que incluso sus cejas sean fiel reflejo del personaje original. Marisa Mell está fantástica como Eva, un papel que le permitió explotar toda la belleza y sensualidad que poseía. Originalmente se eligió para interpretar a Eva a la actriz Catherine Deneuve, que dio muchos problemas durante el rodaje, lo que llevó a que Bava pidiera a De Laurentiis que la sustituyera. Por otro lado, Deneuve, desde la perspectiva actual, era demasiado fría para interpretar a la tórrida Eva. Law y Mell trabajaron en pareja a la perfección, al parecer mantuvieron un romance mientras duró la filmación y se nota entre ambos mucha química.

Diabolik destaca hoy día como una gran muestra de lo que era el arte pop llevado al cine. Bava crea realmente un cómic en acción, aplicando su sabiduría con los trucos de efectos especiales en cámara. Una habilidad que hizo que produjera el film con un presupuesto mucho menor de lo que De Laurentiis se había planteado. De hecho, el productor le propuso a Bava filmar una secuela con el dinero que había sobrado del presupuesto originalmente considerado. Pero Bava lo rechazó. A pesar de que se considera una de las mejores películas de Mario Bava, este no tenía la película en mucha estima ya que no disfrutó nada del intervencionismo de Dino De Laurentiis; Bava estaba acostumbrado a rodar con un mayor control sobre el proyecto en el que trabajaba. Tampoco le gustó a Bava tener que suavizar la violencia del cómic original por órdenes de De Laurentiis, que pensaba en la taquilla internacional. Aún así, se cortaron algunas escenas cuando el film se estrenó en Estados Unidos para que no fuera calificada para adultos y en Inglaterra se llegaron a cortar 17 minutos de película.

Otra de las razones por la que esta película destaca es que es tremendamente subversiva. El protagonista es un genio criminal y no se disimula: roba para su propio placer y no tiene ningún escrúpulo para conseguir lo que quiere. Los "villanos" son las fuerzas del orden que se ven incapaces de detenerlo. Algo que encajaba con la mentalidad revolucionaria de la juventud de entonces y que hoy sería imposible. Cuando hoy día se hacen películas protagonizadas por criminales, estos personajes se suavizan mucho para hacerlos más aptos para el gran público. Solo hay que pensar en la diluida y castrada versión de Parker, el asesino creado por Donald Westlake, que aparece en la descafeinada Parker (Taylor Hackford, 2013) (esta versión es aún más triste si la comparamos con encarnaciones anteriores del personaje -con otros nombres- como las que aparecen en A quemarropa [Point Blank, John Boorman, 1967], El reparto [The Split, Gordon Flemyng, 1968] o Payback [Brian Helgeland, 1999]).

Además de ser una trepidante película de acción llena de los maravillosos trucajes por los que era famoso Mario Bava, este clásico es también muy divertido. Adopta un tono irónico y con toques de humor negro que la hacen aún más disfrutable. Diabolik es toda una maravilla pop subversiva y muy entretenida. Todo un clásico a reivindicar.

13 mar 2023

Shock


 

Mario Bava fue un maestro del cine. Un innovador que se dedicó a revolucionar géneros casi sin quererlo. Trabajó distintas temáticas, pero obtuvo sus mejores resultados desarrollando historias góticas. Resulta adecuado, entonces, que la última película que dirigió fue una historia gótica, aunque no en el sentido tradicional.

Dora (Daria Nicolodi) y Bruno Baldini (John Steiner) se instalan en la casa en la que Dora vivió con su primer marido Carlo (Nicola Salerno) con quien tuvo un hijo, Marco (David Colin jr.). Carlo se fue a navegar con su barca y nunca volvió, asumiéndose que se suicidó debido a sus problemas con las drogas. Ahora, Dora, Bruno y Marco esperan tener una feliz vida como familia en la casa, con los problemas del pasado olvidados. Sin embargo, extraños fenómenos empiezan a ocurrir, siendo el más grave el extraño cambio en la personalidad del pequeño Marco, que parece poseído por un espíritu vengativo.

Supongo que lo primero que se tendría que aclarar al hablar de esta película es que, efectivamente, su título es Shock. Un error de tipografía hizo que se publicitara en los pósteres como Schcock, pero eso se conoce así en algunos países, pero en la película y el tráiler aparece claramente el título: Shock. Aclarado este punto, podemos pasar a hablar del proyecto en sí, que tuvo su origen en una idea de Dardano Sacchetti, desarrollada a mediados de los 60, que con el tiempo fue pasando de manos. Fue Lamberto Bava quién finalmente escribió el guion definitivo basado en el trabajo de anteriores guionistas, dándole un toque más moderno a lo Dario Argento, que entonces dominaba la taquilla italiana. Su implicación en el proyecto fue más allá de guionista y ayudante de dirección, Bava hijo empezó a dar sus primeros pasos como director animado por Bava padre en el rodaje de esta película. Mario encargaba a su hijo la dirección de escenas sencillas para que empezase a situarse en la silla de director. Bava padre se centraba en las escenas más complicadas, particularmente las que exigían efectos y trucajes, si bien la escena más famosa fue idea de Lamberto. Se trata de un memorable susto en el que el pequeño Marco se transforma en su padre muerto en el mismo plano. Un truco efectivo que luego ha sido copiado muchas veces, como en Annabelle (John R. Leonetti, 2014). En términos generales, Mario Bava y Lamberto Bava se repartieron la dirección, según una entrevista a Lamberto, en un 75-25%, respectivamente.

El film tiene una historia muy sencilla y un número reducido de personajes, lo que le permite a Bava explotar lo que mejor sabía hacer: la creación de una atmósfera inquietante. Desde el primer momento, el director va llenando el film de pequeños detalles que insinúan la presencia de algo sobrenatural. La tensión va aumentando a medida que el comportamiento de Marco es cada vez más perverso y la pobre Dora se va hundiendo más y más en una espiral de locura. En este aspecto, realmente brilla la interpretación de Daria Nicolodi, más efectiva que el mejor efecto especial que se pudiera imaginar.

