10 oct 2011

Jeepers Creepers


Original (en su momento) película de terror, Jeepers Creepers (Victor Salva, 2001) se estrenó sin mucho bombo y platillo para convertirse en lo que los americanos llaman sleeper, un éxito inesperado. Producida sin mucho dinero pero con bastante estilo, gran parte de la efectividad de la película radica en cómo manipula las expectativas del espectador durante su primera parte. Fue seguida de una desangelada secuela, no muy efectiva, y Victor Salva, guionista y director de las dos, prepara una tercera parte para estrenarla el 2013.

Hasta aquí sería el típico comentario de una película de estas características. Sin embargo, mientras buscaba información interesante sobre el film, descubrí que Victor Salva fue condenado por abuso de menores (abusó sexualmente del actor infantil que actuó en su película Clownhouse (1989)), por lo que cumplió una condena de un año y unos meses en la cárcel y le fue concedida la libertad condicional en 1992. La condena fue una sorpresa para su mentor Francis Ford Coppola, productor de sus filmes convencido del talento como cineasta de Salva, y mantuvo largas conversaciones con Salva en la cárcel para intentar entender que fue lo que pasó. Al parecer, Salva fue él mismo víctima de abusos físicos y psíquicos por parte de su padrastro alcohólico, lo que le provocó toda una serie de traumas. Desde que fue liberado, Salva dio un giro a su vida, no ha vuelto a cometer ningún crimen y ha luchado por conseguir financiación para sus películas, algo difícil a pesar de contar con el apoyo de Coppola.

Cuando descubrí todo esto tuve una primera reacción de rechazo hacia la película de Salva. Luego me di cuenta de lo absurdo que era. Es decir, la película seguía siendo la misma, pero, por lo que hizo Salva a finales de los 80, ¿de repente tenía que dejar de gustarme? Salva cumplió condena por lo que hizo (periodo durante el cual recibió abundantes palizas por parte de los otros presos), y no ha vuelto a cometer ningún tipo de abuso ni crimen, dedicándose a intentar tirar adelante su carrera como cineasta. Concluí que se trata de un hombre que ha pagado por sus crímenes e intenta redimirse a través del arte. Y luego pensé en Roman Polanski. Polanski mantuvo relaciones sexuales con una niña y huyó de Estados Unidos para no ser condenado por el mismo crimen que Salva (razón por la cual Polanski no ha vuelto a poner un pie allí para no ser encarcelado). A pesar de no haber cumplido condena de ningún tipo, Polanski es un respetado director y no ha tenido problemas en desarrollar diferentes proyectos. Algunas de mis películas favoritas las ha dirigido Polanski.

Por tanto, como alguien sabio dijo alguna vez, se trata del arte y no del artista. Consecuentemente, juzgaré las películas por si mismas, no por quien las haya hecho.

Y lo cierto es que Jeepers Creepers es una entretenida película de terror. Su inicio recuerda conscientemente a El diablo sobre ruedas (Duel, Steven Spielberg, 1971), para plantar en el espectador la idea de que se trata de una película de psicópatas normal y corriente. Pero a medida que la historia avanza, se van descubriendo nuevas capas, hasta revelarse como una intensa monster movie.

Patricia (Gina Philips) y Darry (Justin Long), la pareja de hermanos protagonista, no son unos personajes de los que te enamoras, pero tampoco son especialmente irritantes. Parecen personas normales y corrientes, con sus momentos buenos y malos. De todas maneras, lo normal de los hermanos protagonistas hace que destaquen más los personajes peculiares que pueblan el film.

Pero lo que más me atrae (y razón por la que la vi en el lejano 2001), es su aspecto de película de carretera. Siempre he tenido debilidad por las road movies de terror, aunque no he visto muchas que sean realmente buenas, creo que por lo indefensos que parecen los personajes en sus coches. Cualquier cosa te puede pasar en la carretera, te puedes encontrar con cualquiera en la carretera. Y Jeepers Creepers empieza como una pura película de carretera, y, aunque luego cambia, nunca acaba de abandonar la senda peligrosa de la que tantos conductores han de tener cuidado.

Tratándose de una monster movie, es inevitable mencionar la criatura contra la que se enfrentan los protagonistas. La criatura funciona, creo, porque mezcla elementos clásicos de los villanos monstruosos que hemos visto en el pasado, lo que da como resultado, paradójicamente, una criatura bastante original y característica.

En conclusión, recomiendo esta película de terror a aquellos que no la hayan visto, para poder luego regodearse a gusto comentando lo malas que son las películas de ahora por comparación. Es entretenida y tiene sus toques de humor negro, además de una buena serie de escenas cargadas de suspense.

7 comentarios:

Daniel Bermeo dijo...

A mi la primera vez que la vi me gustó muchisimo justamente por lo que dices sobre su primera parte y la manera que consigue el director de manipular al espectador. Aunque soy franco y decir que cuando llega casi al final siento que el film pierde algo de esencia, aunque de por si es muy disfrutable ver una buena pelicula de terror. Hubieron momentos en los que realmente me asusté. La pareja protagonistas hacen un buen trabajo, nos metemos en su piel (al menos yo xD).
Con respecto a su polemico director, de verdad no estaba al tanto de aquella situacion, pero coincido en que uno debe juzgar la obra y no el artista, si fuera asi muchas de las que considero obras maestras se irian al caño.

Un saludo :)

Einer dijo...

