14 nov 2025

Dioses contra demonios (Hung cheuk wong ji)

 


 

La malvada bruja Raga (Siu-Fung Wong) trae consigo de las más profundas tinieblas a la Virgen Infernal Ashura (Gloria Yip) a nuestro mundo. El objetivo de Raga es abrir las puertas del infierno y facilitar así la llegada del Rey del Infierno. Solo dos monjes se interponen en su camino: Peacock/Kôngquè (Yuen Biao) y Lucky Fruit/Kujaku (Hiroshi Mikami). ¿Podrán cerrar las puertas del infierno a tiempo y salvar la Tierra? Para saberlo tenéis que ver la, en más de un sentido, fantástica Dioses contra demonios (Hung cheuk wong ji, Ngai Choi Lam, 1988).

El estreno de Zu, los guerreros de la montaña mágica (Suk saan: San suk saan gim hap, Tsui Hark, 1983) demostró que se podía hacer en Hong Kong un tipo de película de fantasía, influenciada por las producciones de Steven Spielberg y George Lucas, más elaborada y ambiciosa del que era habitual ver en las pantallas hongkonesas, pero sin perder su esencia propia. Dioses contra demonios sigue la estela del clásico de Tsui Hark, es una fantasía cargada de elaborados efectos especiales y de maquillaje, pero en el caso del film de Ngai Choi Lam nos encontramos con una aventura que mezcla géneros para ofrecerle al espectador una experiencia única.

Peacock King, como es conocida en países de habla inglesa, adapta un manga original de Makoto Ogino. Debido al origen japonés del manga, la película fue una coproducción entre Japón y Hong Kong. De este modo también fue menos problemático conseguir el elevado, para la época, presupuesto que hizo posible construir impresionantes decorados y dar vida con animación stop-motion a varios demonios, así como una memorable transformación por la que pasa Raga. Debido también a ser una coproducción, el film existe en dos versiones. En la japonesa, Hiroshi Mikami es Kujaku, el protagonista y Yuen Biao un nuevo personaje creado para la ocasión. En la hongkonesa es al revés, con Yuen Biao dando vida la monje protagonista del manga. En la versión japonesa también se añadieron unas escenas intrascendentes para darle más papel a Hiroshi Mikami. Una pérdida de tiempo, porque Mikami tiene cero carisma en el film y Biao se convierte en el protagonista sin esfuerzo, supongo que debido a la experiencia de intentar hacerse un hueco entre dos grandes como eran Jackie Chan y Sammo Hung.

Ngai Choi había tenido experiencia con efectos especiales y hablaba japonés, así que era una elección obvia como director. El director imprime una frenética energía al film, navegando entre los distintos géneros que dan vida a la historia con gran facilidad. Así, una escena cómica puede ser seguida de una en la que Raga practica algo de canibalismo seguida de una secuencia de acción para mayor lucimiento de Biao, entonces una gran estrella en Japón, al igual que Gloria Yip.

Muchas veces se dice lo de "ya no hacen películas como esta", pero en este caso es muy apropiado. Dioses contra demonios fue producto de un tiempo y lugar específicos, que le dieron el toque justo de locura ochentera. La mezcla de géneros también hace de este un film fantástico único, que no se parece a nada de lo que se producía en Occidente a pesar de mostrar la influencia de clásicos americanos de la época.  Muy recomendada.

 

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