Su historia de venganza de ultratumba es muy gótica, pero no está ambientada en un castillo lleno de telarañas, sino en una villa urbana como las que se podían encontrar los espectadores al salir del cine. Esta ambientación más moderna hizo que algunos seguidores no apreciaran el film en su momento, pero con el tiempo ha sido revalorizada como la película clásica que es. No muchos directores acaban su carrera con una nota alta, pero Mario Bava concluyó su carrera cinematográfica con una pequeña joya.

23 oct 2017

Operazione paura aka Kill, Baby... Kill!

 
Resulta trágico que una película tan imitada e influyente, un gran clásico del cine de terror gótico, sea, al mismo tiempo, tan desconocida para el público. Mario Bava construyó con Operazione paura (1966) un film que, desde el principio, atrapa al espectador con su atmósfera malsana.

El doctor Paul Eswai (Giacomo Rossi Stuart) llega a un pequeño pueblo para realizar la autopsia de una mujer que, aparentemente, se ha suicidado. El doctor es llamado por el inspector Krueger (Piero Lulli), el cual recibió una carta de la mujer poco antes de morir que le hace sospechar que no se trata de un suicidio. El doctor Eswai y la recién llegada Monica Schuftan (Erika Blanc) descubrirán que el pueblo se haya bajo una terrible maldición que mantiene a la población sometida a un régimen de terror.

Federico Fellini, Martin Scorsese, David Lynch, Guillermo del Toro... Estos son algunos de los directores que cogieron elementos de esta película o fueron inspirados por las imágenes creadas por Mario Bava en este clásico. Su influencia llega hasta el cine de terror actual también de forma indirecta, con películas inspiradas por el film de Bava que a su vez han creado sus propios seguidores. Operazione paura era el regreso de Bava al terror gótico que le dio fama, después de estar trabajando en diversos géneros durante una larga temporada. Lo que resulta sorprendente es que el film fue casi improvisado, con un guion que consistía en treinta páginas detallando el argumento y los diálogos creados a medida que iban rodando, igual que la historia se iba alterando a medida que avanzaban. Además, el dinero se terminó cuando llevaban rodando un par de semanas, pero, debido al material que había creado hasta entonces, Bava decidió terminar la película sin cobrar, igual que el equipo y el reparto por lealtad a Bava. Más tarde, cuando el film se estenó con bastante éxito, los productores desaparecieron con el dinero y ni Bava ni nadie fue pagado. Pero a Bava no le importó ya que estaba muy orgulloso del resultado final.

Y tenía motivos para estar orgulloso. En condiciones en las que otros directores habrían producido un bodrio, el maestro italiano creó un film con una gran atmósfera de terror, que atrapa al espectador en este pueblo en el que la aparición de una misteriosa niña provoca la muerte del que la ve. Como he mencionado al principio, desde el primer minuto el film se encuentra plenamente sumergido en el terror gótico, sin dar un momento al espectador para aclimatarse. Esto le da al film un toque casi onírico, que recuerda al expresionismo alemán, alejándose conscientemente del realismo.

Para el aficionado al terror este es un título imprescindible no solo por su calidad, sino también para entender de dónde surgieron muchas imágenes e ideas hoy comunes y familiares para el espectador.


25 abr 2017

El diablo se lleva los muertos a la casa de exorcismo

 
Más de una vez habréis oído eso de "la historia de cómo se hizo esta película es más interesante que la película en sí". Bueno, en el peculiar caso que trata este artículo, eso es cierto y falso al mismo tiempo. Dos películas creadas a partir del mismo material: una obra maestra y una imitación barata de El Exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973). La genial El diablo se lleva los muertos (Lisa and the Devil, Mario Bava, 1973) y la ridícula The House of Exorcism (Mario Bava bajo el nombre Mickey Lion, 1975).

Tras el éxito de Orgía de sangre (Baron Blood, Mario Bava, 1972), el productor Alfredo Leone le dio carta blanca a Mario Bava para su próxima película como recompensa. Tenía libertad total para hacer lo que quisiera. Consciente de que los días del terror gótico estaban llegando a su fin, ya que el cine de terror estaba evolucionando en los 70 hacia un estilo más realista y visceral, Bava decidió reunir todas sus pasiones estilísticas pasadas en un film que parece más bien una vívida pesadilla. El resultado final fue Lisa and the Devil, un film que era la culminación de su pasión por el terror gótico.

En esta película, Elke Sommer es Lisa Reiner, una turista americana de visita en España. Atraída por una extraña música, se encuentra con Leandro (Telly Savalas), que por alguna razón le resulta inquietante. Desorientada, Lisa se pierde y es perseguida por un hombre (Espartaco Santoni) que actúa como si la conociera, llamándola por otro nombre. Finalmente, Lisa tropieza con un matrimonio de ricos viajeros, Francis y Sophia Lehar (Eduardo Fajardo y Sylva Koscina, respectivamente), esperando que su chófer George (Gabriele Tinti) arregle el coche en el que van. El matrimonio acepta llevar a Lisa, pero el coche se estropea del todo y tienen que parar. Pero se detienen delante de una mansión en la cual Leandro trabaja como mayordomo. Aunque la condesa (Alida Valli) que vive en esa mansión no quiere que se queden, el hijo de la condesa, Max (Alessio Orano), insiste en que lo hagan. Empieza entonces una noche de asesinatos y locura.
 