Jeepers Creepers me gustó en su momento aunque la que me gusta mucho de Salva es Powder. Siempre que la echan por la tele me engancho.

Lo que comentas del tema de los abusos a menores es alucinante, pero lo que más me sorprende es que sólo estuviera en la cárcel 15 meses. Que quieres que te diga, no me da ninguna pena que le inflaran a hostias en la cárcel, aunque si él también sufrió abusos eso explica muchas cosas pero creo que no le justifica en absoluto. Una persona así quizás no debería ser tratado como un criminal sino como un enfermo, pero 15 meses... me resulta sorprendente para un delito como este en EE.UU. Este tipo de personas deberían estar en terapia durante el resto de sus vidas.

En cuanto al tema de si ver sus películas o no, creo que hay que ver algunos factores. Primero su voluntad de cambio o no. Es diferente alguien que se arrepiente de haber cometido el delito que alguien que se jacta de ello.

También influye cuánto te guste el artista (o lo que hace). Pienso por ejemplo en el caso de Michael Jackson -yo nunca me he creído las acusaciones de abusos- y si se demostrara de manera irrefutable que cometió abusos me sentiría profundamente defraudado pero no sé si podría dejar de escuchar su música porque me gusta demasiado Michael Jackson como artista.

También habría que ver si efectivamente está rehabilitado o no y si sus obras suponen una fuente de financiación para sus delitos. Si un etarra, poniendo otro ejemplo, hiciera unas películas que ni Kubrick o Coppola y la recaudación financiará el terrorismo pues yo no las vería, por muy buenas que fuesen.

Es un tema espinoso, yo de momento seguiré viendo lo que hace -porque me gusta- y aparentemente está rehabilitado y arrepentido y todo el mundo se merece una segunda oportunidad, pero dudas y detractores va a haber siempre. No creo que la regla de analizar cada película por sí misma sea valida, más bien creo que habría que analizar cada caso individualmente.

Raúl Calvo dijo...

Daniel, estoy de acuerdo que hacia el final la película pierde algo de gas, creo que porque sigue las lineas habituales de las monster movies que nos son tan familiares.

Einer, Powder fue realizada por Salva al poco de salir de la cárcel. Yo no la he visto, pero se comenta que parte del subtexto de la película refleja en parte la experiencia del propio Salva, tú que la has visto podrás juzgarlo mejor. Al parecer estuvo poco tiempo en prisión porque abusó sólo de un niño (que tampoco lo hace menos malo) y no hubo violación (en el sentido que no le penetró analmente y lo que hizo fue forzarlo a mantener sexo oral y tocamientos. De nuevo, no lo hace menos malo). Y salió de la cárcel pero la terapia la siguió haciendo. Además, en cada rodaje le ha de explicar lo que pasó a todo el equipo para que lo sepan. Y sujeto como ha estado al escrutinio público, está fuera de toda duda que se ha mantenido limpio en los 10 años que lleva fuera.

En cuanto a que si la película sirve para financiar un delito, ahí no hay duda. O sea, es algo que va claramente contra la ley y por tanto no se ha de permitir. Es decir, si una película se descubre que ayuda a financiar el terrorismo sería retirada de la circulación porque financiar terroristas es ilegal. Ahí no hay debate. El debate es ver si lo que opinemos de una persona (especialmente si ésta ha llevado a cabo actos moralmente despreciables como hicieron Salva y Polanski) ha de influir en cómo juzguemos la obra que ha hecho.

Javier Simpson dijo...

Increíble la historia de Salva; sabía que Coppola lo había apoyado, pero no conocía la historia.
A mí la peli me gustó; me parece que consigue mantener una tensión y un misterio bastante destacables (sobre todo al principio. Cuando se sabe que hace el monstruo y tal ya no es lo mismo, aunque sí mantiene un buen nivel; no le veo ese bajón al que aludís). Tiene algo de la serie b a mi modo de ver.
Me ha gustado esa etiqueta que le pones (no sé si tuya) de monster movie -)
¿No te recuerda a Carretera el infierno de Rutger Hauer y C. Thoman Howell?
Un saludo, Raül.

ATTICUS dijo...

Espero que de esta vez pueda publicar.
Raul esta pelicula la vi no hace mucho,la verdad es que a mi la malgama de films de terror que sacan en los ultimos años me tirrian un poco,por "casi" todas son igualicas como diria un buen maño.
A mi esta me entretuvo,como bien dices tu,escenas entretenidas.

ATTICUS dijo...

Por fin,llevaba muchas entrads intentandolo.

Raúl Calvo dijo...

Javi, la película se mantiene entretenida hasta el final, cuando digo "bajón" me refiero a que como entra dentro de las directrices de las monster movies pues pierde algo de la tensión que acumula al principio. Y "monster movie" no es algo que yo me inventara, es como se denominan, pues eso, las pelis de monstruos. Aunque no tengo problema en apropiarme del mérito, ja, ja. Y sí, el principio tiene un innegable toque de Carretera al infierno mezclado con El diablo sobre ruedas. Y es una serie B con todas las de la ley, tanto por argumento como por presupuesto, lo que para mí es siempre algo bueno. Saludos.

Atticus, no entiendo pq no te dejaba publicar, ni sé pq podría pasar (la informática no es lo mío), pero si ya puedes, lo dejamos como otro misterio de Internet. En cuanto a las pelis, la verdad es que hay de todo, aunque normalmente las más iguales son las que se estrenan en cines, ya que los distribuidores van a lo seguro.