15 dic 2025

The Oily Maniac (You gui zi)

 


 

Procedente del folclore malayo, la leyenda del orang minyak cuenta como, tras hacer un pacto con el diablo, un hombre se transformará en esta criatura y atacará a mujeres inocentes. Esta leyenda ha sido llevaba al cine en diversas ocasiones, pero la versión más conocida fuera del sudeste asiático es la que realizó el director Ho Meng-Hua The Oily Maniac (You gui zi, 1976).

Shen Yuan (Danny Lee) es un joven que se quedó cojo debido a la polio. Esta cojera le crea un complejo de inferioridad, en especial cuando la mujer de la que está enamorado, Lin Chung Yue (Ping Chen), se fija en otro y tampoco se da cuenta de que hay otra mujer que sí está enamorada de él, Li Hsiao-li (Lily Li) la cual intenta salvar a Shen de si mismo. Cuando Shen descubre las injusticias que se cometen a su alrededor sumado a su frustración amorosa, acaba usando un amuleto para convertirse en un orang minyak. Transformado en este monstruo, Shen va matando a los malvados que ve a su alrededor.

El film de Ho Meng-Hua se desvía de la leyenda original para convertir a lo que era una criatura diabólica en una especie de justiciero sanguinario. Esta decisión puede que tuviera como objetivo atenuar el impacto de los violentos ataques del orang minyak, ya que Meng-Hua hace todo lo posible por llenar la película de elementos propios de la exploitation como generosas dosis de violencia sangrienta y sexo. La película hace todo lo posible por presentar a las víctimas del monstruo como auténtica escoria, lo peor de lo peor, para que te alegres cuando quedan destrozados y mutilados, así se añade también un mensaje moral sobre cómo la injusticia es castigada, introducido de manera nada sutil en dos textos, uno al inicio y otro al final.

El terror se introduce en la historia no por los ataques a las víctimas, sino por cómo Shen va perdiendo el control y la cordura, degenerando a medida que avanza el film. Ver a una buena persona destruirse llevaba por el odio y los celos le aporta tragedia a la historia, dándole un toque dramático que, al igual que el mensaje moral, quiere hacer de la película algo más que un encadenamiento de escenas pasadas de vuelta.

Pero las intenciones detrás del mensaje moral o las dosis de tragedia no importan, lo que importa es que The Oily Maniac es una película tremendamente entretenida, como suele ser la norma en las películas de Ho Meng-Hua. Una mezcla de elementos exploitation pero realizados con maestría y talento. Un monstruo exótico e inusual le dan el toque final perfecto a una recomendable cinta de terror al estilo Shaw Brothers.

 

12 dic 2025

Infra-man aka Manziter (Zhong guo chao ren)

 


 

La Shaw Brothers siempre estuvo atenta a las nuevas modas y géneros que llamaban la atención del público. Por eso no le pasó desapercibida la afición que tenían los jóvenes hongkoneses al tokusatsu proveniente de Japón, que entonces dominaba la televisión con Ultraman Kamen Rider (en Occidente se haría más popular este tipo de serie a través de los Power Rangers). De este modo, la Shaw Brothers produjo la primera película de superhéroes de Hong Kong: Infra-man aka Manziter (Zhong guo chao ren aka The Super Inframan, Shan Hua, 1975).

La malvada Reina Glaciar (Terry Liu) surge de las profundidades de la Tierra al frente de su propio ejército de monstruos. Su intención de dominar el planeta y esclavizar a los humanos no pasa desapercibido, poniéndose en movimiento las fuerzas defensoras para detener su avance, pero las armas terrestres son inútiles frente a estos poderosos monstruos de la Edad de Hielo. El profesor Liu Ying-De (Wang Hsieh) lleva tiempo desarrollando un proyecto secreto para crear a un superhombre y, ante los avances de las criaturas de la reitero malvada (porque lo es mucho) Reina Glaciar, Lei Ma (Danny Lee) se ofrece voluntario para convertirse en Infra-man. Solo Infra-man puede enfrentarse a la Reina Glaciar y a sus diabólicas criaturas de la Edad de Hielo.

