4 ene 2022

Pacto en la sombra (Phantom of the Mall: Eric's Revenge)

 

Hay películas que sobreviven problemas de producción, pósteres feos, malos títulos y peor distribución. Lo consiguen gracias a tener un concepto original en su centro o por su reparto o por la manera en que el director decidió presentar la historia. Por todas las razones anteriores y otras más, Pacto en la sombra (Phantom of the Mall: Eric's Revenge, Richard Friedman, 1989), contra todo pronóstico, ha sobrevivido y se ha convertido en un film de culto.

Si os habéis fijado en el título original os habréis dado cuenta de que esta película versiona El fantasma de la ópera de Gaston Leroux, trasladando la historia a un centro comercial. Obviamente, la película ignora la novela de Leroux y se inspira más bien en las versiones que crearon la Universal y la Hammer. Melody (Kari Whitman) empieza a trabajar en el recién inaugurado centro comercial, en el cual una misteriosa figura acecha en las sombras. Melody sospecha que su novio Eric (Derek Rydall) no murió en un incendio como le han hecho creer y tal vez sea esa figura misteriosa. El título ya deja claro que es así, por incompresibles razones, así que no hay mucho misterio al respecto: Eric sigue vivo y se quiere vengar de aquellos que incendiaron su casa y mataron a sus padres para poder construir el maldito centro comercial.

Phantom of the Mall aprovechó la popularidad de la versión musical de Andrew Lloyd Webber, estrenada en 1986, para interesar a los espectadores ya que el slasher estaba ya de capa caída. De modo que, mientras la película empieza como un slasher, a medida que avanza el film se inclina más hacia el thriller. Coge así lo mejor de ambos géneros: muertes creativas, persecuciones y acción. También es de apreciar que el director Richard Friedman inyecta saludables dosis de humor negro a la película.

Hoy día, el film resulta interesante por diversos motivos. Sorprende el reparto en el que encontramos a la entonces popular Morgan Fairchild y Pauly Shore, que estaba a punto de convertirse en un popular actor cómico en Estados Unidos. Otro nombre popular en la época era el de la protagonista Kari Whitman, elegida Playmate del mes en febrero de 1988. Sin embargo, cuando los productores quisieron aprovecharse de que tenían a una Playmate en el reparto e idearon un par de escenas en que debería desnudarse, la actriz lógicamente se negó y acabaron usando una doble de cuerpo. Pero lo que hace más interesante el film desde una perspectiva actual es que funciona como una cápsula temporal, capturando en celuloide el momento de gloria de los centros comerciales ochenteros.

En su día el film no tuvo una buena distribución, ganando popularidad cuando se editó en VHS, aunque fue editada en este formato con una pésima calidad de imagen. A pesar de todo, la película sobrevivió, ganando valor con el tiempo. Phantom of the Mall es auténtica diversión ochentera, explotando la idea de un "fantasma del centro comercial" de manera tremendamente entretenida.

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