19 jun 2013

Y se transformaba en insecto espacial


Hay dos imágenes televisivas que quedaron grabadas a fuego en mi mente desde que las vi de niño. Una es la malvada Diana tragándose una rata, la otra la de un hombre que deambulaba por una estación espacial mientras se transformaba en una especie de insecto espacial (serían tres contando el fin de año de Sabrina, pero fue un tipo de impacto completamente diferente).

Diana, encarnada con gran convicción por Jane Badler, era una de las lagartas de V (c. Kenneth Johnson, 1983-1985), serie cuya emisión recuerdo que paralizaba todo el barrio. A través de reposiciones pude comprobar como la serie se conservaba muy bien (las dos primeras miniseries) y de vez en cuando la repaso en DVD, como ya comenté en el artículo que le dediqué.

La otra imagen, la del hombre que se transformaba en insecto espacial, no la de Sabrina, la tenía más difusa en la cabeza ya que no la había visto desde que era niño. Sabía que pertenecía a la serie Doctor Who, la serie más longeva de la historia de la televisión británica: empezó a emitirse en 1963 y sigue todavía hoy día, pero entonces solo sabía que era una serie fascinante protagonizada por un tío raro con bufanda. Hoy ya sé que se trataba de Tom Baker, actor que encarnó al cuarto Doctor Who (al parecer es un ser que se puede regenerar cambiando su apariencia física, lo que facilitó la larga longevidad de la serie), pero entonces no sabía nada de todo esto. Mi yo de mediados de los 80 solo sabía que la serie del tío raro con bufanda era fascinante.

No hace mucho, visitando la página Horrorview, descubrí que se había editado una edición especial de Doctor Who: The Ark in Space. El título no me decía nada, pero al ver la cubierta del DVD inmediatamente volvió a mi cabeza la imagen del pobre desgraciado que contra su voluntad se transformaba en un insecto espacial. Tenía que hacerme con The Ark in Space sí o sí.

La nostalgia es algo maravilloso pero también puede ser muy peligrosa. ¿Y si el visionado actual de The Ark in Space de alguna forma destruía el fantástico (y traumático) recuerdo que había dejado en mi impresionable yo de no-recuerdo-exactamente-cuántos-años-tenía? Por suerte, no he madurado mucho más que cuando me tragaba todo lo que daban por la tele de pequeño, así que cuando me puse a ver el primero de los episodios de este arco, me vi transportado a otro mundo de forma casi inmediata. Solo ver esta cabecera ya se me hizo increíblemente evocadora de aquellas tardes de pan y nocilla:



Pero lo mejor de todo ha sido comprobar lo bien que se ha mantenido esta serie, independientemente del factor nostálgico. Pronto, cuando me vaya haciendo con toda la etapa de Tom Baker en Doctor Who (que es la que vi de pequeño y la única que me interesa), ya comprobaré si es así toda la serie, pero The Ark in Space es realmente una delicia para cualquier aficionado a la ciencia ficción.

La historia arranca cuando el Doctor y sus compañeros Sara Jane Smith (Elisabeth Sladen) y Harry Sullivan (Ian Marter) llegan en el TARDIS (una nave que se mueve por el espacio-tiempo que tiene la apariencia de una cabina telefónica) a una estación espacial de un lejano futuro. Al principio la estación parece abandonada, pero nuestros protagonistas pronto descubren que la tripulación de hecho se haya en un estado de hibernación. Una situación que han aprovechado los Wirrn, una raza insectoide extraterrestre, para alimentarse de ellos y usar sus cuerpos para prolongar la especie. El Doctor deberá impedir que los Wirrn destruyan lo que queda de la humanidad, refugiada en esta estación espacial tras una catástrofe solar que arrasó la Tierra.

Según cuenta el folleto que acompaña la edición en DVD, The Ark in Space (emitida originalmente en Inglaterra en enero y febrero de 1975) es una de las historias clásicas más apreciadas por los fans y está considerada como una de las mejores de la serie. Viéndola es fácil entender por qué. El guion de Robert Holmes resulta tenso y entretenido de principio a fin, incluso en la primera parte que consiste simplemente en los tres protagonistas explorando el arca espacial. Además, la dirección de Rodney Bennett consigue hacerte olvidar que estás viendo una serie de televisión rodada con un presupuesto muy bajo y te sumerjas completamente en la aventura. Sin embargo, esta edición en DVD incluye la posibilidad de ver la serie con nuevos efectos visuales en lugar de las frágiles maquetas de la época para aquellos que necesiten algo de ayuda en su suspensión de la incredulidad.

La historia no solo incorpora elementos clásicos de la ciencia ficción, son evidentes las influencias sobre ella de las aventuras del profesor Quatermass entre otros clásicos, también muestra escenas y momentos que se harían muy populares en el futuro. Por ejemplo, hay una escena en la que Sara se arrastra por unos estrechos túneles de ventilación por los que acechan las insectoides criaturas que parece muy influyente sobre otra escena parecida en Alien, el octavo pasajero (Alien, Ridley Scott, 1979).

De modo que si podéis ver más allá de los rudimentarios efectos especiales y os dejáis llevar por el fantástico guion y unas no menos fantásticas interpretaciones, The Ark in Space puede ser perfectamente disfrutada como una película de ciencia ficción.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, me he topado con esta página buscando información sobre una película y la verdad me he enganchado leyendo tus enfradas. Soy super cinéfilo y me gusta mucho leer otras críticas y opiniones. Me ha llegado muy hondo que alguien preste atención a una serie tan buena (pero sorprendentemente desconocida en general) como es esta. Los capítulos de las nuevas temporadas son increíbles, con guiones estupendos y unos personajes interesantísimos. Te recomiendo que les eches un ojo también, seguro que no te decepcionan. Pues nada, nos vemos por aquí ¡saludos!

Raúl Calvo dijo...

Pues sí, Saúl, los nuevos capítulos están bastante bien, los he estado viendo en Syfy y los disfruté mucho. Gracias por leer el blog. Saludos!