24 may 2012

V

En Televisión de culto, Antonio Blanco apuntaba que todos aquellos que desarrollamos nuestra infancia antes de la llegada de las televisiones privadas tenemos una cosa común que nos hermana a todos: los mismos recuerdos televisivos, es decir los mismos impactos generacionales.

La bola de cristal o la actuación de Nochevieja de Sabrina en 1987 son ejemplos de momentos que compartimos todos, que nos marcaron a todos por igual. Bueno, el caso de Sabrina tal vez más a unos que a otros, pero fue algo de lo que se habló largo y tendido al día siguiente. En todo caso, el momento en que la malvada Diana, encarnada por una deliciosa Jane Badler, se tragaba una rata enorme como si nada en V (1983) fue otro momento que impactó a toda una generación, tal vez más de una ya que España entera se paralizaba cada noche viendo "la serie de los lagartos".

Los tebeos editados por Forum o los cromos que regalaba Teleindiscreta, así como los cachivaches que venían en pastelillos diversos relacionados con la serie eran coleccionados con suma avidez. En su momento fue todo un fenómeno, alimentado por otros grandes momentos como el nacimiento del híbrido lagarto/humano, un cliffhanger que no se vería superado hasta la llegada de Perdidos.

¿Cómo se ha conservado con los años esta serie? No es ningún secreto que vistas hoy en día, otras series míticas de entonces como El coche fantástico, El halcón callejero o El equipo A han envejecido muy mal y a nuestros ojos resultan infantiles y algo ridículas. Otras, como la divertida (y adelantada a su tiempo) El gran héroe americano han conservado cierta simpatía, tal vez por lo original, entonces, de su premisa. Para los que no tuvieron el gusto de disfrutarla, El gran héroe americano giraba en torno a un normal y corriente profesor de instituto, Ralph Hinkley (William Katt), que una noche se encuentra un extraño traje dejado por unos extraterrestres. El traje otorga poderes a quien lo lleva, por desgracia Hinkley pierde el libro de instrucciones, con lo que va aprendiendo como funciona a base de golpes y se convierte así en el héroe más torpe de la historia. La serie contaba además con la agradable presencia de Connie Sellecca como la novia del "héroe".

En todo caso, V podríamos decir que tiene un poco de cada. Es decir, mientras que la primera y segunda miniserie han envejecido muy bien, la serie regular no tanto.

V fue creada por Kenneth Johnson, director y guionista de la primera miniserie. La idea se le ocurrió a Johnson partiendo de la siguiente premisa: ¿y si Estados Unidos se convirtiera en una dictadura fascista? A partir de aquí acabó desarrollando una invasión extraterrestre por seres que en apariencia son iguales a nosotros pero bajo la piel son monstruos.

Los lagartos invasores son una clara alegoría a los nazis. De hecho toda la serie es una alegoría al gobierno nazi. Los uniformes, los signos de las banderas, la manera en que van implantando sus políticas, la manipulación de los medios... De ahí que la serie esté dedicada a los rebeldes y "a todos aquellos luchadores por la libertad presentes, pasados y futuros". Toda esta alegoría se me pasó al verla de niño, fue al ver las reposiciones que me percaté de ello.

Un guion inteligente, acción y un gran desarrollo, junto a los efectos especiales que convirtieron la serie en la más cara de la historia entonces (un millón de dólares por episodio) hacen que esta primera miniserie de dos episodios se haya conservado estupendamente. Claro que ahora toda la alegoría y el mensaje se hace mucho más obvio pero a pesar de ello sigue siendo muy entretenida. Un clásico de la ciencia ficción.

V fue seguida de otra miniserie: V: la batalla final (V: The Final Battle, 1984). Por desacuerdos en cómo desarrollar la serie, Johnson fue apartado del equipo creativo, y en cierta forma se nota en esta segunda entrega. Esta más orientada hacia la acción y no hay alegorías ni segundas lecturas (supongo que ya se habían desarrollado al máximo en la primera miniserie).

Estos tres episodios están bastante bien, añadiendo ideas y hallazgos a la mitología de la serie inolvidables. El anteriormente mencionado híbrido de lagarto y humano siendo uno de los más memorables, así como "la niña de las estrellas" que luego en la serie de TV se convertiría en nada menos que Jennifer Cooke, la cual aparece también en una de las mejores entregas de la saga Viernes 13. También empezó a tener más protagonismo Willie, o como lo llamábamos nosotros: el lagarto bueno, que encarnaba un entonces desconocido Robert Englund. A la fantásticamente malvada Diana se le unía otra lagarta estupenda: Pamela, interpretada por Sarah Douglas.

Y a partir de aquí la cosa se tuerce.


Johnson había dejado muy claro que la única manera en que iba a funcionar V era en forma de miniseries. Hacer una serie regular sería demasiado repetitivo y acabaría aburriendo. Pero ya hemos dicho que Johnson fue apartado (demasiado) pronto y los ejecutivos querían exprimir al máximo la gallina de los huevos de oro que acababan de encontrar. Y por supuesto acabaron por matarla.

Tras la segunda miniserie se inició una serie regular de televisión, que solamente duró una temporada de 19 episodios. El problema con V, la serie de TV, que luego se repitió en el remake del 2009 (evidentemente hay gente que no aprende de los errores del pasado), es que resulta demasiado tópica y vulgar. Incluso hay un episodio donde los de la resistencia tienen que ayudar a un granjero al que le roban ganado, premisa repetida hasta la saciedad desde que se emitieron las primeras series del oeste. La historia no avanza y todos los episodios acaban siendo iguales. Además, quisieron también ahorrar gastos con los efectos, lo que acabó redundando en la calidad de la serie. La audiencia fue bajando y la serie acabó siendo cancelada.

Pero no todo es malo. Si vale la pena ver esta serie es por los envenenados enfrentamientos entre Diana y otra "lagarta" de impresión: Lydia, a la que dio vida y mucha carne June Chadwick.

Mientras recomiendo a todos los aficionados a la ci-fi las dos primeras miniseries, la serie se la pueden ahorrar si son demasiado jóvenes para haberla visto. Claro, que cuando me compré el pack iban todas juntas, pero bueno, siempre os podéis quedar con Lydia y Diana y obviar el resto de la serie.

2 comentarios:

Einer dijo...

Yo también me compré el pack que trae todo y la he visto hace poco y coincido en todo lo que dices. Los efectos que más anticuados están son los de las persecuciones en las naves, el resto están bien, aunque alguno como la aparición de la nave al principio cante un poco. Los que mejor aguantan son los maquillajes.

Y sí, la serie se va apagando porque se vuelve tremendamente repetitiva. Creo que no es el mismo problema de la versión moderna. Aquí, al final, pasa siempre lo mismo; en la versión moderna, vi la primera temporada y la sensación fue «nunca pasa nada».

Jane Badler y June Chadwick están to' buenas, pero Laura Vandervoort no se queda atrás.

Raúl Calvo dijo...

Sí, para ser una serie de TV los efectos se han conservado más o menos. Como tú dices cantan los de las persecuciones de naves, que en la serie se dedicaron a repetir una y otra vez (en algunos momentos se nota que simplemente han cogido lo que hicieron en las miniseries en plan corta y pega).

Tienes razón, el problema de la moderna es que nunca pasa nada, obligados a estirar la historia para llenar temporadas.