12 jun 2013

Tokio Año Cero de David Peace


Admito que tenía algo de miedo antes de ponerme a leer este libro. Miedo mezclado con anticipación. Este miedo (y esta anticipación) provenían del hecho que la lectura de la tetralogía Red Riding (editado por Alba), la cual conocí a través de su excelente y extremadamente recomendable adaptación televisiva de calidad cinematográfica (comentada aquí), había sido una experiencia tremendamente intensa y peligrosamente absorbente; al acabar cada uno de los cuatro libros me quedaba completamente agotado.

Finalmente tomé aire y me preparé para lo que auguraba sería otra intensa experiencia. Y no me equivoqué. Publicada por Mondadori dentro de su colección dedicada a la novela negra y criminal Roja & Negra, Tokyo Año Cero inaugura una trilogía de novelas que Peace sitúa en el Japón posterior a la Segunda Guerra Mundial. Antes que nada he de aclarar que aunque se trate de una trilogía, este libro se puede leer perfectamente como una novela independiente.

Nuestro protagonista es el detective Minami, el cual se encontrará atrapado en una angustiosa situación cuando se empiecen a investigar los asesinatos de unas jóvenes que aparecen estranguladas en las calles de la ciudad. La situación se vuelve angustiosa debido a corruptelas policiales, a que Minami se encuentra acosado por la mafia japonesa y porque tras un año después de que Japón se rindiera el país es un completo caos.

Peace tiene una habilidad inaudita para colocarnos en la cabeza de sus protagonistas. Lo que significa que, debido a que sus personajes normalmente se encuentran al límite emocionalmente, el lector se encuentra atrapado en una situación al límite mientras lee la novela. Al límite mental y físico.

Con una prosa concisa y directa, que es casi prosa poética, se nos transmite la situación mental de sus personajes creando un ritmo en las frases que hace que el aspecto emocional de lo que sucede nos llegue sin adulterar. Además, en esta ocasión Peace nos sumerge en un Japón destruido, caótico, un paisaje apocalíptico en el que los impotentes personajes tratan de sobrevivir. Al igual que hiciera en sus anteriores trabajos, el autor mezcla realidad y ficción, usando de fondo los asesinatos reales de un asesino en serie japonés que actuó al acabar la Segunda Guerra Mundial.

En definitiva, Tokio Año Cero es una intensa lectura cuya calidad literaria va más allá de lo que podría ser una simple novela de intriga, poniéndose a la altura de monstruos como James Ellroy. Es de lectura obligada si os gustaron las anteriores novelas del autor y un lugar perfecto en el que empezar a conocerlo si no lo habéis leído antes.

4 comentarios:

Mario Salazar dijo...

No conocía el libro y no creo que lo lea aunque quien sabe, lo de la mezcla entre Murakami y Ellroy parece algo a tener en cuenta. Un saludo.

Raúl Calvo dijo...

Dale una oportunidad, es una novela de gran calidad. Saludos.

Patricia dijo...

Pues yo sí que lo voy a leer. Este verano.

Saludos!

Raúl Calvo dijo...

Pues te espera un verano muy intenso.