Bava reúne en esta película todos los fetiches estilísticos aparecidos anteriormente en sus otras películas del género. Aristócratas decadentes, una mansión decrépita que alberga oscuros secretos de familia, alucinaciones, pesadillas, brutales asesinatos... Todo tiene cabida en esta soberbia película que deja de lado la lógica narrativa en favor de una lógica onírica. Como la pobre Elke Sommer, el espectador se ve atrapado en una pesadilla sin fin en la que no se sabe qué es real y qué imaginación. En la película tampoco está ausente el humor, ya que se nota que Bava estaba disfrutando al máximo ofreciendo toda una experiencia al espectador.

Por desgracia, el espectador no vio Lisa and the Devil hasta pasadas décadas. Primero en VHS empezaron a surgir algunas copias del film y luego en DVD y ahora Blu-ray. Para que os hagáis una idea, en Italia, el film no se vio tal y como Bava lo había concebido hasta el año 2004, cuando se editó en DVD. Curiosamente, en 1973 la versión de Bava de esta película sí que se estrenó en España, concretamente en Barcelona, con el título El diablo se lleva los muertos.

Aunque el film fue muy bien recibido en Canes, Leone no encontró distribuidores para la película, tal vez por su naturaleza tan inusual. Y aquellos que estaban interesados no le ofrecían la cantidad de dinero que él pedía. Así que Leone se encontró con una película que todo el mundo le decía que era fantástica pero sin poder distribuirla. Esto coincidió con el fenomenal éxito de El exorcista. Consciente de que se estaban poniendo diversas imitaciones en marcha para aprovechar el éxito del clásico de Friedkin, Leone decidió rodar nuevas escenas y añadirlas a una versión reeditada de Lisa and the Devil. Así nació The House of Exorcism.

En esta versión, Elke Sommer sigue siendo la turista Lisa Reiner, que esta vez cae poseída por el malvado Leandro. Lisa es llevada a un hospital y allí, un preocupado cura, el padre Michael (Robert Alda), empieza a sospechar que Lisa está poseída. Iniciará entonces una lucha contra el demonio dentro de Lisa.

Hay distintas versiones de cómo se hizo The House of Exorcism. Algunos expertos apuntan que Bava se desentendió del proyecto y se negó a formar parte del rodaje de las nuevas escenas. Lamberto Bava asegura que él dirigió estas nuevas escenas, igual que filmó algunas escenas de Lisa and the Devil, en concreto las escenas de cama. Sin embargo, la versión que creo es la más sólida es la que ofrece el productor Alfredo Leone. A Bava no le gustaba filmar escenas de contenido sexual explícito ni con lenguaje vulgar, ya que se sentía incómodo, pero dejaba listos meticulosos storyboards de cada escena. En Lisa and the Devil hay un par de escenas de cama en las que no se ve mucho del cuerpo de las actrices, la cámara corta antes de que se vea nada. Esas mismas escenas aparecen en The House of Exorcism en forma mucho más explícita. Leone cuenta que él dirigió esas escenas, con Lamberto Bava como ayudante, pero lo hizo siguiendo los storyboards de Bava, de modo que no se nota un súbito cambio de estilo. Con las nuevas escenas para The House of Exorcism, principalmente las escenas en el hospital con Sommer soltando barbaridades y vomitando por doquier, se siguió el mismo método: Bava las planeaba, pero eran Leone y Lamberto Bava quienes las ejecutaban. Esta es una de las razones por las que Mario Bava pidió no aparecer acreditado y por ello el inexistente "Mickey Lion" aparece como director.

Como ya podéis intuir por el título, todo el nuevo material rodado para esta versión es una imitación barata del clásico de Friedkin. Llegando a extremos ridículos, como hacer que el padre Michael se pase muchas escenas cubierto de vómito, haciendo imposible tomárselo en serio. Pero la jugada de Leone funcionó y la película fue un éxito de taquilla. Vista hoy día, House of Exorcism resulta buena solamente para reírse de ella, comparada con Lisa and the Devil es claramente inferior.

Bava no tuvo mucho más suerte con su siguiente película. De nuevo, filmó una obra maestra: Cani arrabbiati, rodada en 1974, que no vio la luz hasta unos veinte años después de ser rodada, y lo hizo en una versión reeditada que la destrozaba, con el título Kidnapped, obra de Leone y Lamberto Bava, que aquí se conoció como Semáforo rojo. Por suerte hoy día se pueden disfrutar de ambas películas tal y como Bava las concibió, pero lamentablemente es algo que Bava nunca vio. Tal vez por eso, su última película fue la deslucida Shock (Schock, 1977).

Lisa and the Devil es un film de terror que a ratos adopta la forma de un sueño enfebrecido. Asesinatos, perversiones y pesadillas se dan la mano en este clásico que nos ofreció un maestro del género en plena forma.



7 abr 2017

El cuerpo y el látigo (La frusta e il corpo)

 
Hay pocos cineastas que se hayan visto tan beneficiados de la llegada del DVD y el Blu-ray como Mario Bava. Por fin, sus películas pueden verse tal y cómo Bava las había concebido: sin censurar, sin manipular, con su imagen gloriosamente restaurada. Un ejemplo perfecto de ello es El cuerpo y el látigo (La frusta e il corpo, como John M. Old, 1963), un film adelantado a su tiempo que mezcla terror gótico, sadomasoquismo y suspense.

Kurt Menliff (Christopher Lee) regresa al hogar que abandonó con la intención de reclamar su título y su herencia. Nadie de los Menliff se alegra de ver al cruel y malvado Kurt de nuevo entre ellos. Ni su padre, el conde Menliff (Gustavo De Nardo), que desheredó a Kurt; ni su hermano Christian (Tony Kendall), obligado a casarse con Nevenka (Daliah Lavi), la mujer que Kurt abandonó, a pesar de estar enamorado de su prima Katia (Ida Galli). Quien menos se alegra de verlo de vuelta es, comprensiblemente, la criada Giorgia (Harriet White), cuya hija Kurt llevó al suicidio. Nevenka, por su parte, ve el regreso de Kurt de forma algo conflictiva: lo desprecia pero, al mismo tiempo, mantiene con él una relación sadomasoquista: disfruta con placer los latigazos que Kurt le administra gustoso. Pero Kurt no tarda en ser asesinado después de su regreso. Pero ni siquiera algo como la muerte puede mantener la maldad de Kurt a raya.

