7 ene 2013

Lo que le faltaba al blog: ¡PELUCAS PARLANTES!


Hacía tiempo que no comentaba nada de Herschell Gordon Lewis, más que nada porque creo que ya he comentado lo más interesante. O eso creía yo hasta que desde la estantería me llamó a gritos The Gruesome Twosome (1967), película producida y dirigida por Lewis en la cual se combina el gore más cutre con el humor más cafre.

Si no habéis oído hablar de la obra de Lewis supongo que será difícil venderos esta película, pero que no se diga que me acobardo ante los desafíos. Guiones ingeniosos, maravillosas interpretaciones, cuidada fotografía, dirección brillante, grandes efectos especiales... Nada de ello encontramos en esta u otras películas de Lewis. Todo lo contrario, su atractivo recae en el estilo casi amateur de sus películas que, por acumulación, acaban creando lo que el periodista Jordi Costa llamaba vanguardia casual.

El argumento de esta maravilla de calidad alternativa gira en torno a la señora Pringle (Elizabeth Davies) y su hijo mentalmente divergente Rodney (Chris Martell), la pareja horrible/espantosa a la que hace referencia el título. Esta especie de señora Francis psicópata y su hijo llevan un negocio de pelucas, en el que dan como garantía que son 100% pelo humano. ¿Y cómo consiguen estas fantásticas pelucas? Pues, obviamente, asesinando chicas universitarias de la forma más sangrienta y dolorosa posible. Las universitarias también forman su clientela mayoritaria, así que se podría decir que los Pringle son unos devotos del reciclaje.

Siguiendo la tradición de los filmes de Lewis, los efectos especiales son tan creíbles como un discurso de Mariano Rajoy. En su mayor parte, los efectos consisten en acumular sangre falsa y tripas sobre los cuerpos de las víctimas, mientras que los intentos de crear prótesis y maquillajes más profesionales resultan muy obvios y torpes. Esta claro que hoy día The Gruesome Twosome no escandaliza ni impacta como en 1967, lo único que provoca es carcajadas.

Por suerte, Lewis era bastante consciente de ello ya entonces, por lo que en ningún momento intenta que nos tomemos el film en serio, adoptando la forma de una comedia pasada de vueltas. Pero si bien algunos de los chistes y situaciones resultan algo cursis actualmente, el factor comídico no se pierde, especialmente gracias a interpretaciones como la de Gretchen Wells, cuyo trabajo resulta brillante en su ineptitud, algo digno de estudio. Wells "interpreta" el papel de Kathy Baker, la estudiante que se convierte en detective aficionada para descubrir quién está matando a sus compañeras de estudio. Esta parte de la película me hizo gracia porque es bastante infantil, al estilo Nancy Drew, en curioso contraste con las partes sanguinolentas y cafres del film.

Pero lo que ha hecho este título de Lewis memorable es la aparición de unas pelucas parlantes que comentan la película. Según explica el director en el audiocomentario incluido en el DVD, cuando terminó de editar se dio cuenta de que no tenía suficiente material para que el film llegase a la duración necesaria para estrenarla en cines, así que decidió alargarla poniendo estas pelucas parlantes. El trabajo de un verdadero genio, como podéis ver.

Esta película la tengo ya que venía en una estupenda colección de filmes del director que editó Something Weird, compañía muy fan de Lewis. Además del comentario y otros extras, los de Something Weird incluyeron en el DVD un corto de la época sobre pelucas que es muy curioso y surreal y bastante divertido (si os hacen gracia este tipo de cosas como a mí).

En definitiva, una película para aquellos que tengan un buen mal gusto.


2 comentarios:

Perradesatan dijo...

Jajajajaja pues así de primeras pinta bastante entretenida!

Raúl Calvo dijo...

Sí, entretenimiento es algo que Herschell Gordon Lewis siempre ofrece. Puede que sea grumoso, sangriento, desmesurado y demente, pero entretenimiento al fin y al cabo.