21 nov 2013

Leviathan: El demonio del abismo (Leviathan)


El anuncio del proyecto de James Cameron Abyss (The Abyss, 1989) parecía indicar que esta película sería un gran éxito a la altura de su anterior film, Aliens (El regreso) (Aliens, 1986), ya que llegaban noticias de que era una gran producción que incluiría nuevos y rompedores efectos especiales. Esto puso en marcha de forma casi inmediata distintas producciones que partían de lo que se sabía del argumento de Abyss e intentaron estrenarse a tiempo para aprovechar su éxito.

Sin embargo, como sucediera años después con la fiebre por las películas ambientadas en Marte de finales de los 90, la versión mutilada de Abyss que se estrenó en cines no funcionó en taquilla como se esperaba (como sucede con la mayoría de los filmes de Cameron, es muy superior el montaje del director a la versión estrenada en cines) y el resto de producciones de terror submarino estrenadas esperando aprovechar su éxito también se hundieron. Me refiero a las películas La grieta (The Rift, Juan Piquer Simón, 1990), Profundidad seis (DeepStar Six, Sean S. Cunningham, 1989) y el film que trataremos hoy: Leviathan: El demonio del abismo (Leviathan, George P. Cosmatos, 1989).

Como cuando se pusieron en marcha estos proyectos solo se tenía una noción muy vaga del argumento de Abyss, una plataforma petrolífera submarina que se encuentra con algo extraño en el fondo del mar, la mayoría pensaron que sería una especie de Aliens submarino, así que todas ellas adoptaron el mismo enfoque de película de terror.

La razón por la que comento Leviathan es que a pesar de surgir como intento de explotar el (hipotético) éxito de otro film; que su argumento es el mismo que ya hemos visto/leído un millón de veces desde que A. E. van Vogt publicara en 1939 el relato The Black Destroyer; que además coge ideas prestadas de Alien, el octavo pasajero (Alien, Ridley Scott, 1979), La cosa (The Thing, John Carpenter, 1982), Tiburón (Jaws, Steven Spielberg, 1975) e incluso de la producción de Roger Corman Forbidden World (Allan Holzman, 1982); a pesar de todo esto, esta coproducción italoamericana es tremendamente disfrutable y muy entretenida.

El film se ambienta en los últimos tres días de la misión minera que la compañía Tri-Oceanic tiene en el fondo del océano atlántico. Todo el mundo está ansioso por irse, pero las cosas se complicarán cuando Sixpack (Daniel Stern) descubra los restos de un barco ruso, sin saber hasta que punto es peligroso el "tesoro" que se lleva con él. Steven Beck (Peter Weller), al mando de la operación, y el doctor Thompson (Richard Crenna) no tardan en descubrirlo. La cuestión ahora es saber si podrán sobrevivir hasta que llegue el equipo de evacuación.

Básicamente, esta película es como otra de esas en las que un grupo de astronautas se enfrenta a una criatura monstruosa que los elimina uno a uno, solo que en lugar de transcurrir en una nave/estación espacial en algún momento del futuro, está ambientada en el presente y bajo el mar. Lo sorprendente para mí es lo bien que funciona esta película, demostrando que se necesita mucha habilidad para coger una fórmula empleada miles de veces y utilizarla de forma efectiva.

Gran parte del mérito lo tiene el director George P. Cosmatos, uno de esos realizadores todoterreno que se especializó en el cine de acción. Cosmatos estaba acostumbrado a filmar acción, pero también maneja bastante bien el suspense, creando una estupenda atmósfera de tensión de forma muy efectiva. El guion también es destacable por la forma en que maneja elementos y situaciones de sobra conocidas; fue escrito por Jeb Stuart, conocido por haber escrito cintas de acción como La jungla de cristal (Die Hard, John McTiernan, 1988), y David Webb Peoples, guionista también de Blade Runner (Ridley Scott, 1982), Sin Perdón (Unforgiven, Clint Eastwood, 1992) y Doce monos (Twelve Monkeys, Terry Gilliam, 1995). No es que Leviathan esté a la misma altura que ninguna de estas películas, pero prueba que fue escrita por gente que sabía lo que hacía: una glorificada serie B, así que idearon la mejor glorificada serie B posible.

El reparto encabezado por Peter Weller es realmente estupendo y le insufla vida al guión. Seguramente reconoceréis al cazafantasmas Ernie Hudson y a Amanda Pays y Meg Foster, por su presencia en otras memorables películas de género y series de televisión. De hecho, Weller ya había trabajado con Cosmatos en la fantástica De origen desconocido (Of Unknown Origin, 1983) y con Crenna en Rambo - Acorralado Parte II (Rambo: First Blood Part II, 1985), así que puede que eso explique el buen trabajo que hacen en el film.

Técnicamente el film está muy bien resuelto. El diseño de las criaturas y sus efectos corrieron a cargo del estudio de Stan Winston y el diseño de producción estuvo a cargo de Ron Cobb. La unión de estos talentos se traduce en momentos "criaturiles" realmente logrados e impresionantes. La banda sonora de Jerry Goldsmith acaba de darle el toque final.

Leviathan posiblemente no sea la película más original que os podéis encontrar, pero si lo que buscáis es pasar un rato entretenido con una sensacional película de monstruos, os la recomiendo.


2 comentarios:

León dijo...

Aunque adoro Abyss, siempre le he tenido ganas a esta película. A ver si por fin me saco la espina...

Raúl Calvo dijo...

Lo cierto es que aunque salió al calor del estreno de Abyss, poco tienen que ver una con otra. Abyss es más ciencia ficción pura con dosis de acción, es una película cuyo montaje del director me encanta y llevo tiempo esperando que aparezca en Blu-ray para sustituir la edición en dvd, mientras que Leviathan es más terror que ciencia ficción. Espero que la disfrutes, es relativamente fácil de encontrar en dvd.