30 jul 2013

Trans-Gen: Los genes de la muerte (The Kindred)


Trans-Gen: Los genes de la muerte (The Kindred, Stephen Carpenter y Jeffrey Obrow, 1987) es una entretenida película que mezcla el estilo mad doctor de los 50 con los monstruos viscosos y tentaculares de los 80.

Trans-Gen tiene un toque retro en su planteamiento que es posible se origine en el hecho de que uno de sus guionistas fue Joseph Stefano, guionista de Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960). Si sumamos este toque retro al buen reparto y los estupendos efectos especiales, el resultado es una humilde pero muy entretenida película de serie B.

Todo empieza cuando al doctor John Hollins (David Allen Brooks) le comunican que su madre, la doctora Amanda Hollins (Kim Hunter), ha salido del coma en que había caído tras sufrir un ataque al corazón. Su madre le pide con urgencia a John que vaya a su antigua casa de verano y queme todo lo que encuentre allí, que acabe con todos sus antiguos experimentos. La noticia interesa mucho al doctor Phillip Lloyd (Rod Steiger) que hará lo que sea por hacerse con esos experimentos, empezando por matar a la madre de John. Cuando John, acompañado de su prometida Sharon (Talia Balsam), su equipo de jóvenes doctores y la misteriosa Melissa Leftridge (Amanda Pays), llegue a la antigua casa de la familia, el terror se desatará.


En el fondo, el argumento no es más que una excusa para crear la típica situación de "jóvenes en peligro", habitual en el cine de los 80. Sin embargo, el hecho de que los personajes sean adultos y lo sólido de "la excusa", hacen que te olvides de todo y simplemente disfrutes de los desmanes que las criaturas de The Kindred llevan a cabo. No es una película sangrienta, pero queda bastante compensado con escenas muy conseguidas como en la que a una de las pobres víctimas se le meten los tentáculos por debajo de la piel que da mucha cosica (al parecer esa escena y otras fue recortada en la versión distribuida en Estados Unidos pero aparece fuera como en el caso de la edición en vídeo española).

Su falta de pretensiones unido al regustillo de ciencia ficción de los 50 hace que, aunque no sea la película de monstruos más original del mundo, su visionado sea muy agradable para el aficionado al absurdo que nos regala este tipo de películas. Así, uno perdona lo familiar del argumento cuando nos encontramos con una mujer que se transforma en pez o un pobre desgraciado al que ataca una horda de mutantes. Y ya he mencionado los estupendos efectos prácticos, pero el efecto tal vez más alucinante es la interpretación de Rod Steiger: el veterano actor actúa en esta película con la misma intensidad que en un serio drama.

En definitiva, The Kindred es una pequeña delicia para los aficionados. Por desgracia, parece ser que no está editada en DVD o Blu-ray todavía, así que utilicé otro novedoso sistema para verla: el vídeo. Para aquellos que lo desconozcan, funciona de esta manera:


1 Introducir una cinta de vídeo (VHS o Betamax) en un aparato reproductor de vídeo.


2 Apretar PLAY (en ocasiones es necesario rebobinar o "fastforwear").


3 Disfrutar de la película.


4 Una vez acabado el visionado de la película es conveniente rebobinarla, para que no se estropee. Es recomendable usar un aparato rebobinador para no gastar los cabezales del vídeo.


5 Si la película se emitía en dual, como es el caso, y se tenía un vídeo estéreo, como en mi caso, el vídeo grababa las dos pistas de audio (versión original y doblada) y puedes escoger entre dos pistas para ver la película. ¡Increíble!

Hacía mucho tiempo que no veía esta película pero ha sido muy agradable el reencuentro. También me he dado cuenta de lo bien acostumbrado que estoy a la calidad de imagen del Blu-ray y el DVD, ver ahora una película en vídeo te descubre lo mucho que se ha avanzado (y con qué poco nos conformábamos). En fin, un título curioso que podéis añadir a vuestra colección.


5 comentarios:

Dcine dijo...

Jo, es curiosísimo. Vi esta película en su momento de estreno en España (por aquel entonces veía todo lo que ponían gracias a un gran amigo cuyo padre era el dueño de casi todos los cines de la ciudad) y desde entonces no había vuelto a ver nada sobre ella. Hace una semana la recordé y estuve intentando buscar información en la red sobre la misma, de forma infructuosa. No recordaba el título pero recordaba las imágenes, así que no hubo forma.
Y resulta que hoy veo tu post y me encuentro con esta curiosa (y barata, para que nos vamos a engañar) película que recordaba de mi juventud.

Gracias por recordarnos esta y otras películas que no serán míticas, pero que muchos aficionados recordamos de cuando el cine y el vídeo no eran de ultacalidad visual, pero que se hacían querer.

Un saludo,
Barry Collins

Raúl Calvo dijo...

Pues de nada, Barry Collins, para eso creé principalmente el blog: para rescatar películas como esta, hechas con cuatro duros y bastante imaginación.

Bisclavret dijo...

Lo que voy a decir no es una teoría, ni siquiera una hipótesis, es solamente una impresión que dejo aquí por si alguien quiere confirmarla o coregirme. Pero, durante un tiempo, este fue un buen pais. Probablemente sea extensible a toda Europa, pero era algo grande que aquí no hubiese que padecer la censura que se autoimponian en estados unidos, auqnue en su momento sólo pudiese disfrutarlo de forma inconsciente. Ahora creo que ya no es así y lo que viene recortado de Estados unidos se queda así, y me parece una gran una pérdida.
Digo esto porque ahora que no tengo posibilidad de volver a ver esta película, legal o ilegalmente, sólo puedo morderme ,los dientes y murmurar "quiero ver esos tentaculos reptando bajo la piel de esa chica" y me temo que, teniendo en cuanta el poco interés por hacer que las películas lleguen a este pais, tenga que recurrir a alguna edicion americana cuando salga y quedarme sin esos tentaculos...
Vi esta película en su momento videoclub hace muchos años, me gusto, pero había tanto por ver en aquella edad de oro que, por cuestión de estadística, esta no ocupó las primeras filas de mi memoria. Pese a lo mucho que quisiera recuperarla ahora.
Algo he de decir, por feo que fuese el bicho, me supo muy al que al chiquitajo del frasco le cortasen un brazo con la tapa, debo tener un corazón bajo las escamas.
Aquí me quedo con los dientes largos, si al menos las duchas frías tambien sirviesen para esto ;)

Bisclavret dijo...

Y otra cosa debo decir y ya me voy.
Fantástico el trabajo en cartelismo que se hacía en la época, rico artística, concecptual y bizarramente. En ambas versiones.

Raúl Calvo dijo...

Bisclavret, no solo era una versión sin censurar, es que estaba recomendada para menores de 12 años cuando en EUA era para mayores de 18! En fin, es una lástima que esto sea ya parte de la historia, ahora incluso se censuran películas ya censuradas en EUA como pasó con una de las entregas de Saw. Y es cierto que el arte del póster se está perdiendo, ahora la mayoría se hacen con photoshop poniendo juntos a los protas y poca cosa más. Aún se hacen buenos pósters, pero son la minoría.