Estrenada antes de la revolución en los efectos especiales de La guerra de las galaxias (Star Wars, George Lucas, 1977) y que Superman (Richard Donner, 1978) cambiara la manera de acercarse al cine de superhéroes, Infra-man sigue el modelo japonés, con las influencias más obvias de Ultraman Kamen Rider de los que coge distintos elementos. Lo que marca la diferencia de sus contrapartidas japonesas es que las coreografías y la acción están mucho mejor diseñadas y ejecutadas. También, aunque a ojos actuales los trajes resultan algo crudos, destacan las imaginativas criaturas contra las que se enfrenta Infra-man. Todas las criaturas tienen su gracia, pero mi favorita es la Bruja Ojo (Dana). Aquí la tenéis lanzando rayos sobre una pobre víctima desamparada:

 

 

Pero todas las criaturas son realmente un festival:

 


 
La película fue una producción muy cara para la Shaw Brothers, lo que se nota en los fantásticos decorados creados para la ocasión y los efectos especiales. De nuevo, a ojos actuales los efectos pueden resultar algo risibles, pero se ha de ser consciente en que momento fue creada la película. Me doy cuenta de que muchos la verán con el ánimo de burlarse de ella, al estilo "ja, ja, qué cutre". Pero yo disfruto de Infra-man de forma honesta, no desde la distancia irónica, ya que es entretenida de forma constante, divertida y todo un deleite visual.

Resulta sorprendente, pero en su día esto no se apreció este clásico de culto en su país de origen. Unos meses antes de estrenarse Infra-man, dos niños se vieron envueltos en un accidente al intentar imitar las patadas y movimientos de Kamen Rider en la azotea de un edificio. Uno de los niños fue herido grave, pero el otro murió, lo que causó una fuerte reacción contra este tipo de serie. Por ello cuando Infra-man se estrenó muchos padres preocupados no permitieron a sus hijos que fueran a verla, mientras que otros padres no querían pagar para que sus hijos vieran en el cine lo que ya veían gratis por televisión (aunque no por mucho tiempo ya que las series fueron retiradas de la programación en respuesta a la polémica).  En Hong Kong la película fue un gran fracaso teniendo en cuenta la inversión y ambición con que el estudio la había producido. Al rescate de Infra-man llegaron los Estados Unidos, donde la película fue un gran éxito, algo que pilló por sorpresa a la Shaw Brothers que entonces incluso se planteó realizar una secuela que nunca vio la luz. De Estados Unidos la película saltó al resto del mundo, lo que hizo que en poco tiempo Infra-man se convirtiera en una cinta de culto.

Como ya he dicho, muchos disfrutarán burlándose de la película, pero yo no puedo más que honestamente disfrutar y admirar este despliegue de acción, fantasía y, sobre todo, imaginación. Solo hay que dejarse llevar y abrir la mente. 

 

5 dic 2025

City on Fire (Lung foo fung wan)

 


 

"Realismo" no es un adjetivo que te venga a la cabeza al pensar en el cine de acción ni los thrillers producidos en Hong Kong, especialmente durante la década de los 70 y los 80 del siglo XX. Pero eso era a lo que aspiraba Ringo Lam cuando puso en marcha City on Fire (Lung foo fung wan, 1987). Un thriller que entonces era otra producción de bajo presupuesto que se ha convertido en un clásico del género.

El uno de mayo de 1985 en Hong Kong, siete hombres entraron a robar en The Time Watch Company. La policía sabía del plan para el atraco, pero la incompetencia por su parte durante la operación de vigilancia desembocó en el mayor tiroteo que hasta entonces había tenido lugar en Hong Kong. Unos días más tarde, la policía detuvo a los atracadores y Ringo Lam asistió al juicio con curiosidad por ver a los responsables de tan notorio crimen. En lugar de encontrarse villanos "de película", genios criminales musculosos y de aspecto peligroso, lo que vio fue un grupo de personas de aspecto anodino, alejado de los clichés cinematográficos. Eso fue lo que le inspiró para crear City on Fire, una historia más cruda y cercana a la realidad que las acrobáticas películas de acción a lo Jackie Chan o los operísticos tiroteos al estilo John Woo (que en realidad no sería el John Woo que conocemos y amamos hasta el estreno de Un mañana mejor [Ying hung boon sik aka A Better Tomorrow, 1986]), siguiendo el ejemplo de Contra el imperio de la droga (The French Connection, William Friedkin, 1971).