El guionista Ernesto Gastaldi recibió el encargo, por parte de unos productores, de escribir algo parecido a El péndulo de la muerte (The Pit and the Pendulum, Roger Corman, 1961), que en aquel momento estaba triunfando en las taquillas italianas. El resultado fue La frusta e il corpo, un guion que mezclaba una ambientación de puro terror gótico con algunos elementos propios del suspense malsano que más tarde Gastaldi aplicaría al giallo, como en La perversa señora Ward (Lo strano vizio della Signora Wardh, Sergio Martino, 1971). Este guion fue transformado por Bava en una de sus películas más hermosas y macabras.

El film transcurre en un momento temporal y geográfico indeterminado. El vestuario y los nombres de los personajes representan una mezcla de épocas y lugares que le dan a El cuerpo y el látigo un aire de cuento de hadas (si bien morboso y malsano). Es parecido a lo que hacía Universal en su ciclo de terror clásico y aquí le sirve a Bava para dar rienda suelta a su colorido estilo. Un estilo que eleva los más simples momentos a obra de arte. Escenas en apariencia superfluas como la protagonista, la bella Daliah Lavi, investigando un oscuro corredor, resultan tan arrebatadoras gracias a la maestría del director como los asesinatos. El director, además, tuvo la suerte de encontrarse un guion que se adecuaba perfectamente a su sensibilidad, lleno de motivos góticos clásicos, como los pasadizos secretos y las familias disfuncionales llenas de secretos, al que añadió su habilidad a la hora de crear efectos especiales.

Sin embargo, el elemento más llamativo del film es la manera en que retrata la relación sadomasoquista entre Nevenka y Kurt, los personajes interpretados por Lavi y Christopher Lee, que continua más allá de la tumba. La franca representación de esta relación provocó que el film fuera un fracaso en Italia, ya que fue acusada de obscenidad, y que en Inglaterra y Estados Unidos fuera censurada hasta el punto de convertirse en un puro absurdo. Incluso hoy día resultan chocantes estas escenas, en las que Lee azota a Lavi mientras esta se retuerce de placer, más cerca del orgasmo a cada latigazo. Incluso su título fue censurado y cambiado. Por ejemplo, en Inglaterra el film no apareció como The Whip and the Body hasta que fue editada en DVD.

Este es uno de los clásicos de Bava más logrados, especialmente si tenemos en cuenta que fue realizado con un presupuesto mínimo. Además del ojo privilegiado de Bava, el film cuenta con estupendas interpretaciones y momentos visualmente icónicos. En definitiva, otra película de Bava imprescindible para el amante del género y el cine en general.


1 jun 2016

Cinco muñecas para la luna de agosto (5 bambole per la luna d'agosto)


Resulta sorprendente que Mario Bava dijera que esta es una de sus peores películas, según cuenta su biógrafo Tim Lucas, ya es uno de los títulos más trepidantes, innovadores y delirantes de su filmografía. Un giallo narrado con ritmo enfebrecido que nos ofrece una misantrópica visión del ser humano.

Cinco muñecas para la luna de agosto (5 bambole per la luna d'agosto, Mario Bava, 1970) tiene un argumento que resulta bastante familiar: un grupo de personas reunidas en una isla que son asesinadas una a una. La paranoia y la desconfianza se apodera de todos a medida que cada vez quedan menos personajes vivos. Es, obviamente, un plagio descarado de Los diez negritos de Agatha Christie.

Los diez negritos es una novela seminal tanto para el giallo como para el slasher. Rompiendo el molde de la típica novela detectivesca, aquí no tenemos un sofisticado detective investigando el caso de un aristocrático asesinato, sino que son las propias víctimas las que intentan encontrar el culpable antes de ser presa del misterioso asesino que los está eliminando uno a uno. Aunque a mi juicio tiene una resolución algo anticlimática, es indudable el papel que ha tenido en el desarrollo de dos de mis géneros favoritos.

La novela se publicó originalmente en 1939 y desde 1945 ha sido adaptada numerosas veces, la más reciente en 2015 en formato miniserie con el más políticamente correcto título And Then There Were None. De forma no oficial, la novela también ha servido de base o inspiración a un incontable número de películas, como el caso de la interesante Nove ospiti per un delitto (Ferdinando Baldi, 1977), que tiene como novedad que los personajes forman todos parte de la misma familia.

Bava reconoció enseguida que el guion que tenía que dirigir era un plagio de la novela de Christie, pero no le dieron tiempo para trabajar en él. Ya le habían pagado y el rodaje empezaba inmediatamente, de modo que el maestro se puso a dirigir un guion que no le gustaba.

Tal vez ahí se encuentre la clave de lo que hace esta película tan fascinante y fantástica. Sin ningún interés en el guion, Bava se lanzó a crear un espectáculo visual lleno de trucos, ironía y subversión. Editada por el propio Bava, Cinco muñecas no pierde un momento en nada que no sea ofrecer un plano brillante tras otro. El reparto del film, en el que nos encontramos una hermosa selección de bellas actrices como Edwige Fenech (para aquellos que no estén en absoluto interesados en los piratas), está al servicio de la cámara, formando parte de la escenografía más que siendo personajes reales.

Cinco muñecas nos presenta un mundo lleno de culpables en el que nadie es inocente. En este sentido, encaja perfectamente dentro de la obra de Bava, especialmente al lado de la clásica Bahía de sangre (Reazione a catena, Mario Bava, 1971). Ambas nos ofrecen una visión tremendamente misantrópica del ser humano y su trama tiene como centro la avaricia. Esto hace aún más sorprendente la afirmación de Bava de que esta es una de sus peores películas.

