Posiblemente no, pero Sony y el productor Avi Arad parecen haber conseguido lo que muchas veces intentaron el Doctor Octopus, el Duende Verde o Kraven el Cazador: acabar con Spiderman. O eso parece, desde que el fracaso de The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro (The Amazing Spider-Man 2, Marc Webb, 2014) provocara que se desatara el pánico en Sony.
La última noticia que se tiene es que es posible que Marvel y Sony lleguen a un acuerdo para que Spiderman aparezca en Avengers: Infinity War Part I en el 2018 (según Latino Review), acuerdo que ya intentaron previamente llevar a cabo para Captain America: Civil War y cuyo principal escollo parece ser el productor Avi Arad. Se acabe produciendo o no este acuerdo, los de Sony se están preparando para celebrar una gran junta y decidir un rumbo para el personaje en el cine después de meses de rumores absurdos (como hacer un spin-off protagonizado por la tía May) y contradictorios (el está en marcha/está cancelado que se oye cada dos por tres sobre la hipotética película protagonizada por Veneno).
Si recordáis, cuando se iba a estrenar The Amazing Spider-Man (Marc Webb, 2012), los de Sony estaban muy entusiasmados y se hablaba de crear un Spideyverse que agrupara películas hechas a partir de la franquicia principal. Pero teniendo en cuenta que ninguna de las dos nuevas entregas de Spiderman han funcionado como se esperaba (parece que la primera Spider-Man [2002] de Sam Raimi sigue siendo la más exitosa de todas las hechas hasta el momento), estos planes se han enfriado.
¿Cómo se ha llegado a este punto? Fácil. Los ejecutivos que provocaron que Spider-Man 3 (Sam Raimi, 2007) fuera un bodrio son las mismas que controlan la franquicia actualmente.
Spider-Man y Spider-Man 2 (Sam Raimi, 2004) siguen siendo estupendas muestras del género hoy día. Personalmente creo que Spider-Man 2 es la mejor película que se ha hecho sobre el personaje (espero que hasta ahora). Captaban perfectamente la esencia del personaje y lo enfrentaban a un villano que jugaba un rol importante no solo como villano pero también como reflejo de algún punto de la trama dramática.
Este perfecto equilibrio se rompió cuando Sony insistió en crear una gran épica en la que Spiderman se enfrentara a más de un villano y la insistencia de que uno de esos villanos fuera el por entonces popular Veneno. Raimi no tenía ningún interés en Veneno pero claudicó en orden de poder filmar lo que sería el cierre de las tramas iniciadas en las dos anteriores entregas. Por desgracia, el poco interés y la desgana de Raimi que se originan en la insistencia del estudio para incluir a Veneno provocaron que esta fuera una de sus peores películas como director.
Si en las dos anteriores entregas había dominado perfectamente el tono de los films, de modo que en ocasiones rozaba el ridículo pero frenaba a tiempo para quedarse en lo genial, en la tercera entrega Raimi pierde la perspectiva y el resultado son escenas ridículas que no funcionan. En The Amazing Spider-Man se intentaron corregir algunos de estos errores, creando toda una nueva serie de errores.
El principal problema de Amazing Spider-Man es que es una película de superhéroes dirigida por un director que parecía sentirse avergonzado de estar haciendo una película de superhéroes. Pero lo peor es que se pierde la esencia del personaje: ya no es la simple casualidad la que hace que Peter Parker se convierta en Spiderman, ahora es el DESTINO: Peter Parker es el ÚNICO que podía convertirse en Spiderman. Pero lo peor es que se abandona el credo del personaje: un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Tomando nota de las críticas y quejas recibidas, Sony decide que para enmendarse lo mejor es volver al modelo que tan bien funcionó en el pasado: Spider-Man 3. Para el fan de Spiderman que esto escribe, Amazing Spider-Man 2 le puede romper el corazón: hay momentos, escenas que son puro Spiderman, una increíble traslación de las viñetas a la pantalla. Y entonces entra en juego el pésimo guion con momentos realmente cursis (como ridículas apariciones del capitán Stacy) y escenas ridículas que parecen más propias de Batman y Robin (Batman and Robin, Joel Schumacher, 1997) que de una película de superhéroes moderna. Además de que se empequeñece el universo de Spiderman, haciendo que todos los villanos se generen en Oscorp.
Por supuesto, el peor fallo de Amazing Spider-Man 2 es que al intentar meter demasiadas cosas en una sola película el resultado es que ninguna representación de los villanos resulta satisfactoria, las tramas quedan subdesarrolladas y lo que debería haber ocupado toda una película (la muerte de Gwen Stacy y sus consecuencias) se comprime en los momentos finales de la película. Y el resultado es una película que ya se considera como de las peores películas del género y que no satisfizo a casi nadie, como el propio Andrew Garfield comenta aquí.
Como ya he dicho, los malos resultados y la reacción adversa que sufrió Amazing Spider-Man 2 ha provocado que a Sony le dé el pánico y da la sensación de que no saben qué hacer con el personaje (incluso se ha llegado a hablar de otro reboot).
Pero yo soy optimista, así que espero que el acuerdo con Marvel funcione y acabe significando que ambos estudios colaboren para crear grandes películas protagonizadas por mi héroe favorito. Que aparten a Avi Arad de las películas de Spiderman tampoco estaría mal. Y si nada funciona, por lo menos tengo dos grandes películas de Spiderman que disfrutar.
4 comentarios:
Mi película de Spiderman favorita, y la que me obsesionó, fue la primera de Raimi. La secuela me resultó indiferente (me gustó pero no la seguí con tanto interés), y la tercera de nuevo volvió a obsesionarme pero luego salí decepcionado como pocas veces.
The Amazin Spiderman me parece un bodrio de principio a fin, y su secuela, aunque es regular, me resultó mucho más divertida.
Visto lo visto, creo que lo mejor que le puede pasar a Spiderman es caer en manos de la Marvel cinematográfica, a ver qué pasa.
La verdad es que tanto los 4 fantásticos, como Ghost Rider, los X-Men y Spiderman se verían beneficiados si los derechos volvieran a la Marvel, pero dudo mucho que los estudios cedan unos derechos que les ha dado suculentos beneficios (bueno, tal vez sí que dejarán pasar los derechos de Ghost Rider).
Sony creyó tener la gallina de los huevos de oro, a la que podría exprimir durante décadas, no contó que en tiempos de descargas, hasta los mayores fans prefieren ver el una nueva entrega descafeinada desde el salón de su casa que dejarse nueve eurazos y llevarse una nueva decepción. Marvel estudios sabe bien lo que se hace, y Guardianes d ela Galaxia es buena prueba de ello (aunque a mí me pareció un tanto infantil, ese es mi miedo con la alianza con Disney). ¿Por qué no buscar un director top y que éste cree el proyecto a su antojo? A Spiderman le pegan JJ Abrams o Brad Bird, a Daredevil, Fincher o el Soderberg más oscuro. Por pedir...
Lo bueno que tiene Marvel es que adopta el tono de sus películas al héroe que las protagoniza. El problema de estos directores top es que creo que su personalidad se impondría al personaje, cuando lo esencial en este tipo de adaptaciones es respetar la esencia del personaje y no querer "mejorarlo" o "hacerlo más real".
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