2 mar 2015

Mapa de Maps to the Stars


Este artículo tiene como objetivo mostrar cuáles son los principales elementos que hacen de Maps to the Stars (2014) una auténtica película de David Cronenberg para que os sirva de guía cuando la veáis. Si queréis leer una crítica sobre la película, donde se trate solamente su valor cinematográfico, podéis leer la crítica que he escrito para Underbrain Mgz clicando aquí:


Cronenberg tiene la virtud de que incluso cuando rueda proyectos basados en novelas, obras de teatro o filma guiones ajenos, estos encajan siempre a la perfección con sus propios intereses. De modo que todo su corpus cinematográfico es muy sólido aunque no siempre partiera de él la génesis del proyecto. Hay dos temas clave en su obra que nos encontramos repetidos constantemente, aunque de diferente forma, y que nos encontramos también en Maps to the Stars. Uno es la fascinación del director por las subculturas y los grupos sociales con sus propias normas; el otro, más importante, es la noción que dentro de nosotros (de nuestro cuerpo) albergamos "las semillas de nuestra propia destrucción y en cualquier momento pueden germinar". Algo que, según el director, da miedo porque "no hay defensa contra ello, ni escapatoria" (según conta en una entrevista durante la promoción de La mosca [The Fly, 1986]).

Esta fascinación sobre como el cuerpo puede provocar nuestra propia destrucción fue evolucionando en la obra de Cronenberg, yendo, en cierto modo, de fuera a dentro. Es decir, en un principio esta noción se presentaba como una revolución del cuerpo que se manifiesta de forma destructiva. Es la parte de su obra que se centra más en el body horror, las películas con las que empezó a tener notoriedad. Pero a partir de Inseparables (Dead Ringers, 1988), se empieza a mostrar esta noción de forma más psicológica, como en la reciente Cosmopolis (2012).

En el caso de Maps to the Stars, la mayoria de los personajes llevan consigo las semillas de su propia destrucción. Es el caso de la joven Agatha, a la que da vida Mia Wasikowska, que al principio de la película aparece ocultando las cicatrices de su primer brote autodestructivo y cuyo viaje a Hollywood servirá como catalizador para la destrucción del resto de personajes. Es también el caso de la egoísta, tiránica y retorcida Havana Segrand, una fantástica Julianne Moore, cuya obsesión con su madre hará que se vea acosada de forma explícita por los fantasmas de su pasado. Y es el caso de la familia Weiss, cuya manera de tapar y reprimir el pasado será la clave de su destrucción.

Dentro de la familia Weiss, resulta interesante destacar el cabeza de familia, el doctor Stafford Weiss, interpretado por John Cusack. El doctor Weiss es una especia de gurú que se dedica a escribir libros de autoayuda y ejerce una curiosa terapia física con sus pacientes. Salvando las distancias entre ambos filmes, lo cierto es que recuerda bastante a personajes cronenbergianos como el doctor Raglan (Oliver Reed) que aparecía en Cromosoma 3 (The Brood, 1979).

El tono de Maps to the Stars es bastante parecido al de Cosmopolis, en ambas películas se utiliza el humor negro y la sátira para reflejar un grupo social cerrado que actúa según sus propias reglas. Como ya he indicado, este tipo de observación es típica de Cronenberg, que ya mostraba su fascinación por las subculturas en Fast Company (1979), y en el caso de Maps to the Stars esta mirada se dirige a la selva hollywoodiense. Por supuesto, esta observación se hace a través de personajes profundamente disfuncionales, de modo que se hace un retrato que no está muy alejado del Bret Easton Ellis de sus buenos tiempos.

Espero que este artículo os haya ayudado a entender un poco mejor Maps to the Stars y os haya aclarado que es lo que hace de ella una película puramente cronenbergiana.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, Raúl. Primero que nada, felicidades por el blog, ¡es genial! Respecto a la crítica, que considero impecable, hay algo que no entendí, quizás me puedas ayudar. Soy fan de Cronenberg y he visto todos sus films, en los que se hablan siempre de temas como la violencia, el sexo, la enfermedad y, como decís, la autodestrucción de uno mismo, pero lo de las subculturas y los grupos sociales con sus propias normas, es algo que se me escapa. Muchas gracias y excelente blog.

Raúl Calvo dijo...

Cronenberg siente interés por estudiar grupos sociales con normas propias que pueden parecer extrañas o bizarras para la gente de fuera, algo que menciona en varios de los audiocomentarios que ha hecho de sus películas (el de Promesas del Este me viene ahora a la memoria). Por ejemplo, la sociedad cerrada de las celebridades de Hollywood en esta película, la mafia rusa en Promesas del Este, los conductores de carreras de Fast Company, los fetichistas de accidentes de Crash, la opera de Pekín en M. Butterfly... Este interés se conecta con otros y sirve como fondo para sus historias como sucede en Crash. Era a esto a lo que me refería.

Unknown dijo...

Ahora te entiendo. Gracias por la aclaración! La verdad es que se había pasado por alto.