16 feb 2024

Sky Pirates

 
Una de las razones por las que hubo tantas y tantas imitaciones/derivados/copias de la saga Star Wars y de las aventuras de Indiana Jones, además de porque fueron gigantescos éxitos de taquilla, es que la forma de operar de George Lucas parecía, a primera vista, bastante fácil de imitar ya que se trataba simplemente de explotar la nostalgia de su generación. Sin embargo, actualizar los seriales de aventuras del pasado de forma exitosa era mucho más complicado de llevar a cabo con éxito de lo que muchos productores y distribuidores se pensaban, en especial si no se contaba con el presupuesto y los recursos que Lucas y Steven Spielberg tenían a su disposición. También Lucas tuvo suerte en cuanto a poder llegar antes que los demás a las pantallas de cine, ya que no era el único director/productor por entonces que quería hacer una nueva versión de los seriales clásicos de aventuras o llevar al cine personajes como Flash Gordon. Uno de los mejores y más logrados productos de esta época post-Indiana Jones es Sky Pirates (Colin Eggleston, 1986).


Había dos tipos de películas que intentaban aprovechar la estela dejada por En busca del arca perdida (Raiders of the Lost Ark, Steven Spielberg, 1981). Un tipo copiaba directamente la película de Spielberg, el otro buceaba en las fuentes que inspiraron la película de Spielberg. Sky Pirates se encuentra en un punto medio. El productor John D. Lamond llevaba tiempo queriendo adaptar los seriales de aventuras que veía de pequeño y también era un gran admirador de la obra de Spielberg, así que su guion de Sky Pirates tiene alguna escena en la que se nota la "influencia" de En busca del arca perdida, mientras que el argumento pulp poco tiene que ver. Lo curioso es que si nos fijamos en varios giros en su argumento, veremos que el de la posterior Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull, Steven Spielberg, 2008) es prácticamente idéntico. Y Lamond le envió una copia de su película a Spielberg en su día para que le hiciera algún comentario. Así que quién sabe donde acaban las mutuas influencias.

El aventurero protagonista de Sky Pirates es el teniente Harris (John Hargreaves), un piloto que al poco de acabar la Segunda Guerra Mundial recibe la misión de pilotar un avión para transportar una misteriosa carga, de la que se encargan su superior Savage (Max Phipps) y el reverendo Mitchell (Simon Chilvers). Cuando Harris intenta averiguar que lleva en su avión se le comunica que es secreto y se dedique a seguir las órdenes, lo que hace de forma reluctante. Durante el viaje, el avión atraviesa una extraña tormenta sobrenatural que les lleva a un lugar misterioso que se encuentra a kilómetros de la ruta que deberían seguir. Allí encuentran muchos barcos y aviones estrellados, entre los que se encuentra el buque desaparecido durante el experimento Filadelfia. Al regresar, Harris es culpado del fracaso de la misión y de la muerte de la tripulación y condenado a prisión. En ese momento, la hija del reverendo Mitchell, Melanie (Meredith Phillips), le pide ayuda para localizar a su padre que ha desaparecido. Harris escapa para demostrar su inocencia, cosa que cree que puede lograr rescatando al reverendo Mitchell, el cual estaba estudiando una tabla de origen extraterrestre que puede otorgar un gran poder y sabiduría al que la posea.

Sky Pirates apenas dura 90 minutos, pero logra encajar diversas escenas de acción y mucha aventura para su protagonista, así como todas las secuencias de efectos especiales que se pudieron permitir con su presupuesto y medios. Esto hace que, a pesar de la obvia influencia de Indiana Jones (en algunos países Sky Pirates se llamó Dakota Harris, como para hacerlo más evidente), logra desarrollar una personalidad propia con su historia de extraterrestres milenarios, ofreciendo continuo entretenimiento. El reparto no es que sea muy carismático, pero encarnan muy bien sus personajes y resultan creíbles como héroes de los años 40.

El guion no es que sea muy redondo y el villano no está apropiadamente desarrollado, pero su devoción por la aventura pulp es lo que hace esta película memorable y ha hecho que sobreviviera hasta la actualidad, donde puede ser juzgada de forma más apropiada. Es por eso que es una película que interesará a aquellas personas que disfrutaron con películas como The Phantom (El Hombre Enmascarado) (Simon Wincer, 1996) o The Shadow (La Sombra) (The Shadow, Russell Mulcahy, 1994).

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