12 abr 2011

Recuerda lo que dijo el lirón: Sucker Punch


Tenía mucha curiosidad por ver Sucker Punch (2011) de Zack Snyder ya que se trata de la primera película original que hace. Es decir, no se trata de un remake (Amanecer de los muertos (Dawn of the Dead, 2004)), ni la adaptación de un cómic (300 (2006), Watchmen (2009)), ni se basa en una serie de novelas (Ga'Hoole - La leyenda de los guardianes (Legends of the Guardians - The Owls of Ga'Hoole, 2010)). Por primera vez Snyder realiza una película sin las muletas de un trabajo previo, usando un guion escrito por él y Steve Shibuya. Para mí Sucker Punch iba a servir para ver si Snyder es simplemente un director competente a la hora de crear escenas de acción con buen gusto para escoger sus lecturas o un cineasta realmente interesante.

Os digo de entrada que oiréis muchas cosas malas de esta película. Gente que la odiará con pasión.

No encontraréis nada de eso aquí.

También os digo que es una película que se ha de ver para poder juzgarla y no dejarse llevar por comentarios ajenos, ya sean a favor o en contra. No os forméis una opinión hasta haberla visto y no entréis en la sala de cine con ideas preconcebidas. Lo mejor es ir con la mente abierta para cualquier cosa.

Sucker Punch es fantasiosa, frenética y fetichista. Una auténtica película del siglo XXI por la manera en que construye su discurso visual mezclando los códigos narrativos de diferentes medios. Abundan las referencias cinematográficas, especialmente Oz, un mundo fantástico (Return to Oz, Walter Murch, 1985), pero también es palpable la influencia de los videojuegos, los cómics y el anime. Todo ello es usado por Snyder para construir una serie de muñecas rusas, cada una encapsulando un nivel distinto de realidad (o irrealidad).

Primero nos encontramos con una visión hiperestilizada de los años 30, en el cual vemos como Baby Doll (Emily Browning) es internada en un manicomio, un lugar especializado en jovencitas dementes o antisociales. Y recordad que durante ésa década en Estados Unidos era bastante fácil que una joven fuera internada en un manicomio, simplemente por no comportarse bien. Era posible que si la chica en cuestión fuera lesbiana intentaran curarle su "desviación" a base de electroshocks.

Una vez ingresada, Baby Doll se sumerge en el segundo plano narrativo, en la cual se imagina el manicomio como una especie de burdel en el cual las chicas hacen números musicales supervisados por Madame Gorski (Carla Gugino) y donde Baby Doll espera a que la vendan al Gran Apostador (John Hamm). En este nivel es cuando Baby Doll planea fugarse contando con la ayuda de Rocket (Jena Malone), Blondie (Vanessa Hudgens), Amber (Jamie Chung) y Sweet Pea (Abbie Cornish) (notad que ninguno de los nombres es real). Todo esto, por supuesto, tiene su contrapartida en el mundo real, en el cual Baby Doll espera a que la lobotomicen.

Como parte del plan, Baby Doll deberá ejecutar una serie de bailes para despistar a los secuaces y villanos, durante estos bailes se sumergirá en el tercer plano narrativo: fantasías que son representaciones de los objetos/objetivos que necesitan para fugarse. En cada una de estas fantasías aparece un misterioso personaje, interpretado por el gran Scott Glen, que explicará la misión a las chicas. Es en estas fantasías donde se concentra la parte más espectacular de la película y donde Snyder crea un collage visual, mezclando fantasía, ciencia ficción, pulp, steampunk y mil cosas más.

Es importante señalar aquí la música, que tiene una gran importancia en este palno. En Sucker Punch se hace algo parecido a lo que hicieron (o perpetraron, depende de a quién le preguntéis) en Moulin Rouge (Baz Luhrmann, 2001): coger canciones conocidas y versionarlas de manera que encajen con la película. Así podemos escuchar versiones de Sweet Dreams de Eurythmics, Where is my mind? de Pixies o Search and Destroy de Iggy Pop and The Stooges. Sin embargo, resulta especialmente significativa una de las canciones utilizadas: White Rabbit, escrita por Grace Slick y un gran clásico de Jefferson Airplane. Significativa porque si conocéis la canción, sabréis que se trata de un homenaje que hizo de Slick a la obra de Lewis Carroll. Y la obra de Carroll es también una gran influencia en esta película.


Si habéis leído la obra clásica de Carroll Alicia en el País de las Maravillas sabréis que el libro en sí no tiene una trama. Vamos siendo testigos de las diferentes y surrealistas peripecias de Alicia hasta que esta se encuentra de nuevo en el mundo real. Su anárquica narrativa y libérrima fantasía ha hecho que la obra de Carroll se convierta en clásica y que una obra destinada al público infantil pueda ser apreciada por los adultos por su calidad poética y alucinógena (más sobre Alícia y Carroll en mi post Alicia en Sunderland).