A pesar de lo que diga su director, Cinco muñecas para la luna de agosto es un fantástico y trepidante giallo. Todo un clásico que nos muestra que, con muy poco (el presupuesto era tan bajo que los actores se traían el vestuario de casa), Bava era capaz de hacer mucho.


7 ene 2016

Terror en el espacio (Terrore nello spazio)

Pocos directores han sido tan influyentes y tan poco apreciados en su momento como Mario Bava. Mientras Dario Argento y Federico Fellini en su momento tomaban prestadas ideas e imágenes de las películas de Bava con gran éxito, las propias películas del maestro no corrían mucha suerte en taquilla. No fue hasta pasados unos años tras la muerte del director, en 1980, que su obra fue revaluada y apreciada, cuando su influencia en directores tan diversos como Martin Scorsese y Guillermo del Toro se hizo evidente. Terror en el espacio (Terrore nello spazio, Mario Bava, 1965) es un gran ejemplo del genio de este director, un film en algunos aspectos adelantado a su tiempo, que sigue funcionando hoy día, siendo más evidente la influencia que tuvo en títulos posteriores como Alien - El octavo pasajero (Alien, Ridley Scott, 1979).

Terror en el espacio resulta también un film interesante por la forma en que combina lo antiguo y lo moderno. Aún faltaban unos pocos años para que Stanley Kubrick revolucionara en el género de la ciencia ficción mostrando con increíble realismo naves navegando por el espacio, así que las técnicas utilizadas en el film de Bava son las mismas que se llevaban utilizando desde los años 50: maquetas filmadas frente fondos estrellados. Este es el único aspecto que hoy día puede que no acabe de convencer al espectador actual (especialmente si se ve la película en alta definición), pero, personalmente, creo que le añade cierto encanto retro al film.

Pero el film resulta moderno por la manera en que nos cuenta la pesadilla que sufre la tripulación del Argos, que intenta rescatar a la tripulación del Galliott, la cual se encontraba investigando la extraña señal proveniente de un planeta desconocido. No es este punto del argumento el único que tiene en común con Alien, hay una escena en la que los protagonistas encuentran una misteriosa nave extraterrestre que al parecer se estrelló allí hace mucho tiempo, tripulada por gigantescos extraterrestres de los que solo encuentran cadáveres, que más tarde apareció reproducida en el clásico de Scott.

La película mezcla terror y ciencia ficción al mostrar la pesadilla que sufre la tripulación del Argos, comandada por el capitán Mark Markary (Barry Sullivan). Poco después de estrellarse, la tripulación sufre una especie de locura que los lleva a atacarse unos a otros. Se suceden extraños fenómenos y misteriosas luces que inquietan a los tripulantes, algunos de los cuales puede que no sean quiénes dicen ser. Pero lo más inquietante y perturbador es que los astronautas muertos regresan a la vida para atacar a la tripulación del Argos. Desconozco cuántos de estos elementos se encontraban en el cuento original de Renato Pestriniero en que se basa el film, que al convertirse en guion pasó por las manos de Bava, Alberto Bevilacqua, Callisto Cosulich, Antonio Román y Rafael J. Salvia, pero destaca que a pesar de contar con tantos elementos propios del terror, en ningún momento se pierda el aspecto más propio de la ciencia ficción.

La manera en que se maneja el suspense y el diseño hacen de este un film que los fans del género disfrutarán enormemente, sin mencionar la memorable conclusión, pero, además, tiene otros toques que lo hacen destacable para mí, a modo más personal como, por ejemplo, las bellas actrices italianas que lo protagonizan o cuando se abren las chaquetas de los astronautas resucitados para descubrir un cuerpo podrido y consumido.

En definitiva, Terror en el espacio es una muestra del genio de un maestro y una entretenida mezcla de terror y ciencia ficción. Os dejo con el tráiler americano que tiene su propio encanto.


29 jul 2015

La muchacha que sabía demasiado (La ragazza che sapeva troppo)


Cuando en 1970 Dario Argento estrenó El pájaro de las plumas de cristal (L'uccello dalle piume di cristallo), es bien sabido que revolucionó todo un género y le dio forma al giallo durante la década de los 70. Pero Argento no podría haber llevado a cabo su revolución partiendo de la nada, y es indudable que el trabajo de Mario Bava fue vital en la creación del género tal y como lo entendemos. Fueron especialmente instrumentales las películas de Bava Seis mujeres para el asesino (Sei donne per l'assassino, 1964) y la película que nos ocupa hoy, rodada un año antes, La muchacha que sabía demasiado (La ragazza che sapeva troppo, 1963).

En estas dos películas nos encontramos todos los elementos que más tarde aplicaría Argento, y en La muchacha que sabía demasiado nos encontramos una protagonista muy "argentiana": una extranjera en Italia que es testigo de un asesinato y se convierte en detective amateur, mientras reinterpreta el crimen en su memoria, esperando hallar la clave del crimen. En el film de Bava, Nora Davis, interpretada por Letícia Román, es la muchacha que sabe demasiado al ser testigo de un asesinato después de sufrir un robo en las calles de Roma. El fantástico John Saxon da vida al doctor Marcello Bassi, interés romántico que ayudará a Nora a descubrir quién es el asesino del alfabeto.

Ya en el título se deja muy claro que la película se trata de un homenaje a la obra de Alfred Hitchcock, en la cual Bava juega con el espectador, sumergiéndolo en una retorcida trama. Nora, a la que nadie cree, perdida en un país extraño, debe averiguar la identidad del asesino antes de que este acabe con ella. Esta trama de intriga se mezcla con la trama cómico-romántica de Nora y Marcello. Es en este punto que, al igual que en varias de las películas de Bava, existen dos versiones de esta película: una que se estrenó en varios países de Europa y otra que, con el título The Evil Eye, se estrenó en Estados Unidos e Inglaterra.

