28 jun 2011

La genialidad del arte decadente


Cuando en 1933 Joseph Goebbels se convirtió en ministro de propaganda de la Alemania nazi, su primera directriz fue divinizar a Adolf Hitler, luego se dedicó a controlar toda expresión artística alemana, asegurándose de que el llamado "nuevo arte alemán" seguía la filosofía nazi. De este modo pondría fin a lo que era considerado una arte decadente y peligroso: el expresionismo alemán.

El expresionismo alemán surge en un periodo especialmente oscuro y pesimista de la historia de Alemania que va desde antes de la Primera Guerra Mundial hasta su abrupto fin durante el gobierno nazi. El expresionismo tiene su origen como reacción al movimiento artístico anterior: el impresionismo. La soledad, la miseria, los criminales, la guerra... El expresionismo parece centrarse en los aspectos más oscuros y morbosos de la naturaleza humana.

No es de extrañar entonces que dentro del expresionismo surja la que es considerada la primera película de terror: El gabinete del Dr. Caligari (Das Cabinet des Dr. Caligari, Robert Wiene, 1920).


Antes de que se estrenase este clásico ya habían aparecido elementos macabros en otras películas, pero esta se considera la primera auténtica película de terror dedicada a provocar en el espectador angustia y miedo. Es también una muestra de como a través del cine de terror se expresaban de forma alegórica y metafórica los miedos y preocupaciones de la sociedad.

Según uno de los guionistas, Hans Janowitz, se tuvo que añadir el prólogo y epílogo a la película por presiones políticas, ya que se consideraba que de otro modo las autoridades aparecerían representadas como dementes. Cosa que era, obviamente, parte del subtexto de la película.

El doctor Caligari (Werner Krauss), un demente borracho de poder que utiliza a su hipnotizado asesino para llevar a cabo sus caprichos, representa la autoridad, el gobierno de un país que en aquel momento se encontraba roto y hundido. Se podría considerar también como una premonición de lo que sería el futuro nazi alemán: un loco al mando de unos asesinos dispuestos a ejecutar cualquier orden por demente que fuera. Así, Caligari representaría a un dictador y Cesare (Conrad Veidt) sería el gobierno subyugado dispuesto a cumplir cualquier orden.

Dejando interpretaciones aparte, El gabinete del Dr. Caligari es una obra maestra que sigue resultando tan fascinante ahora como en 1920 gracias a su atmósfera onírica y sus decorados pesadillescos. Es en este aspecto que la película destaca: los decorados no están destinados a situar los personajes en un contexto realista, sino que están pensados para contribuir a darle a todo el conjunto una sensación delirante, una perspectiva demente alimentada por las grandes sombras que lo cubren todo.

En ningún momento se busca el realismo, lo que interesa es ofrecer al espectador una pesadilla, un mal sueño del cual despertarán al final.




 Pero hablando de películas de terror pioneras tenemos que mencionar el gran clásico Nosferatu el vampiro (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, F. W. Murnau, 1922). Esta sinfonía de los horrores de Murnau es una de las mejores películas de vampiros jamás filmadas y, a día de hoy, sigue siendo la mejor representación de Drácula que se ha hecho nunca. Es de esta película que parte la idea del vampiro destruido por la luz solar, que pasaría a formar parte de su leyenda desde entonces.

Nosferatu es una adaptación "pirata" del clásico de Bram Stoker Drácula. Es decir, el guionista Henrik Galeen y Murnau cogieron elementos del argumento de la novela pero sin pagar derechos de autor de ningún tipo. Cuando la viuda de Stoker vio la película demandó a los responsables, obviamente, y se ordenó la destrucción de los negativos y de todas las copias existentes.

Sin embargo, varias copias sobrevivieron por fortuna para nosotros. Aunque habría sido mejor que Murnau hubiese pagado los derechos de autor y que no copiase la historia esperando que nadie se diese cuenta.

Los puntos fuertes del filme son las apariciones del conde Orlock. Con un sencillo maquillaje, Max Schreck parece realmente una criatura de ultratumba, siendo especialmente memorables su salida del ataúd y su sombra acechando a Ellen (Greta Schröder). En esta ocasión, la ambientación de la película es realista, algunas localizaciones siguen igual hoy día, siendo el único elemento perturbador el vampiro.

El vampiro que, de nuevo, podría ser una alegoría del negro futuro que le esperaba a Alemania. Las escenas donde vemos la ciudad asediada por la peste, con los muertos llevados en procesión, son tanto evocadoras de la época de las grandes plagas como de la reciente Primera Guerra Mundial.

