24 oct 2016

Vamp

 
Mezclar comedia y terror de forma que ambos elementos queden bien equilibrados es bastante difícil, pero cuando funciona el resultado final es realmente fantástico, como ejemplifican títulos como Terroríficamente muertos (Evil Dead II, Sam Raimi, 1987), Re-Animator (Stuart Gordon, 1985), Un hombre lobo americano en Londres (An American Werewolf in London, John Landis, 1981) o el título que comentamos hoy, Vamp (Richard Wenk, 1986).

Richard Wenk estuvo hace poco de actualidad por ser uno de los guionistas del remake Los siete magníficos (The Magnificent Seven, Antoine Fuqua, 2016). Fue mientras escribía la crítica de esta película que comprobé los anteriores créditos de Wenk en IMDB y recordé así que había sido el director de la cinta de culto Vamp. Cinta de culto por varios motivos, el principal es que sigue la definición original del término, ya que pasó desapercibida en su momento en taquilla y no fue hasta la llegada del vídeo que empezó a adquirir cierta reputación, pero también por un reparto que incluía a Grace Jones.

El argumento de Vamp en su momento fue innovador, enmarcado dentro de la modernización del vampiro que Anne Rice encabezó con la publicación de Entrevista con el vampiro en 1976. En el cine esta tendencia nos dio títulos como El ansia (The Hunger, Tony Scott, 1983), Los viajeros de la noche (Near Dark, Kathryn Bigelow, 1987) o Jóvenes ocultos (The Lost Boys, Joel Schumacher, 1987). Vamp está protagonizada por Keith (Chris Makepeace) y AJ (Robert Rusler), dos amigos que para entrar en una fraternidad deben conseguir una stripper para una fiesta. Acompañados del playboy perdedor Duncan (Gedde Watanabe), esta búsqueda los lleva hasta el local After Dark. Allí encuentran todo lo que podrían desear, incluso la amiga del instituto Amaretto (Dedee Pfeiffer). Solo hay una pega: las strippers y los que llevan el local son vampiros y Keith y AJ son sus próximas víctimas.

Es posible que a muchos les resulte familiar la historia que cuenta esta película, ya que es muy parecida a la de Abierto hasta el amanecer (From Dusk Till Dawn, Robert Rodriguez, 1996). El parecido no es casual, resulta que Robert Kurtzman y Quentin Tarantino idearon Abierto hasta el amanecer después de ver Vamp, como un "homenaje". Para evitar demandas, Kurtzman y Tarantino se pusieron en contacto con el productor de Vamp para que fuera también el productor de su película, aunque el trato finalmente no se consumó. Pero Vamp tampoco surgió de la nada, hay momentos en que nos recuerda el estilo y tono de Jo, ¡qué noche! (After Hours, Martin Scorsese, 1985). Este hecho, curiosamente, le otorga personalidad propia a Vamp, ya que, por fortuna, la aleja de las comedias universitarias de sal gruesa populares en los 80.

Tanto los elementos terroríficos como la comedia funcionan por la misma razón: personajes que caen simpáticos. Incluso AJ, que en otra película sería un listillo muy hostiable, aquí se acaba ganando al espectador. Los secundarios como Sandy Baron y Billy Drago enriquecen un reparto cuyo principal atractivo, en los 80, era la presencia de Grace Jones como reina vampira. Jones encarna con facilidad una criatura sobrenatural, sus espaciadas apariciones son todas memorables.

Como decíamos al principio, es difícil encontrar películas que mezclen terror y comedia de forma efectiva. Vamp lo logra creando un fantástico film de culto que recomiendo a todo aquel que todavía no lo haya visto.


2 comentarios:

miquel zueras dijo...

La revisé hace poco y me hizo gracia su estética ochentera y que apareciera un por entonces desconocido para mí Billy Drago.
Y es verdad, tiene muchas similitudes con "Abierto hasta el amanecer".
Saludos!
Borgo.

Raúl Calvo dijo...

Al parecer Billy Drago hace como 100 películas al año, cada aparición siempre memorable. Y lo curioso es que la estética ochentera que ahora nos hace gracia, entonces era lo normal! En fin, me alegra ver que más gente la disfruta. Un saludo.