He de admitir que prefiero la versión estrenada en Estados Unidos. Originalmente, el proyecto se concibió como una comedia, pero al ponerse Bava al frente la convirtió en una cinta de suspense, que aún conservaba cierto tono de comedia. Para su estreno en Italia, Bava eliminó la mayoría de los momentos cómicos, eso hace que se considere como esta versión más macabra y "seria". Pero la verdad es que no es así. Es cierto, se eliminan muchos momentos cómicos, pero la banda sonora y la narración, que infantiliza enormemente a la protagonista, le dan un toque más ligero y cómico que el que encontramos en The Evil Eye. Por otro lado, en la versión italiana se conserva una trama alrededor de unos cigarrillos de marihuana que, teniendo en cuenta lo que se sabe hoy día de la marihuana, resulta bastante ridícula.

En la versión americana se conservan las escenas cómicas, pero se cambia la narración por monólogos interiores de la protagonista que le dan más entidad al personaje (en este sentido, vale la pena leer el artículo de Kier-La Janisse incluido en la edición en Blu-ray de Arrow de esta película), se le añade una banda sonora de Les Baxter más acorde con el género y tiene un final que es mucho más redondo, al eliminar la absurda trama sobre la marihuana. De hecho, comparando la versión americana con Rojo oscuro (Profondo rosso, Dario Argento, 1975), vemos que tienen muchas más cosas en común que comparando la versión italiana con el clásico de Argento.

Con esto no quiero desmerecer la obra de Bava, ya que él fue el encargado de las dos versiones, simplemente mostrar mi preferencia personal. Pero, independientemente de la versión que veáis, ambas son clásicos del suspense.




9 jul 2014

Los vampiros (I vampiri)

Aunque los vampiros de esta película son muy humanos, eso no impide que Los vampiros (I vampiri, Riccardo Freda, Mario Bava, 1957) sea un clásico del género con generosas dosis de terror gótico.

Nos encontramos en un París aterrado por los asesinatos de varias jóvenes parisinas. El periodista Pierre Lantin (Dario Michaelis) está determinado a encontrar al "vampiro" que acosa a las jóvenes de su ciudad. Está búsqueda se convertirá en una carrera contrarreloj cuando desaparezca Laurette Robert (Wandisa Guida), amiga de Lantin que también conocía a una de las últimas víctimas.

Esta película es importante dentro del género por diversos motivos. Fue la primera película de terror italiana de la era del cine sonoro, ya que el dictador y escoria humana Benito Mussolini prohibió que se rodaran películas de este género porque consideraba el terror un género decadente. Fue también pionera en la recuperación del terror gótico al estilo Universal, estilo que luego haría de la Hammer la compañía reina del terror durante los 60. Pero principalmente fue la película en la que Mario Bava se estrenó como director de cine gótico, después de que un enfurecido Riccardo Freda abandonara la producción antes de que se terminara el rodaje.

La influencia de esta película queda muy patente en el posterior debut de Bava como director de pleno derecho: La máscara del demonio (La maschera del demonio, 1960). En La máscara se repetirían algunos efectos y ambientaciones ya usados en Los vampiros. Imagino que es por esta relación entre ambas películas que Los vampiros fue incluida como extra en la edición en Blu-ray de Arrow de La máscara del demonio (también fue incluida en los packs en DVD de Anchor Bay que recopilaban las películas de Bava).

Sin embargo, para mí resulta un film muy interesante por la manera en que se mezcla el terror gótico con una historia contemporánea sin elementos sobrenaturales e incluso con algunos toques de ciencia ficción. El argumento coge elementos típicamente góticos como inspirarse en la vida de la infame condesa Erzsebet Bathory y un castillo con mazmorras llenas de esqueletos para mezclarlos con una ambientación contemporánea, mad doctors y elementos propios del pulp.
Un ejemplo de como se mezclan estos elementos lo encontramos en el hecho de que uno de los secuaces que se encarga de secuestrar a las jóvenes, que luego aparecen sin una gota de sangre pero sin heridas aparentes, sea un yonqui que se aviene a colaborar para que le suministren su dosis de droga, una manera moderna de mostrar la alegórica adicción vampírica por la sangre.

Así que tanto por su importancia histórica como por la manera moderna en que recicla elementos góticos, Los vampiros es un film clásico de terror que recomendaría especialmente a los aficionados al género.


13 ene 2014

Orgía de sangre (Baron Blood aka Gli orrori del castello di Norimberga)

En 1972, Mario Bava estrenó Orgía de sangre (Baron Blood), conocida con el poco agraciado título Gli orrori del castello di Norimberga en Italia, un film con el cual el maestro regresaba al terror gótico que le había dado fama pero añadiéndole un toque moderno.

El joven Peter Kleist (Antonio Cantafora) viaja hasta Austria para familiarizarse con el pasado ancestral de su familia. Allí es recibido por su tío, el doctor Karl Hummel (Massimo Girotti), el cual le habla de un terrible antepasado suyo: el barón Otto von Kleist, más conocido como el "barón sangriento". El doctor también le presenta a Peter a la joven estudiante de arquitectura Eva Arnold (Elke Sommer), que trabaja en las obras de restauración del antiguo castillo del malvado barón. Peter y Eva, leyendo un antiguo pergamino, resucitan al barón que inmediatamente empieza a continuar sus sangrientas actividades. Con el pergamino destruido, ¿podrán Peter y Eva detener los terribles crímenes del barón?

Bava, en un principio, no estaba muy interesado en volver al terror gótico. Terminada la fantástica reinvención del giallo que fue Bahía de sangre (Reazione a catena, 1971), Bava prefería seguir con material moderno. Sin embargo, la insistencia del productor Alfredo Leone hizo que finalmente Bava diera vida al guion de Vincent Fotre. La reticencia de Bava era comprensible, en los años 70 el estilo de terror gótico, que la Hammer y la AIP con sus adaptaciones de Edgar Allan Poe hicieron populares en los 60, se veía como algo pasado de moda.

