Jesús Franco, más conocido como Jess Franco entre otros diversos pseudónimos, es considerado un director de culto con un gran número de fans que celebran su obra, cuyos títulos más populares han conocido diversas ediciones en DVD. Yo no me cuento entre sus fans y, tras ver Los depredadores de la noche (Les prédateurs de la nuit aka Faceless, Jesús Franco, 1987), doy por terminados mis intentos de congraciarme con su obra. No me ha gustado ninguna película de este director, así que esta es la última que veré dirigida por él.
El doctor Flamand (Helmut Berger) secuestra modelos y atractivas mujeres, las mata y aprovecha su piel en orden de devolverle la belleza a su hermana Ingrid (Christiane Jane). El doctor Flamand cuenta con la ayuda de su bella asistente Nathalie (Brigitte Lahaie). Una de las modelos secuestradas es Barbara (Caroline Munro), hija de Terry Hallen (Telly Savalas), un rico industrial que contrata al detective privado Morgan (Chris Mitchum) para que averigüe qué le ha pasado a su hija.
Los depredadores de la noche es una especie de remake de otro film de Jesús Franco: Gritos en la noche (1962), y, de hecho, Howard Vernon tiene un cameo en esta película interpretando al doctor Orlof, el protagonista de Gritos en la noche, seguida de varias secuelas oficiales y no oficiales, colaborador habitual de Jess Franco. Por supuesto, ambos filmes son deudores del clásico Ojos sin rostro (Les yeux sans visage, Georges Franju, 1960).
Faceless cuenta con un gran reparto, que incluye a la bella Brigitte Lahaie, la cual se pasa toda la película vestida, algo sorprendente en esta actriz que trabajó en distintas ocasiones con Jean Rollin (otro director de culto que se me hace bastante aburrido), como en Las uvas de la muerte (Les raisins de la mort, Jean Rollin, 1978). Pero ningún reparto puede salvar este tedioso film. Excesivamente largo, a pesar del argumento de serie B y las escenas gore bien hechas, uno tiene la sensación de que el film se arrastra hacia un más que insatisfactorio final. Franco no crea atmósfera, ni tensión, ni nada remotamente parecido al suspense. Las cosas simplemente pasan hasta que la película se acaba.
Supongo que los fans de este director disfrutarán de esta película igual que lo han hecho con otros "clásicos" suyos. Por mi parte, para mí es un director sin interés y me cuesta creer que haya nadie que disfrute con esta película.
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