14 may 2012

Juegos secretos (Little Children)

 
A pesar de que el título en castellano hace pensar en telefilmes petardos de esos que pone Antena 3 al mediodía, Juegos secretos (Little Children, Todd Field, 2006) es un interesante drama que cuenta como las vidas de cuatro personajes se mezclarán y transformarán en una de esas comunidades de clase media-alta suburbana americana que tanto gusta de criticar y analizar en el cine.

Una tranquila comunidad de Massachussetts se ve alterada por la noticia de que un pederasta puesto en libertad condicional, Ronnie J. McGorvey (Jackie Earle Haley), va a vivir entre las familias que la pueblan. Sarah Pierce (Kate Winslet), hace poco que se ha mudado a esta comunidad con su familia. Se siente insatisfecha y algo atrapada por su vida familiar pero las cosas cambian cuando inicia un ilícito romance con Brad Adamson (Patrick Wilson), un "amo" de casa que se siente algo "castrado" por su mujer Kathy (Jennifer Connelly). Larry Hedges (Noah Emmerich), es un ex policía que ve como su vida se derrumba mientras introduce a Brad en su patrulla vecinal y que cada vez está más obsesionado con el pederasta Ronnie.

Esta fantástica película demuestra cómo se puede coger un tema muy manido (la vida secreta de la clase media-alta) y convertirlo en algo fascinante y absorbente. La fuerza del film radica no tanto en su argumento sino en sus personajes y en la manera en que se nos cuenta su historia. El film adapta una novela de Tom Perrotta (autor también de la novela en que se basó la estupenda Election [Alexander Payne, 1999]), y en su guion adopta varias características propias de la literatura. Pero si bien los films excesivamente literarios pueden resultar en ocasiones demasiado farragosos y pesados, en esta ocasión funciona. Funciona, creo, porque la voz narradora está muy bien realizada y nos introduce en el tono irónico del film, que combina drama y comedia de forma muy natural. Y especialmente resulta acertada esta combinación por como en ocasiones la comedia surge de momentos dramáticos de los personajes.

Los niños pequeños a los que hace referencia el título original son los protagonistas adultos del film. Inmaduros, inseguros, insatisfechos, Brad y Sarah parecen incapaces de realizar acciones que les saquen del pozo en el que están. En particular Brad, que se presenta por tercera vez a un exámen que ha de aprobar para poder ejercer la abogacía. Cuando se supone que está estudiando en la biblioteca, en realidad se queda sentado en un banco viendo como unos chicos practican acrobacias con sus monopatines. Tampoco ayuda que su esposa Kathy lo trate en ocasiones como un niño. Sarah, por su parte, se empieza a arrepentir de haber sacrificado su carrera para quedarse en casa para dedicarse a cuidar de su hija. Los paralelismos con Madame Bovary se hacen explícitos en el film, mientras la relación entre Brad y Sarah se inicia con una broma en principio inocente y algo inmadura.

Por otro lado, el retrato de Ronnie resulta curioso, combinando escenas que parecen querer que el espectador sienta compasión por él, seguidas de otras que lo muestran como un ser despreciable. De entre los secundarios también destaca el marido de Sarah, Richard (Gregg Edelman), el cual se empieza a obsesionar con una modelo erótica que tiene una página en Internet que Richard visita de forma obsesiva, absolutamente fascinado por ella (llegando incluso a comprar objetos que en teoría le pertenecen a la venta en la web de la modelo y masturbarse en la oficina en que trabaja arriesgándose a ser descubierto).

Little Children puede que no cuente nada nuevo y original, pero desde luego lo parece por la forma en que lo hace. Absorbente y divertida, los hechos cotidianos se cuentan desplegando un gran estilo visual, lo que contribuye que, a pesar de tener rasgos muy literarios, sea un film interesante de ver, más allá de lo que dice (que también es interesante).

4 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

No conocía esta película. Apuntada queda pues.

Raúl Calvo dijo...

Espero que te guste, aunque no hay vigilantes enloquecidos masacrando criminales.

Daniel Bermeo dijo...

Suscribo todas tus palabras. Es una película fascinante (mira que el trailer te deja helado, queriendo devorarte la pelicula entera) que tal vez no nos trae algo nuevo, pero lo que hace lo convierte en una interesante y muy atractiva propuesta sobre la vida falsa en los suburbios. Es hinoptica y maneja muy bien el ritmo. Y qué decir de su exquisito guión y sus increibles actuaciones.
Me ha gustado cómo interpretas el título de la pelicula que sin duda comparto plenamente tu criterio.
Una pelicula que sin duda vale oro.

Saludos!

Raúl Calvo dijo...

Es cierto que el tráiler es casi un corto, con el uso que hace del sonido de los trenes y los personajes. Te das cuenta de lo mucho que se ha perdido el arte del tráiler. La interpretación se me ocurrió en la escena que Brad mira las facturas de las suscripciones a revistas y discute con su mujer si necesita o esas revistas, parece un niño pequeño pidiéndole la paga a su madre!

Me alegro que le guste a alguien más, pensaba que la fría acogida que ha tenido indicaba que a nadie le interesaba. Saludos.