25 ene 2012

Tan incorrecta que no es ni normal


Hay tantas cosas que están moralmente mal en esta película...

El argumento de Querido profesor (Pretty Maids All in a Row, Roger Vadim, 1971) podría parecer el de una oscura exploitation de bajo presupuesto, una película erótica de usar y tirar, pero he aquí el primer hecho sorprendente relacionado con esta película: fue una producción de la Metro, dirigida por Roger Vadim, producida y escrita por Gene Roddenberry -el creador de Star Trek (!)- y protagonizada por actores de la talla de Rock Hudson, Angie Dickinson, Telly Savalas y Roddy McDowall.

Hudson encarna a Michael "Tiger" McDrew, un licenciado en psicología que trabaja como consejero escolar y entrenador en un instituto. Tiger se dedica a conquistar tantas estudiantes de 17 años como puede y cuando se cansa de alguna la mata y se busca una nueva. También se dedica a asesorar a Ponce (John David Carson), un inexperto estudiante, al que prepara para ser su sucesor. Savalas es el capitán Sam Surcher, el policía encargado de investigar los asesinatos de las jóvenes y bellas estudiantes.

Vista hoy día, Pretty Maids All in a Row resulta chocante. La abierta misogínia, la manera en como convierte a las chicas en simples objetos decorativos, el extraño tono que tiene la película mezclando la comedia picante -precursora de un género que haría furor en los 80- con una trama de asesinatos, el despliegue de bellas modelos y actrices desnudas... son todos ellos elementos que harían impensable que ningún estudio se atreviera a producir una película semejante. En ese sentido, no deja de tener un innegable interés sociológico, ya que es claramente un producto de su tiempo.


Cuando produjo esta película, la Metro no pasaba por su mejor momento. Según Roger Vadim, en su autobiografía, la suya era la única película en producción en aquel momento, dejando de lado algunas series televisivas, en un estudio que todavía se regía por el antiguo y poco económico sistema  de rodaje de la era dorada de los estudios. La Metro había contratado a Vadim en un desesperado intento de estrenar un éxito, una película que estuviese en sintonía con el nuevo cine que había empezado a adueñarse de las salas a finales de los 60 y primeros 70. Los estudios se habían quedado obsoletos y eran dirigidos por ejecutivos que no se habían dado cuenta de que la sociedad y el público estaban cambiando, provocando una severa crisis cinematográfica. El resultado de todo ello fue que esta película tenía más cosas en común con las producciones de bajo presupuesto de la época que con las propias de un gran estudio.

En la película no es que se adopte un tono de comedia negra, parece más bien una mezcla inconsciente de elementos que en un mundo racional no se deberían mezclar. Es decir, no es como en Escuela de jóvenes asesinos (Heathers, Michael Lehman, 1988) donde hay una clara intención de hacer una ácida y satírica comedia negra, es más bien como si les hubiera salido por accidente. Lo que la hace más interesante por su misma extraña naturaleza.

Por un lado, Vadim se dedica a lo que mejor sabe hacer: filmar bellezas, en cantidad suficiente para provocarle un coma a un diabético. Por el otro, el guion de Roddenberry a ratos parece una comedia picante, a ratos un thriller... Enlaza chistes sobre erecciones involuntarias con el descubrimiento del cadáver de una chica, de manera que a uno le gustaría que en el DVD hubiese un comentario en audio, algo que diese una pista de en qué demónios estaban pensando al hacer semejante film.

Como explica John Landis en el comentario que tenéis abajo, el material base es pura exploitation pero con los medios de un gran estudio. Así, la película cuenta con estupendas interpretaciones de todo el reparto, dejando de lado las bellas estudiantes interpretadas por modelos y aspirantes a actriz que no llegaron muy lejos. Hudson resulta divertido y perturbador al mismo tiempo -como la película- en su creación de Tiger, el mujeriego asesino cuya actitud resulta una metáfora de la conversión de la mujer en un objeto (le da igual matarlas o mantener relaciones sexuales con ellas) pero sin saber muy bien si la actitud se acepta o se condena en el film. Dickinson hace un buen trabajo con un papel que no es gran cosa, la típica fantasía de la mujer adulta iniciando al joven inexperto. Savalas hace lo que mejor sabe hacer y el joven John David Carson resulta aceptable y se mantiene al lado de los veteranos.

Una película que en su momento no era más que otra comedia, hoy día resulta sorprendente por lo increíblemente políticamente incorrecta que es. Tan delirante como divertida, es una interesante curiosidad. No he encontrado un simple tráiler, así que os dejo con el tráiler comentado por John Landis, hecho para la estupenda página Trailers From Hell.

2 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

No había oído hablar en mi vida de esta película, pero quizá resultó ser mejor comedia negra de lo que esperaban por el simple hecho de no buscar que fuese una comedia negra.
A veces, las casualidades dan mejores resultados que las intenciones.

Raúl Calvo dijo...

Tamién influye cómo han cambiado los tiempos, ahora parece una comedia muy negra o incorrecta, más bien, no sé hasta que punto les pareció normal en su momento.