Si os digo que David F. Friedman tiene un pequeño papel en The Sore Losers (John Michael McCarthy, 1997), ya os podéis hacer una idea del tipo de cine que tiene como referencia esta película. Si os digo que Guitar Wolf, los protagonistas de Wild Zero (Tetsuro Takeuchi, 1999), también intervienen en este film, ya os podéis hacer una idea de lo demencial que es esta película. O tal vez no.
Blackie (Jack Oblivian) es un inmortal procedente de la Frecuencia Asesina. A mediados de los 50 fue enviado a la Tierra con la misión de matar a doce personas pero se le acabó el tiempo antes de que pudiese hacerlo. 42 años más tarde, Blackie logra escapar del limbo en que estaba y regresa a la Tierra con la intención de terminar su misión y eliminar a las personas que le faltan para cumplirla y regresar a la Frecuencia Asesina. Después de recoger a su compañero Mike (Mike Maker) para que le ayude a cumplir su destino, se les une Kerine (Kerine Elkins), una psicópata que mata a más personas de las permitidas provocando que se complique mucho la situación. Es lo más cuerdo que puedo poner aquí de lo que sucede en el film.
El bajo presupuesto en este caso es algo que ayuda al objetivo de McCarthy de crear un film que estilísticamente recuerde a los filmes más desfasados de la exploitation de los 60 y 70. Con un estilo garage/punk/rockabilly, se hace un fetichista tributo continuo a los cómics de la EC, y en varios momentos se citan las normas del Comics Code que provocaron la desaparición de los cómics EC para ser incumplidas de la forma más explícita y salvaje posible.
Acompañado de una fantástica banda sonora, el film bombardea al espectador con momentos delirantes con un estilo, una actitud y un savoir faire que hace que sea imposible no disfrutar de cada uno de estos momentos delirantes. Un salvaje surrealismo que va más allá de los ejercicios estéticos de John Waters, Rob Zombie o Quentin Tarantino. Hay que verlo para creerlo.
(La peli es americana pero incluyo el tráiler alemán para que os hagáis una idea de la estética, ya que el otro tráiler fue hecho con materiales crudos, sin terminar)
2 comentarios:
Aunque se ve muy trashy lo recordaré, me intriga eso que hace ver a Tarantino y Waters como niños de cuna en cuanto a extravagancia, me gusta la idea ya que soy curioso y quiero ver de todo, también mucho entretenimiento salvaje. Un abrazo.
Mario, es muy, muy trashy. Saludos.
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