Este clásico generó una nueva versión llevada a cabo por Werner Herzog: Nosferatu, vampiro de la noche (Nosferatu: Phantom der Nacht, 1979), en la cual Klaus Kinski interpretaba al vampiro. Esta versión no es muy interesante ni imaginativa y resulta bastante aburrida. A pesar de todo se hizo una segunda parte: Nosferatu, príncipe de las tinieblas (Nosferatu a Venezia, 1988), aún más tediosa y un completo desastre para el que hicieron falta cinco directores: Mario Caiano (que fue despedido), Augusto Caminito, Luigi Cozzi, Klaus Kinski y Maurizio Lucidi (estos tres últimos sin acreditar).

Más interesante resultó La sombra del vampiro (Shadow of the Vampire, E. Elias Mehrige, 2000) en que se juega con la idea de que Max Schreck era realmente un vampiro. El resultado final es bastante divertido y curioso. Esto es gracias sobretodo a las interpretaciones de John Malkovich y Willen Dafoe como Murnau y Schreck, respectivamente.

Como curiosidad, en el álbum Mutante, que recopilaba diversas historietas dibujadas por Berni Wrightson y que en su momento publicó Ediciones Zinco, me encontré con una versión en cómic del clásico de Murnau bastante fiel a su fuente.

Nosferatu sigue siendo una gran fuente de inspiración, como demostró Francis Ford Coppola en su versión de Drácula, dentro del cine de terror.




















9 comentarios:

Einer dijo...

Me gusta más Gabinete que Nosferatu. Nosferatu me gustó la actuación de Schrek más que el desarrollo posterior de la película. También es verdad que la copia que vi dejaba mucho que desear en cuanto a calidad de imagen. Espero volverla a ver en una edición en BD curiosa como Metropolis o M pero tiene pinta que de momento nada.

Raúl Calvo dijo...

Yo también prefiero Gabinete, más que nada porque es más original en todos los sentidos. Nosferatu tiene a su favor unos interesantes hallazgos visuales.

Dr. Gonzo dijo...

Nosferatu es genial, aunque me quedo con la adaptación que hizo Coppola. Para mi es la mejor película de Drácula que se ha rodado jamás.

El Gabinete es, a mi parecer, una de las peliculas mejor ambientadas de la historia (y una de las mayores fuentes de inspiración para Tim Burton). Es como ver viejos dibujos animados pasados por el filtro de lo pesadillesco y terrorífico.

El expresionismo alemán siempre me ha parecido el equivalente cinematográfico de los cuadros negros de Goya, tanto en su mensaje como en la estética.

David Cotos dijo...

Quiero ver la versión del alemán Herzog.

Raúl Calvo dijo...

Dr. Gonzo, no sé si es mejor o no, pero hay que considerar que Nosferatu se rodó en 1922 y el Drácula de Coppola en 1992 usando las mismas técnicas que usó Murnau más todos los avances tecnológicos que se habían hecho. A mí también me gusta más el Drácula de Coppola pero no creo que sea mejor.

David C., fue editada en DVD por Filmax, creo. Pero es bastante sosa, más lenta que la original y sin aportar ninguna novedad más allá del color y el sonido.

ATTICUS dijo...

Hola Raul,cualquiera de las dos peliculas (Gabinete y Nosferatu) eran una alegoria a los horrores de la 1ª guerra mundial,como una critica social al trauma social.
A mi personalmente me gusta mas "Nosferatu",
solo porque la historia me cautivo siempre mas.
Por cierto Raul,no se la has visto,pero te recomiendo ver una obra del mismo director de "Gabinete" ,Robert Wiene.El film es "Las manos de Orlac" ,la de 1924,con el mismo actor Conrad Veidt (que sorpresa verlo años mas tarde en "casablanca").

Raúl Calvo dijo...

Pues sí que la vi, ya que la mencionaban en un artículo sobre La mano de Oliver Stone.

Anónimo dijo...

este arte surgió al margen de el orgullo y la exaltación de la patria, el desarrollo de la maquinaria y la industria habian producido por decirlo de alguna forma la destrucción del ser humano.La primera imagen es de la guerra de las trincheras, por favor ¿podrías poner la referencia? llevo un tiempo buscando su nombre. Gracias.

Raúl Calvo dijo...

Pues la imagen fue dibujada por Otto Dix, pertenece a una serie que hizo sobre la guerra: tropas avanzando bajo el gas, si no recuerdo mal.