30 ago 2023

Labios ardientes (The Hot Spot)


 

El thriller erótico y el neo-noir son dos géneros que empezaron a coger fuerza a mediados de la década de los 80 del siglo XX, pero realmente alcanzaron su máxima popularidad durante la década siguiente. La década de los 90 fue la época dorada de estos dos géneros que se entrecruzaban y alimentaban mutuamente. Por un lado, muchos de los argumentos del thriller erótico provienen del cine negro clásico, como base para crear tramas en las que tengan cabida un abundante número de tórridas escenas. Por otro lado, el neo-noir podía ser mucho más explícito en el terreno sexual de lo que fueron sus clásicos antecedentes del cine negro al ser rodados con una censura más permisiva. Labios ardientes (The Hot Spot, Dennis Hopper, 1990) es un gran título dentro del neo-noir con unas gotas de thriller erótico.

Resulta sorprendente que este no sea un título más conocido o que no funcionara en el momento en que se estrenó. Tiene un reparto que hoy es más notorio de lo que podía serlo para el público de 1990. Don Johnson encarna a la perfección el seductor vagabundo Harry Madox, de oscuro pasado y con aficiones criminales, Jennifer Connelly encarna a la perfección la "chica decente" Gloria Harper y Virginia Madsen es una fantástica femme fatale como Dolly Harshaw. Completando el elenco tenemos una gran selección de actores de reparto como William Sadler, Charles Martin Smith y Jack Nance. Es posible que el gran trabajo del reparto se deba a que el director era otro actor notable como fue Dennis Hopper. Y para los amantes del género, el argumento es puro cine negro: Madox llega a un pueblo pequeño de Texas, en el que hace mucha calor. Allí no tardará en verse envuelto en un atraco, un affair amoroso con la esposa de su jefe, Dolly, la cual no tarda en proponerle un plan para librarse del mencionado jefe, y una trama de chantaje cuya víctima es Gloria. No solo el argumento se adhiere fielmente al género, queda claro que Hopper quería realizar una pieza de cine negro con todas las letras.

Charles Williams publicó en 1953 Hell Hath No Fury, luego retitulada en siguientes reediciones The Hot Spot. A principios de los 70 hubo un primer intento de llevar la novela al cine con guion del propio autor y Nona Tyson. Al final el proyecto no llegó a buen puerto y se quedó dando vueltas por los estudios hasta que a finales de los 80 se le ofrece a Mike Figgis, que acababa de estrenar el thriller Lunes tormentoso (Stormy Monday, 1988). Figgis reescribió el guion para darle un aire más contemporáneo y convertirla en una película de atracos. Desacuerdos con el reparto escogido por Figgis hizo que el proyecto volviera a quedar en nada y fue entonces que le llegó a Dennis Hopper.

Hopper recuperó el guion original escrito por Charles Williams y Nona Tyson, lo que ya dejaba claras sus intenciones de rodar una auténtica pieza de cine negro. Esto se nota también en como visten los protagonistas y los coches que conducen. Es decir, mientras que la película se sitúa en el presente en que fue rodada, el vestuario de Don Johnson, Virginia Madsen y Jennifer Connelly parece sacado de los años 50, al igual que los enormes coches que conducen Johnson y Madsen. Esta decisión de Hopper hace que los personajes se muevan en el presente dentro de su propia burbuja noir. Esta decisión puede que también venga influida por el trabajo de David Lynch, que también hace esta especie de mezclas entre presente y pasado, así como la presencia de Jack Nance, un habitual de Lynch, ya que Hopper había trabajado con ambos en Terciopelo azul (Blue Velvet, David Lynch, 1986).

Tanto el título castellano como el original son bastante apropiados, porque es un film muy caliente. La temperatura en la que transcurre la acción es alta, aunque no tan alta como las pasiones bajas que dominan a los personajes. No solo sexuales, también les mueve la avaricia y la ambición. De nuevo, algo muy habitual dentro del cine negro.

Cine negro cargado de pasión, una mezcla irresistible que hace de este un film una delicia. ¿Por qué no triunfó como se merecía? Es un misterio, pero poco importa lo que pasó cuando se estrenó. Lo que importa es poder disfrutarla en el presente, disfrutar con su colección de personajes amorales e inmorales, corruptos y de alma podrida.

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