Dentro del llamado ciclo Poe de Roger Corman, La máscara de la muerte roja (The Masque of the Red Death, Roger Corman, 1964) es posiblemente uno de los mejores títulos salidos de esa época.
En un pueblo de la Italia del siglo XII, el príncipe Próspero (Vincent Price) impone su pequeño reinado de terror. Ante la llegada de una plaga conocida como "la muerte roja", decide encerrarse en su castillo con un grupo de nobles para sumergirse en la celebración de fiestas y orgías mientras el pueblo fuera muere. Para aumentar la diversión, Próspero se lleva con él al castillo a la inocente joven Francesca (Jane Asher), con la intención de pervertirla y destruir su fe, al tiempo que se lleva prisioneros a su padre (Nigel Green) y a su novio (David Weston) con la intención de que ella los vea morir enfrentados entre sí.
El guion de Charles Beaumont y R. Wright Campbell mezcla dos historias de Edgar Allan Poe: La máscara de la muerte roja y Hop-Frog. Además, los guionistas le añadieron un toque "sadiano", ya que la trama del príncipe Próspero pretendiendo pervertir a la inocente Francesca recuerda al argumento de la novela del marqués de Sade Justine o los infortunios de la virtud. Hop-Frog es un cuento que relata la brutal venganza de un bufón tras ver los abusos a que son sometidos él y su querida, La máscara de la muerte roja es un cuento que trata sobre la inevitabilidad de la muerte, centrándose en los intentos del príncipe Próspero acompañado de sus amigos nobles de evitar la muerte roja escondiéndose en una fortificada abadía. Todos ellos elementos presentes en el film, pero a los que se añade un toque existencialista en su personificación de la muerte roja, influencia sin duda de El séptimo sello (Det sjunde inseglet, Ingmar Bergman, 1957), que acaba concluyendo en una historia con un fuerte componente moral.
Este componente moral sirve de coartada para mostrar en todo su esplendor la inmoralidad de los personajes. Incitados por Próspero, los invitados dan rienda suelta a sus más bajos instintos, celebrando haber escapado de la muerte. Esta mezcla de muerte y sexo recuerda a otro famoso "relato de peste", la novela El decamerón de Boccaccio. Pero mientras en la novela de Boccaccio, los refugiados que han escapado de la peste se dedican simplemente a explicar historias cargadas de elementos sexuales, una celebración de la vida mientras están rodeados de muerte, los invitados de Próspero se dedican a hacer realidad sus fantasías, no solo para celebrar haber escapado de la muerte, también por miedo a Próspero. Es aquí donde se introduce el cuento Hop-Frog, ya que las acciones del amigo de Próspero Alfredo (Patrick Magee) harán que sea objeto de la venganza de Hop Toad (Skip Martin).
Son todos estos los elementos que hacen de este un film brillante. No solo a nivel interpretativo, ya que cuenta con un excelente reparto encabezado por Price y secundado por Magee, una actor capaz de hacer que Price pareciera contenido, también a nivel técnico y visual. La utilización de una cámara anamórfica para simular la pantalla panorámica hace que en ocasiones se provoque una distorsión que le da un aspecto de onírica pesadilla al film (un recurso que utilizaba a menudo John Carpenter), explotando al máximo los coloridos decorados creados para el film. Además, la fotografía corrió a cargo de Nicolas Roeg, así que el film tiene un aspecto fantástico.
En definitiva, La máscara de la muerte roja es un clásico del cine de terror, un film con el cual Roger Corman volvió a demostrar que con poco dinero se podían hacer grandes cosas.
1 comentarios:
Muchas gracias por tus comentarios, espero que próximas reseñas las disfrutes tanto.
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