8 mar 2012

My Little Eye - La cámara secreta (My Little Eye)


Tras comentar ayer Chronicle (Josh Trank, 2012), pensé que sería interesante recuperar y comentar un éxito sorpresa del 2002: My Little Eye - La cámara secreta (My Little Eye, Marc Evans). Vista hoy día parece un film adelantado a su tiempo, teniendo en cuenta cómo se han puesto de moda las películas realizadas como falsos documentales o de metraje encontrado. Lo curioso es que esta película no nació con la intención de ser una nueva Blair Witch Project sino algo completamente distinto. Dos factores se encuentran en la creación de esta película: la moda de los reality shows y la llegada de las cámaras de vídeo digital de alta definición.

Sigo sin entender que interés tienen los realitys, los que he visto me han parecido muy aburridos, pero es obvio que a millones de personas les gustan y hoy ya forman parte del paisaje habitual televisivo. Lo único que parece diferenciar estos programas unos de otros es comprobar hasta que punto se puede humillar una persona por el simple hecho de salir en televisión (¿qué opinaría el profesor O'Blivion de esto?). Cuando se realizó My Little Eye, sin embargo, los reality todavía eran una novedad y esta película se dedica, en cierta forma, a satirizarlos y analizar por qué alguien querría presentarse a un programa así. Bueno, para Rex (Kris Lemche), uno de los protagonistas, la respuesta es bien sencilla: dinero.

Cinco jóvenes son seleccionados para participar en My Little Eye, un reality que se transmite a través de Internet. Los cinco se pasarán 6 meses conviviendo en una casa llena de cámaras. Si los cinco siguen en la casa al cabo de los 6 meses, cada uno se lleva un millón de dólares. Si alguien abandona, todos pierden. La película se centra en la última semana que pasan los concursantes en la casa, cuando empiezan a tener lugar extraños sucesos que harán la ya de por sí tensa relación entre ellos más tensa aún.

El director Marc Evans nos cuenta esta historia utilizando el centenar de cámaras instaladas por todo el interior y exterior de la casa en la cual conviven los protagonistas. Hacía poco que se había estrenado 28 días después... (28 Days Later..., Danny Boyle, 2002), una de las películas pioneras en utilizar cámaras de vídeo digital de alta definición, las cuáles le daban un interesante look al film. Lo mismo sucede aquí, la utilización de las cámaras y el tipo de imagen que proporcionan contribuyen a crear la atmósfera de angustia que poco a poco se va apoderando del espectador.

El punto de vista con el que se narra todo es el de aquellos que controlan las cámaras y que nos muestran aquello que quieren que veamos. Al mismo tiempo que con este sistema el director crea en el espectador incomodidad al hacerle partícipe del despiadado voyeurismo de los realizadores del programa, también crea una serie de logrados e incluso bellos planos, dentro de un estilo visual muy interesante que se logra al colocar cámaras en los lugares más insospechados y jugar con las diferentes texturas visuales que se puden lograr con estas cámaras.

Que se trate de una sátira de los reality no impide que sea además un film cargado de suspense. Realmente angustiante la primera vez que se ve. Angustia provocada no sólo por lo que les va sucediendo a los personajes y por el estilo clínico/artístico/morboso que se utiliza, también por una efectiva mezcla de sonido, reforzada por una subliminal banda sonora que trabaja sobre el espectador sin que éste sea consciente de ella (ésta es mucho más efectiva si se tiene un sistema de sonido envolvente en casa, claro). Dentro de la construcción de la banda sonora, tengo que enfatizar la importancia de ver esta película en VO, ya que el pésimo doblaje le resta efectividad a la película, tanto por la manera en que disminuye la calidad de las interpretaciones restándoles naturalidad como por la manera en que se impone sobre la cuidada mezcla de sonido.

Hay otro factor que hace que la película sea interesante y que dudo mucho que estuviera en la mente de sus realizadores. El film, en cierto modo, puede ser considerado también una especie de slasher posmoderno. Los cinco protagonistas parecen arquetipos del slasher: la virgen Emma (Laura Regan), la golfa Charlie (Jennifer Sky), el chico bueno Matt (Sean C. W. Johnson), el chico malo Rex y el rarillo/tímido Danny (Stephen O'Reilly). Ver a estos arquetipos conviviendo no deja de tener su gracia, especialmente durante el tramo final, que se parece bastante al tramo final clásico de los slashers.

En todo caso, un film inteligente y angustiante. Cuando veáis el tráiler pensad que la película se estrenó nace 10 años pero parece que se podría estrenar mañana (fijaos que hay un momento que parece sacado de [Rec] (Jaume Balagueró, Paco Plaza, 2007)).

5 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

Siempre he esquivado esta película porque, a decir verdad, no me atraía lo más mínimo. Pero si la recomiendas tú, tendré que darle una oportunidad :p

Raúl Calvo dijo...

Por favor te lo pido, mírala en VO.

Javier Simpson dijo...

La tengo ahí preparada. A ver si la puedo ver. Si lo hago mejor en VOS. A mí no me van esos programas para nada, pero una peli sobre eso de terror puede estar entretenida y dar juego. A ver. El otro día vi una que creo que nos habías recomendado. Saw III. La verdad es que me gustó bastante más de lo que esperaba. Es un alucine.

Un saludo, Raül. Buena entrada.

Javier Simpson dijo...

Ah y la vi en VO :-P Se vio bien... mejor de lo que esperaba también

Raúl Calvo dijo...

Espero que disfrutes con My Little Eye. Yo de Saw III no recuerdo haber hablado nunca en el blog. De ninguna de Saw de hecho. No porque tenga en contra, son entretenidas, pero creo que debes haberla visto comentada en otro lado.