Pero el film mezcla perfectamente los elementos góticos con los modernos, de modo que la película funcionó perfectamente en su momento, y lo sigue haciendo hoy. La fortuna quiso que Leone insistiera en filmar en localizaciones auténticas, así que en lugar de crear el castillo del barón usando los típicos decorados de castillo ruinoso, se rodó en un auténtico castillo, lo que contribuyó enormemente a que la atmósfera de Baron Blood esté perfectamente lograda.

Bava, con su maestría visual, nos ofrece un gran espectáculo terrorífico lleno de fantásticos momentos. Uno de los más memorables es cuando se ve por primera vez el rostro del diabólico barón, iluminado brevemente por un relámpago. Sumado al increíble maquillaje obra de Carlo Rambaldi, el efecto es genial. Otro momento que me encanta es cuando el barón, interpretado por un especialista no acreditado, abre una dama de hierro en la que acaba de meter a una infortunada víctima y vemos el interior lleno de sangre y trozos de carne pegados a las afiladas púas del interior.

La edición en Blu-ray de Arrow Films asegura que se incluyen tres versiones distintas de la película, pero en realidad se trata de dos y media. Es decir, se incluye la versión italiana, con el título antes mencionado que el productor odiaba, y la versión europea, que es la misma que la italiana solo que doblada al inglés y con los títulos de crédito también en inglés, así que no es que sea realmente una versión distinta. Además se incluye la versión americana, que sí es distinta. En esta versión distribuida por la AIP se cortaron 7 minutos de película, ya que el productor Samuel Z. Arkoff pensaba que era demasiado larga; se hizo un nuevo doblaje adaptado al inglés americano y se cambió la supercool banda sonora de Stelvio Cipriani por una más típica de película de terror compuesta por Les Baxter.

De las tres, la que yo prefiero es la italiana, ya que el doblaje europeo inglés no es muy bueno. La versión americana resulta interesante como curiosidad, la banda sonora de Les Baxter no está mal, pero es mejor la versión completa del film.

Baron Blood es una pequeña maravilla que disfruté enormemente. Además de lo ya mencionado, cuenta con la presencia de Nicoletta Elmi, más conocida por los aficionados al cine de terror como La Espeluznante Niña Pelirroja de las Pelis Italianas (seguro que la reconocéis en el tráiler). En definitiva, un film para pasarlo deliciosamente mal.


9 jul 2013

Las dos caras de Las tres caras del miedo

La reciente edición en Blu-ray de Las tres caras del miedo (I tre volti della paura, 1963) de Mario Bava por parte de Arrow Films viene acompañada de la versión americana que Bava realizó de este clásico, retitulada Black Sabbath. Una versión desconocida en Europa y que presenta varios cambios y añadidos, una curiosa versión alternativa que, aunque es inferior a la versión europea, no deja de resultar interesante ya que nos presenta dos visiones distintas de cómo se interpretaba el cine de terror en Estados Unidos y en Europa.

Para aquellos que desconozcan este film, Las tres caras del miedo es una película antológica, nos presenta tres historias que son tres maneras distintas de mostrar el miedo. El film fue financiado tras el gran éxito que Mario Bava había cosechado en Estados Unidos con la clásica La máscara del demonio (La maschera del demonio, 1960) (allí se llamó Black Sunday, de ahí que Las tres caras del miedo pasara a llamarse Black Sabbath en Estados Unidos). La primera historia, El teléfono, trata sobre una prostituta amenazada de muerte por su antiguo chulo a través del teléfono; la segunda historia, El Wurdalak, es un relato gótico de vampiros; la tercera historia, La gota de agua, es un relato de terror sobrenatural.

No voy a hacer una lista de las diferencias entre ambas películas, porque para eso ya tenéis el Blu-ray, donde se detallan todas y cada una de las diferencias entre la versión original europea y la versión americana. Lo que quiero hacer es comentar Black Sabbath para evidenciar lo que hace que sea un film inferior a Las tres caras del miedo.

El teléfono es aquí reconvertido de proto-giallo a historia de fantasmas. Esta es la más floja de las tres historias del filme, y los cambios hechos en la versión americana no hacen más que debilitarla más. El hecho que se elimine la relación lésbica entre las protagonistas (para aplacar la censura americana) no es un cambio que realmente afecte a la capacidad para generar más o menos suspense. Lo que sí afecta es que, aparte de que como historia de fantasmas no tiene ningún sentido, al mostrar el exterior del piso de la protagonista (que ya no es una prostituta) se pierde la atmósfera claustrofóbica de la versión original.

La gota de agua, que en la versión europea es la última historia, viene a continuación. No es muy diferente de la que aparece en Las tres caras del miedo, pero al cambiar el orden de las historias cambia el impacto general del film. Las tres caras del miedo está estructurado de manera que va subiendo de intensidad a medida que avanza, así que acaba con la historia más intensa de las tres. Black Sabbath está más desequilibrado y la sensación final no es tan impactante.

El Wurdalak cierra Black Sabbath. Esta historia se mantiene bastante igual a la original, sin embargo sufre diversos cambios debido a la censura americana. Gran parte de los beneficios que se obtenían con estas películas en Estados Unidos era a través de las sesiones dobles y matinales a las que asistían principalmente adolescentes y niños, de ahí que fuera importante que las películas fueran clasificadas PG, para todos los públicos (en aquel entonces todavía no existía el PG-13, para mayores de 13 años, que domina la cartelera americana actual). En conclusión, pierde algo de impacto debido a los recortes para hacerla apta para todos los públicos.

