6 ene 2014

The Flesh Eaters

 
A ratos genial, a ratos mediocre, The Flesh Eaters (Jack Curtis, 1964) es una psicotrónica película de terror popular por ser una especie de protogore, ya que es muy sangrienta y gráfica teniendo en cuenta la época en que fue filmada.

Un piloto con problemas financieros, Grant Murdoch (Byron Sanders), acepta llevar a una borrachina actriz, Laura Winters (Rita Morley) la Lindsay Lohan de los 60, y a su guapa ayudante, Jan Letterman (Barbara Wilkin), a pesar de los informes de mal tiempo. Una tormenta los obliga a aterrizar en una misteriosa isla. En esta isla se encontrarán con el profesor Peter Bartell (Martin Kosleck), que les ofrece su ayuda. Sin embargo, la ayuda del profesor Bartell no es del todo desinteresada: ha desarrollado unas bacterias carnívoras acuáticas que rodean la isla haciendo imposible su huida y espera ver como los tres visitantes son devorados por ellas.

Hay escenas y momentos de esta película que, si no fuese porque ya indico que es de los 60, podríais pensar que se trata de un film de los años 80. Por ejemplo, el prólogo: una joven pareja en un barco, jugueteando como hacen la jóvenes parejas. La chica pierde la parte de arriba del biquini y se lanza al agua, el chico la sigue pero no sale a la superficie. Ambos mueren horriblemente. En otra escena, el malvado Bartell hace que un beatnick (un protohippie) que ha llegado por accidente a la isla se beba un vaso lleno de bacterias carnívoras: los sangrientos resultados son inmediatos, culminando con un plano en el que el beatnick se aleja con su barca con un agujero en el cuerpo a través del cual podemos ver el mar.

Por supuesto, la cruda manera en que están hechas las escenas, junto al blanco y negro, le quitan impacto a estos momentos, pero no le restan diversión. Aunque para mí el momento álgido es cuando los protagonistas encuentran en la playa el esqueleto del chico que aparece en el prólogo. ¿Cómo sabemos que se trata del mismo chico? Porque el esqueleto todavía agarra el sujetador del biquini de la chica del prólogo. A eso lo llamo yo pasión. El film también nos ofrece toques de pura exploitation como es un flashback en un laboratorio nazi y una espectacular batalla con una infernal criatura, que el póster ya nos avisa que ningún humano normal podría concebir, afirmación con la que estoy completamente de acuerdo.

Toda esta locura hace que los momentos algo aburridos del film, en los que los personajes van de aquí para allá por la isla, y las no muy buenas interpretaciones queden en segundo plano. El resultado final es un film de serie B que en ocasiones parece adelantado a su tiempo, psicotrónico y bastante divertido.


2 comentarios:

Einer dijo...

No sé si soy yo o eres un vendemotos de cuidado, pero está también tiene pintaza. Bacterias acuáticas devoradoras de carne... Cómo no se me había ocurrido, jajaja. Lo de la isla con gente atrapada da mucho juego. Muy bueno lo del bikini pero lo que más me llama la atención es lo de la criatura. Tendré que verla a ver si realmente es tan "inconcebible".

Raúl Calvo dijo...

Si pudiera aplicar la misma habilidad de vender pelis en ligar con chicas no dormiría nunca. Las criaturas tardan lo suyo en salir en formato gigante, pero cuando finalmente aparecen ya verás que vale mucho la pena.