De la misma manera, Sucker Punch tiene un argumento bastante sencillo pero eso no quiere decir que la película sea simple. El argumento no es más que un medio para conseguir un objetivo. Lo mismo que, por ejemplo, en Pink Floyd The Wall (Alan Parker, 1982) se utiliza un argumento muy sencillo (un cantante de rock sufre una crisis nerviosa, eso es todo lo que en realidad sucede) porque lo que  interesa en realidad es explorar una serie de temas y representarlos de una manera que sólo es posible por lo sencillo de su argumento. Otros cineastas como Akira Kurosawa en Los siete samuráis (Shichinin no samurai, 1954) hicieron lo mismo: buscar una premisa argumental básica que les permitiera tratar los temas que realmente querían tratar más allá de la historia que se desarrollaba en la pantalla.

Sucker Punch tiene un argumento sencillo y una estructura básica que le permite explorar y explotar visualmente diversos temas sin que el espectador se pierda. La estructura de la película sigue la de las películas de fugas como La gran evasión (The Great Scape, John Sturges, 1963) y el mecanismo de un videojuego (obtener objetos en misiones exponencialmente más complicadas) para que el espectador no se vea abrumado por el espectáculo que está viendo.

En ese sentido hace lo mismo que hizo Christopher Nolan en Origen (Inception, 2010). La única diferencia es que Nolan utilizó la estructura de las películas de robos/misiones (reunir el equipo-el objetivo-el plan-preparación-ejecución-lo que puede salir mal sale mal-botín/se cumple misión) para explorar el mundo del subconsciente. Los elementos conocidos, hasta tópicos, por el espectador le permite anclarse para disfrutar de los eventos que se despliegan en la pantalla y no perderse.

Sucker Punch es, en definitiva, un espectacular y oscuro cuento de hadas. Y como todos los cuentos de hadas, también tiene su moraleja. Es también una película que exige más de un visionado para poder apreciar todos los ricos matices de los que la película está plagado. Ya sea un fantasía geek o un alegato feminista, lo cierto es que intuyo que es una película destinada a chocar con aquellos "cinematográficamente miopes", aquellos habituados a una narrativa convencional, que serán incapaces de ver más allá de los orcos y zombis nazis a vapor y desecharán la película como un espectáculo puramente superficial. Algo parecido a lo que le sucedió a otro clásico contemporáneo, en su momento despreciado por ser un simple espectáculo de efectos especiales: Blade Runner (Ridley Scott, 1982).

Un consejo: si todavía no la habéis visto (y no tenéis la costumbre de hacerlo) quedaos a ver los títulos de crédito finales.

12 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

Yo fui a verla el dia del estreno y, por supuesto, fuí al único al que le gustó. Luego nos quejamos de la falta de originalidad en el cine, pero cuando se estrena algo minimamente distinto, no va ni Dios a verla. Pues nada, seguid con A todo gas...

En fin, a lo que iba. Me pareció una muy buena película de acción con efectos especiales made in Snyder, pero creo que ese primer paso de la realidad a la fantasia (cuando van a lobotomizar a la protagonista) se hace un poco brusco, y eso dificulta, al menos durante un buen rato, saber qué puñetas está pasando.
Otro asunto que me jodió fué el hecho de que no usaran la versión original de White Rabbit, una de mis canciones favoritas, y la cambiaran por una versión pseudo modernita que no me convence en absoluto. Me pareció algo innecesario, más aún cuando las canciones originales son mucho mejores y no hace falta versionarlas, pero en el caso de White Rabbit me fastidió especialmente.

Quitando estos dos puntos, Sucker Punch es, en mi opinión, una de las mejores y mas originales películas de acción que se han estrenado ultimamente (aunque no es la mejor de Snyder). Lástima que esté destinada al fracaso por culpa de un público tan cerrado y simplón.

Einer dijo...

Yo diría que Amber sí es un nombre real, ¿no?
Perdí el interés por la peli al leer tanta crítica negativa pero tras leer esto me han entrado ganas de verla en el cine.
Los créditos me encantan y Snyder ya nos ha dejado varias perlas. Se ve que también le gustan.

Raúl Calvo dijo...

Dr. Gonzo, a mí la transición no se me hizo brusca, aunque entiendo que puede parecerlo ya que se produce un cambio en la velocidad de los fotogramas. Y creo que, dejando de lado si son mejores o peores, versionar las canciones era necesario para que encajasen en la realidad alternativa y que las relacionemos con lo que pasa en la película y no en las canciones en sí. Yo también prefiero las versiones originales pero creo era necesario reformarlas para que encajasen en el ritmo y el estilo de la película.

Einer, en inlgés puede ser tanto un nombre como un adjetivo. Creo que lo que sale en los créditos posiblemente forme parte de un montaje mayor que tal vez se pueda ver algún día.

Luis Cifer dijo...

A mí me fascinó todo su apartado visual, pero el guión es demasiado pobre, me supo a poco.
Comparar esta peli con blade runner es un poquito exagerado, ¿no?