City on Fire está protagonizada por Chow Yun-Fat, que da vida a Ko Chow, un policía que se logra infiltrar en la banda de atracadores de la que forma parte Fu (Danny Lee). Ko está atormentado por una misión semejante que llevó a cabo en el pasado y no acabó bien. Su trabajo también está afectando a su relación con Hung (Carrie Ng), que no sabe de la doble vida de Ko. A pesar de ser consciente de que se trata de un criminal, Ko no puede evitar desarrollar amistad con Fu, lo que hará que sea peor cuando todo estalle durante un atraco que sale mal.

Aunque esta película se suele incluir con otros títulos de la época centrados en la acción y el llamado heroic bloodshed o Gun Fu, lo cierto es que esta película está más cerca del cine negro o el thriller policial con toques de tragedia. La devolución de Hong Kong a China flotaba en el ambiente, dotando al film de mucha inquietud y angustia por el futuro. Los protagonistas se encuentran en situaciones desesperadas y buscan labrarse un futuro mejor, lo que hace aún más potente la tragedia que flota en el ambiente. Es casi un alivio cuando finalmente todo estalla y todos se enfrentan a su destino. Y es lo que sigue haciendo que el film sea efectivo y funcione, a pesar de las películas del mismo estilo que hemos visto desde entonces a ahora.

Supongo también que debería mencionar que esta película es famosa por ser la película que Quentin Tarantino copió cuando hizo Reservoir Dogs (1992). Tarantino cogió giros argumentales, planos y situaciones dramáticas de la película de Lam y los incorporó a su film debut.  No es exactamente plagio, Tarantino lo metió todo en su batidora particular, pero es cierto que tuve la idea de hacer este artículo cuando Tarantino acusó a la autora de Los juegos del hambre de plagiar Battle Royale (Batoru rowaiaru, Kinji Fukasaku, 2000). Me sorprendió por dos motivos: uno, que es una visión muy superficial y que analizando ambas en profundidad son bastante distintas las películas y los libros, y dos porque Tarantino no ha realizado ni una sola película que no contenga dentro argumentos y personajes de otras películas. Que alguien como él no sepa ver que no hay plagio resulta al menos algo irónico.

Volviendo al clásico de Ringo Lam, City on Fire es un título que se ha convertido en clásico más allá de ser una de las muchas películas que han "inspirado" a Tarantino. Es un gran título dentro del cine criminal con escenas cargadas de tensión y una gran interpretación por parte de Chow Yun-Fat.

 

28 nov 2025

Clasificado "S": Transgresión en la Transición (Exorcismo: The Transgressive Legacy of Clasificada "S")

 


 

Clasificado "S": Transgresión en la Transición (Exorcismo: The Transgressive Legacy of Clasificada "S", Alberto Sedano, 2024) es un documental que explora un momento mágico e irrepetible dentro del cine español. La época de oro del cine español, según mi criterio, que abarca la década de los 70 del siglo XX y el principio de la década de los 80.

Tiene una estructura semejante a la del documental Sesión salvaje (2019) de Paco Limón y Julio Cesar Sánchez, ya que tratan el mismo periodo histórico. Pero mientras que Sesión salvaje se centraba más en lo que era el cine de género desde una perspectiva de "cine de barrio", Clasificado "S" se centra más en el cine, pues eso, que fue clasificado S en su estreno. Yo pensaba que el cine S era principalmente cine erótico, pero esta es una idea equivocada. La clasificación S se aplicaba a todas aquellas películas que se consideraban de naturaleza sensible debido, sí, al contenido sexual, pero también la violencia o la temática. Así, películas de terror también fueron clasificadas S, así como películas inclasificables como la comentada aquí Los violadores (Paul Grau, 1981). De hecho, en el blog he comentado diversas películas de las mencionadas en el documental sin tener yo idea de que se trataba de películas clasificadas S como Más allá del terror (Tomás Aznar, 1980)Secta siniestra (Ignacio F. Iquino, 1982)Los ritos sexuales del diablo (José Ramón Larraz, 1982).

