21 nov 2025

La presa (Southern Comfort)

 


 

Un equipo de la Guardia Nacional, durante lo que se suponía era un ejercicio rutinario en los pantanos de Louisiana, es perseguido y cazado por un grupo de habitantes locales que interpreta su presencia como una intrusión. Perdidos, sin munición, los soldados de fin de semana se ven inmersos en una lucha por la supervivencia más real de la que nunca se imaginaron vivir. Con este argumento, el director Walter Hill convierte La presa (Southern Comfort, 1981) en una mezcla única de acción, thriller y terror de supervivencia.

Walter Hill podía verse como un experto en "cine macho", ya que trata con cierto romanticismo arquetipos varoniles del cine de acción y aventura, pero también por su fijación por el heroísmo testosterónico en películas como Danko: Calor rojo (Red Heat, 1988). Sin embargo, muchas veces también se dedicaba a desmontar a los héroes varoniles que poblaban sus películas. Un ejemplo de esto lo encontramos en La presa, donde sus protagonistas se ven envueltos en una pesadilla no en lejanas selvas sino en su propio país. Es casi inevitable verlo como una alegoría de la guerra de Vietnam, que quedaba relativamente cerca en el tiempo en el momento de escribir y filmar la película, más cuando Hill puebla Southern Comfort con personajes que son reminiscentes de los arquetipos del cine bélico. Unos personajes interpretados por un potente reparto en el que destacan Keith Carradine y Powers Boothe, como protagonistas, mientras que Fred Ward tiene un papel memorable como alguien que se toma demasiado en serio lo que se supone son simples maniobras. En el lado de los villanos, tenemos a Brion James y Sonny Landham, habituales en el cine de acción y de género de los 80, así como eran también regulares de Walter Hill.

En el reparto también tiene un papel destacado, si bien breve, Peter Coyote. Coyote no quedó contento con el film, ya que consideraba que glorificaba la violencia con el uso de la cámara lenta, por influencia de Sam Peckinpah. Desde mi punto de vista, la cámara lenta sirve para enfatizar lo terrible de la situación en que se han visto envueltos los soldados de la Guardia Nacional. Un horror que se acentúa cuando la presión psicológica de estar siendo eliminados uno a uno provoca que algunos de los personajes vayan desconectándose de la realidad. Así, aunque hay un énfasis en la acción, Hill crea uno de los ejemplos más destacados del terror de supervivencia, explorando más profundamente algunos de los temas de Defensa (Deliverance, John Boorman, 1972).

Hill no se prodigó en el terror, aparte de algunos episodios televisivos. Su único otro título que puede ser considerado de terror se le quitó de las manos y Hill se desentendió de lo que conocimos como Supernova (El fin del universo) (Supernova, Thomas Lee, 2000). Es una lástima porque la mezcla de acción y terror, así como el cariño de Hill por el cómic y el pulp, le da a La presa un toque personal distintivo que hace de este un recomendable clásico.

 

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