Raúl Calvo dijo...

Cuando hablas de guion, en realidad te refieres al argumento.

Precisamente el hecho de que su argumento sea sencillo permite crear diversas realidades y capas de significado. La relación con Blade Runner es que en el momento de su estreno fue recibida por la crítica y el público de manera negativa y fue con el tiempo que fue adquiriendo el estatus que tiene actualmente porque la gente pudo digerir mejor la película. Y el argumento de Blade Runner, si te paras a analizarlo (y he visto las cinco versiones diferentes de la película, lo he analizado a fondo) es bastante sencillo: Deckard va cazando replicantes uno a uno. Y ya está. Esa sencillez permite a la película trascender ya que le deja sitio para explorar emociones, temas, cuestiones, personajes que un guion, es decir argumento, complicado no.

Cuando tienes una película con un argumento sencillo puedes usar el espacio para expandir la película en distintas direcciones. Y normalmente es señal de que el director usa el argumento simplemente como premisa para otra cosa.

Con argumentos complejos e historias complicadas, la película invierte todo su tiempo en explicar esa historia. Piensa en cualquiera de Alfred Hitchcock.

El hecho que la trama o el argumento sea sencillo no quiere decir que el guion o la película lo sea.

Ariadna dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ariadna dijo...

Pues yo he leído más críticas positivas que negativas sobre esta película... A mí me encantó, casi tanto como Amanecer de los muertos (que me pareció una obra maestra, en serio), y a la altura de la magnífica Watchmen. Todas las pelis que he visto hasta ahora de Zack Snyder me han parecido joyitas (quiero ver 300, pero me da que esa no me va a gustar tanto). Sucker punch es una maravilla visualmente, y el argumento es muy simple, sí, pero tiene tantos recovecos y lecturas... Es una ida de olla bizarra, oscura y fascinante. Quería hacer el siguiente post de mi blog sobre esta cinta, pero ahora, después de leer tu comentario tan bueno y tan completo, me va a costar más trabajo...

En lo que no coincido contigo, ni con el resto de la humanidad, es en la admiración por Blade runner... Lo siento, no puedo con ella, la he visto dos veces y las dos me ha parecido un plomo tremendo. Jo, había escrito otro comentario en el que criticaba un poco más esta peli y lo he borrado, a veces me arrepiento de llevar tanto la contraria con las películas de culto, pero es que mis opiniones son así de raras :(

Raúl Calvo dijo...

Ariadna, no eres la única a la cual no le gusta Blade Runner. Críticos como el especialista en cine de acción Vern o el prestigioso Roger Ebert tampoco la aguantan. Si bien a mí la película me encanta, Blade Runner digo, no estoy de acuerdo con "las dictaduras del gusto", el hecho de que haya películas que se consideran incriticables "porque todo el mundo" cree que son buenas. Eso no existe, todas las películas son criticables e incluso necesario enfrontar opiniones para crear debate.

Y te animo a que, después de tu comentario sobre Sucker Punch, hagas una crítica y expliques por qué no te gusta Blade Runner.

Javier Simpson dijo...

Quiénes son esos críticos que ponen a caldo Blade Runner para no leerlos nunca? ;)
Yo también quiero ver esta peli de Snyder. Me interesa el tipo de cine visual que hace, y aunque Watchman no me convenció, aunque no pude ver la versión que me recomendaste, sí me gustó mucho 300.
Muy buenas las comparaciones con otras pelis como La gran evasión y Origen; creo saber por dónde puede ir la peli... y eso de los mundos alternativos. Si está en cine me acercaré a verla, posiblemente, aunque el viernes estrenen otra de ciencia ficción que me tira también: Código fuente. Buena entrada, Raül.

Raúl Calvo dijo...

Javi, si Código fuente la estrenan este viernes, te diría que vayas primero a Sucker Punch que lleva más tiempo en taquilla. Aunque creo que tienen alguna cosa en común, y también me apetece verla.

Ariadna dijo...

Hola Raül, hace tiempo pensé en escribir un post y titularlo "Por qué no me gustan Blade runner ni Casablanca", pero pensé que a lo mejor resultaría un poco polémico, porque se trataba de criticar dos films considerados sagrados e intocables por el 90%, o más, de los cinéfilos del mundo. Y a mí no me suele gustar crear polémica, aunque pueda parecer lo contrario por el nombre de mi blog, jajaja. Es sólo que tengo unas opiniones bastante inclasificables y que no se suelen ajustar a los gustos de las demás personas, no lo digo por tirarme el pegote, es verdad, jajaja. La mayoría de las películas consideradas clásicas y puestas en un pedestal por la mayoría de los cinéfilos, a mí no me gustan, y lo mismo con los directores, pero no me siento preparada todavía para defender mis opiniones con convicción, sería un poco cansado para mí, a lo mejor más adelante... Hala, qué parrafada me ha salido, sorry.

Raúl Calvo dijo...

Ambas tienen muchas cosas en común.