Es esta la virtud de este documental, que, aunque seas aficionado al cine de género, en particular al fantaterror y el cine de terror setentero y te conozcas de sobra la historia del por qué de este periodo y cómo acabó (está hecho con un público anglosajón en mente), te descubre nuevas cosas y se disfruta mucho con las anécdotas y el recorrido histórico. Y, sobre todo, te descubre alguna nueva película que desconocías para añadir a la lista de películas a ver. Su duración también le permite entrar en más detalle en hechos que otros documentales pasan más por encima, como el impacto de la ley Miró y por qué fue tan perjudicial para el cine español.

Esta fue una época salvaje, libre y anárquica dentro del cine español, algo que ya no volveremos a ver nunca más. Ahora hay más medios pero son mucho más caros, las únicas películas independientes que se hacen son dramas y el cine de género está muy domesticado. Se siguen haciendo buenas películas, algunas muy buenas, pero ya no hay esa sensación de que puede pasar cualquier cosa, de que no hay límites y todo está permitido. Algo que podemos revivir de nuevo a través de este documental, recuperando las películas que comenta y otras de la época que corren por ahí esperando darle la vuelta a tu cerebro.

 

21 nov 2025

La presa (Southern Comfort)

 


 

Un equipo de la Guardia Nacional, durante lo que se suponía era un ejercicio rutinario en los pantanos de Louisiana, es perseguido y cazado por un grupo de habitantes locales que interpreta su presencia como una intrusión. Perdidos, sin munición, los soldados de fin de semana se ven inmersos en una lucha por la supervivencia más real de la que nunca se imaginaron vivir. Con este argumento, el director Walter Hill convierte La presa (Southern Comfort, 1981) en una mezcla única de acción, thriller y terror de supervivencia.

Walter Hill podía verse como un experto en "cine macho", ya que trata con cierto romanticismo arquetipos varoniles del cine de acción y aventura, pero también por su fijación por el heroísmo testosterónico en películas como Danko: Calor rojo (Red Heat, 1988). Sin embargo, muchas veces también se dedicaba a desmontar a los héroes varoniles que poblaban sus películas. Un ejemplo de esto lo encontramos en La presa, donde sus protagonistas se ven envueltos en una pesadilla no en lejanas selvas sino en su propio país. Es casi inevitable verlo como una alegoría de la guerra de Vietnam, que quedaba relativamente cerca en el tiempo en el momento de escribir y filmar la película, más cuando Hill puebla Southern Comfort con personajes que son reminiscentes de los arquetipos del cine bélico. Unos personajes interpretados por un potente reparto en el que destacan Keith Carradine y Powers Boothe, como protagonistas, mientras que Fred Ward tiene un papel memorable como alguien que se toma demasiado en serio lo que se supone son simples maniobras. En el lado de los villanos, tenemos a Brion James y Sonny Landham, habituales en el cine de acción y de género de los 80, así como eran también regulares de Walter Hill.

En el reparto también tiene un papel destacado, si bien breve, Peter Coyote. Coyote no quedó contento con el film, ya que consideraba que glorificaba la violencia con el uso de la cámara lenta, por influencia de Sam Peckinpah. Desde mi punto de vista, la cámara lenta sirve para enfatizar lo terrible de la situación en que se han visto envueltos los soldados de la Guardia Nacional. Un horror que se acentúa cuando la presión psicológica de estar siendo eliminados uno a uno provoca que algunos de los personajes vayan desconectándose de la realidad. Así, aunque hay un énfasis en la acción, Hill crea uno de los ejemplos más destacados del terror de supervivencia, explorando más profundamente algunos de los temas de Defensa (Deliverance, John Boorman, 1972).

Hill no se prodigó en el terror, aparte de algunos episodios televisivos. Su único otro título que puede ser considerado de terror se le quitó de las manos y Hill se desentendió de lo que conocimos como Supernova (El fin del universo) (Supernova, Thomas Lee, 2000). Es una lástima porque la mezcla de acción y terror, así como el cariño de Hill por el cómic y el pulp, le da a La presa un toque personal distintivo que hace de este un recomendable clásico.