Aunque sea un film inferior, no carece de interés ya que podemos ver las intros que hizo Boris Karloff para cada historia y algunas escenas paralelas. Pero en realidad, lo único que Black Sabbath tiene a su favor es poder disfrutar de la interpretación de Karloff, que se dobló a si mismo en la versión americana (y el fantástico póster). Un gran añadido que hace esta edición en Blu-ray más atractiva.




7 jul 2010

La máscara del demonio (La maschera del demonio aka The Mask of Satan aka Black Sunday)



La primera película oficialmente dirigida por Mario Bava fue La máscara del demonio (La maschera del demonio, 1960), digo oficialmente porque Bava contaba con una larga experiencia como director de fotografía, operador de cámara y técnico de efectos especiales además de dirigir las películas en las que trabajaba cuando sus directores no estaban pero sin figurar en los títulos de crédito. De hecho, la naturaleza modesta de Bava hace difícil que se haga una filmografía completa ya que en sus películas hacía de guionista y director de fotografía, y otras funciones según que títulos, aparte de dirigir pero no indicaba todas estas funciones en los títulos de crédito.

La máscara del demonio es una película de terror que aún hoy mantiene gran parte de su impacto. Filmada en blanco y negro, los escenarios creados en estudio recrean el bosque de un siniestro cuento de hadas (Blancanieves y los siete enanitos [Snow White and the Seven Dwarfs, David Hand, 1937] fue una gran influencia en el cine fantástico italiano) cuyo aspecto recuerda a los títulos de terror de la Universal de los años 30; la historia y la atmósfera tremendamente gótica recuerdan a los títulos de la Hammer. Todo ello mezclado con la intensidad y destreza visual de un experto con la cámara como Bava.

Desde el arranque del film, en el que vemos como la malvada princesa Asa (Barbara Steele) es condenada junto a su cómplice Igor Javutich (Arturo Domenico) por ejercer la brujería y otras cosas que me da pudor decir; la película te mantiene pegado a la butaca. La condena consiste en clavarle una máscara de hierro que por fuera tiene la efigie de un demonio y por dentro está llena de clavos para después quemarla. Antes de que le claven la máscara, la princesa Asa maldice a sus descendientes amenazando con volver a la vida hasta que todos hayan muerto. La escena  en la que le clavan la máscara resulta impresionante.

La película podría encajar dentro del cine de vampiros pero tiene ciertos toques que la hacen única. Para matar a estos seres se les ha de clavar un estaca en el ojo, suponemos que porque por ahí se libera el alma. Además la princesa Asa sorbe la vida de sus víctimas no mordiendo en el cuello sino con un beso en los labios.

Y otro de los motivos principales por los que la película no ha perdido fuerza es la interpretación de Barbara Steele. Su belleza oscura y sensual, especialmente sus grandes y bellos ojos, encaja perfectamente con la malvada Asa a la que otorga una tremenda sensualidad a pesar de tener un aspecto poco erótico, y por otro lado tiene la suficiente inocencia para interpretar también a la descendiente de Asa, la virginal princesa Katia.

La película está llena de detalles morbosos y escenas impactantes que resultan más chocantes aún teniendo en cuenta que fueron filmadas hace 50 años. Por ejemplo cuando se descubre la tumba de Asa y le quitan la máscara se pueden oír unos desagradables ruidos carnosos provocados por los clavos interiores de la máscara; luego se descubre el rostro de Asa extrañamente bien conservado excepto por los huecos oscuros que tiene en lugar de ojos por los que salen un montón de insectos.

En resumen, si os apetece una película de terror intensa y cargada de estilo no dudéis en ver esta obra maestra de lo macabro.

26 may 2010

Bahía de sangre (Reazione a catena aka Antefatto - Ecologia del delitto aka Bay of Blood aka Twitch of the Death Nerve aka La baie sanglante)


Uno de las muchas obras maestras que dirigió Mario Bava, Bahía de sangre (1971) pasará a la historia como una de las películas fundamentales en lo que luego se conocería como slasher y por la habilidad de Bava de mostrar los más horribles crímenes de la manera más bella posible.

La condesa Federica Donati (Isa Miranda) es asesinada por su marido el conde Filippo Donati (Giovanni Nuvoletti). Justo después el conde es asesinado por una mano misteriosa. Empieza así la reacción en cadena a la que hace referencia el título original, una reacción que consiste en una serie de asesinatos a cada cual más sangriento y en la que se verán implicados la hija del conde y su marido (Claudine Augier y Luigi Pistilli), el hijo de la condesa (Clauido Camaso) y todo aquél que muestre interés en adquirir la disputada bahía.

La compleja e intrincada historia que idearon Mario Bava, Dardano Sachetti, Franco Barberi, Filippo Ottoni y Giuseppe Zaccariello obliga al espectador a estar muy atento a todos los detalles para poder entender qué es lo que sucede. La historia tiene una fuerte base moral en la cual se condena la avaricia que domina a los personajes por poseer la bahía. Es esta avaricia la que los lleva a tener una horrible muerte. Es curioso como este motivo sería cambiado en el slasher americano por el sexo. Algo indicativo de ambas sociedades: en una se condena la avaricia, en la otra el sexo. Aunque siendo honestos, también la última maravilla de Sam Raimi Arrátrame al Infierno (Drag Me To Hell, 2009) es un cuento moral sobre la avaricia.

Los trece diferentes asesinatos que nos muestra la película resaltan por su increíble realismo, cortesía de Carlo Rambaldi (creador de E.T.). Algunos asesinatos serían copiados directamente en Viernes 13. 2ª Parte, y toda la estructura del film sería imitada por casi todos los slashers y bodycounts que se estrenaron a partir de finales de los setenta. Ninguno de ellos, claro, contó con la habilidad y el talento de Bava, que también ejerció de director de fotografía, a la hora de retratar los crímenes con estilo.

Bahía de sangre es un gran clásico imprescindible para los aficionados al giallo, al slasher y al cine en general.