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11 sept 2025

Historia de Ricky (Riky-Oh/Lik wong)

 


 

Desconozco la razón, pero estaba convencido de que ya había comentado Historia de Ricky (Riki-Oh aka Lik wong, Ngai Choi Lam, 1991) en este blog. Pero preparando una entrada para otra película de este director realicé una búsqueda entre las entradas del blog y descubrí, con no poca sorpresa, que esta obra cumbre del cine extremo no aparecía. Alguna vez me había pasado que escribía un artículo sobre una película sobre la que ya había escrito, sin embargo es la primera vez que me pasa lo contrario.

La razón por la que estaba convencido de que ya había escrito sobre Historia de Ricky es que es un título mítico, sobre todo entre los de mi generación. Cuando, entre finales de la década de los 90 y primeros 2000, empezaron a llegar títulos del cine asiático en vídeo y DVD, previamente imposibles de ver para el típico adolescente sin muchos medios, este fue uno de esos títulos cuya fama se propagó más rápido que una noticia falsa en Tik Tok. Algo solo comparable a las películas de John Woo.

Sobre el papel, Riky-Oh no parece nada del otro mundo. Nos encontramos en el futuro: el año 2001. Las prisiones son llevadas por empresas privadas, lo que ha hecho que acaben convertidas en centros de corrupción. Riky-Oh (Louis Fan) es encarcelado tras vengar la muerte de su prometida, al poco de llegar se enfrentará con las diferentes bandas que pueblan la cárcel y a un alcaide corrupto. Sí, el argumento parece el mismo de otros tantos dramas carcelarios, si bien con un toque futurístico. Pero esta adaptación de un manga creado por Masahiko Takajo y Saruwatari Tetsuya, es de todo menos típica. Llena de personajes grotescos y casi inhumanos, Riky-Oh deja una huella indeleble debido a la extrema y grotesca ultraviolencia con que Ngai Choi Lam ilustra las peleas que lleva a cabo el protagonista, con golpes imposibles capaces de reventar estómagos y personajes que utilizan su propio intestino para estrangular a un combatiente.

Ngai Choi Lam, tras unos inicios no muy destacables en Shaw Brothers, se reveló como un experto en el cine extremo y pasado de vueltas cuando empezó a trabajar en Golden Harvest. Riky-Oh es la película en la que su estilo llega a la cumbre. La mezcla de la violencia de tebeo con lo grotesco y el body horror llenan esta cinta de culto de momentos memorables, pero la habilidad de Choi Lam va más allá de simplemente acumular escenas bizarras. El director imprime a la historia un estilo energético y cinético que logra dar vida al mundo en que se mueve Riky-Oh, evitando resultar repetitivo o cansar al espectador con su oleada de sangre y puñetazos.

Historia de Ricky se ha mantenido como un film de culto no solo entre los de mi generación, sino que nuevas generaciones continuamente descubren esta obra maestra. Una gran manera de descubrir a un director cuya filmografía está llena de maravillas como esta.

 

25 jul 2019

The Seventh Curse (Yuen Chun Hap yu Wai See Lee)

 
Hoy llegamos al 11 en delirio con la demencial The Seventh Curse (Yuen Chun Hap yu Wai See Lee, Ngai Choi Lam, 1986), una imposible mezcla de géneros y tonos que no parece real, sino un extraño sueño enfebrecido.

El film arranca con la presentación de Ni Kuang, que según me cuenta internet es realmente el autor de la serie de novelas de aventuras pulp en que se basa la película, en una fiesta donde presenta al doctor Yuen (Siu-Ho Chin) y a su amigo Wisely (Yun-Fat Chow). A partir de aquí se nos empieza a explicar una de las aventuras del doctor Yuen. Entonces empieza el alucinante viaje que es The Seventh Curse. El argumento parece bastante normal: el doctor Yuen recibe la maldición de las siete sangres, que inevitablemente le matará. El doctor Yuen, acompañado de Wisely, Black Dragon (Dick Wei) y la periodista Tsai-Hung (Maggie Chun) intentarán acabar con el malvado brujo Aquala (Elvis Tsui) para eliminar la maldición.

Lo que hace esta película tan memorable son sus contínuos giros y sorpresas. El film empieza con una secuencia típica del cine de acción asiático, con el doctor Yuen ayudando a acabar con unos terroristas en un hospital. Luego sigue con unas escenas que parece propias de una comedia de enredos. De ahí salta al cine de aventuras más pulp para meternos de lleno en la lucha contra Aquala. Una lucha salpicada de momentos eróticos gratuitos y sangrientas escenas. La más sangrienta y bestia sin duda es cuando introducen a dos niños en una prensa para aplastarlos, sus restos añadidos a una piscina de sangre que el malvado brujo usa para crear un monstruo que está a sus órdenes. Al parecer, la sangre de 100 niños es usada para crear este monstruo según saben nuestros héroes ANTES de que el brujo los mate. Sin embargo, los protagonistas tienen claras sus prioridades: en lugar de salvar a los niños se centran en rescatar a sus respectivas chicas.

Decir que The Seventh Curse tiene un ritmo frenético es como decir que la música en una disco está un poco alta. Hay escenas que parecen rodadas a cámara rápida, para que la siguiente locura ocurra lo antes posible ante nuestros cada vez más asombrados ojos. Lo cual alimenta el surrealismo que emana del film, en particular cuando surgen las criaturas fantásticas que ayudan al villano Aquala. Criaturas capaces de provocar unas carcajadas tan bestias que pueden desencajar la mandíbula del espectador.

The Seventh Curse es toda una experiencia. Frenética y absurda, con grandes escenas de acción y momentos que tendrás que ver dos veces para asegurarte de que realmente has visto lo que crees que has visto.