28 nov 2011

Batman: Año Uno (la peli, no el cómic)


Batman: Año Uno (Batman: Year One, Sam Liu, Lauren Montgomery, 2011) es tan buena que me gustaría poder ir a casa de todos y todas los que lean esto, atarles a una silla y obligarlos a verla por lo menos dos veces. O tres. Es así de buena.

Cuando Batman Begins (Christopher Nolan, 2005) se estrenó fui a verla con muchas ganas por dos razones: el guion corría a cargo de David S. Goyer y Nolan y se decía que se basaba en Batman: Año Uno de Frank Miller y David Mazzucchelli. Por eso, aunque la película me gusta mucho, no pude evitar sentir una pequeña espina clavada al ver que sólo se conservaba algún personaje y un momento memorable del cómic. Sin embargo, ahora, gracias a la fantástica serie de películas animadas que están haciendo la Warner y DC, podemos disfrutar de esta historia seminal en toda su gloria.

Y lo que es más importante: SIN SUAVIZAR NI ADULTERAR. La adaptación es tremendamente fiel, uno de los productores invita, en el audiocomentario incluido en el Blu-ray, a comparar entre la película y los cuatro números que formaron originalmente la historia para ver hasta que punto se han mantenido fieles al material para que el espectador lo compruebe por si mismo. El hecho de que esté realizada por artistas que admiran Año Uno explica que casi se haya trasladado página a página la historia. De ahí también que la película sea más corta de lo habitual, ya que no expande ni añade nada.

Eso sí, como pasó en Liga de la Justicia: Crisis en dos Tierras (Justice League: Crisis on Two Earths, Sam Liu, Lauren Montgomery, 2010) donde eliminaron un momento del cómic en que se basa, JLA: Tierra 2 de Grant Morrison y Frank Quiterly, en el cual vemos al Flash malvado dándose un chute de heroína en el lavabo, se cambia una escena en la que vemos a Skeevers esnifando cocaína en el cómic por Skeevers (Keith Ferguson) contando dinero en la película. También se elimina toda referencia al tabaco. Estos cambios se hicieron, obviamente, para que no fuese calificada para mayores de 18 años, aunque se queda en el límite. Lástima que debido a ello, desaparece un momento que siempre me gustó del cómic en el cual la sargento Essen y el entonces teniente Gordon van en coche, discutiendo sobre la identidad de Batman, y Essen enciende un cigarro y se lo pasa a Gordon, y vemos los primeros indicios de la atracción de Gordon por Essen cuando piensa: Ya estoy saboreando su lápiz de labios en el cigarrillo. La escena está, pero sans cigarrillos.

Pero eso son detalles menores, cosas en las que me fijo porque Batman: Año Uno es una historia que para mí es muy importante personalmente, ya que fue la primera historia de Batman que leí. Ediciones Zinco empezó a publicar su colección de Batman, en el 87 o 88, y sus cuatro primeros números eran esta historia que me convirtió en un fan del justiciero de Gotham.

Batman: Year One nos muestra como regresa Bruce Wayne (Ben McKenzie) a Gotham, tras años de ausencia. Al mismo tiempo, el teniente James Gordon (Bryan Cranston, al que algunos recordaréis por su papel en Breaking Bad). Mientras Wayne intenta encontrar la manera de combatir el crimen en venganza por la muerte de sus padres, Gordon se enfrenta a los policías corruptos que infestan la fuerza policial de Gotham.

La fuerza de Year One reside en como nos muestra estas dos historias paralelas que acaban convergiendo, no contar simplemente como Bruce Wayne se convierte en Batman. Nos muestra a ambos personajes como seres humanos que se cometen errores y se equivocan, como la desastrosa primera salida de Wayne o el affaire que Gordon mantiene con la sargento Essen (Katee Sackhoff, la estupenda Starbuck de la nueva Battlestar Galactica) mientras su esposa (Grey DeLisle) está en el último mes de embarazo.

Al estar anclada en la humanidad de los personajes, la película también se puede disfrutar como un gran ejemplo de cine negro a pesar del elemento justiciero. La trama contiene elementos clásicos del noir, y los malos no son extravagantes supervillanos sino los policías corruptos y los mafiosos de toda la vida. Este aire noir se ve enfatizado por la voz en off de los dos protagonistas, que nos ofrece un atisbo al interior de sus cabezas. Así como se convierte la ciudad en un personaje más, o un villano más ya que tanto Wayne como Gordon parece que se enfrentan a la ciudad en sí.

El reparto de Year One hace un trabajo fantástico y hace reales a los personajes, especialmente los ya mencionados protagonistas. También participan veteranos como Alex Rocco y Jon Polito, así como la deliciosa Eliza Dushku, que interpreta a la prostituta Selina Kyle, la cual inspirada por el nuevo vigilante de Gotham se convertirá en la ladrona Catwoman.

La película se ha editado únicamente en DVD en España, de momento, sin ninguno de los extras de la edición americana. Yo me compré la edición en Blu-ray americana que es de zona libre, y que incluye un cortometraje protagonizado por Catwoman, documentales, un par de episodios animados y avances de otras películas animadas de DC; pero está todo subtitulado en castellano menos la película (algo extraño porque normalmente es al revés) lo que para mí no es problema pero puede serlo para los que no sepan inglés.

Batman: Year One es una soberbia adaptación de una obra maestra del cómic, de obligada visión para los amantes de la animación, de Batman, de los cómics, del cine negro y para todo el mundo en general.

7 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

casualmente me la estoy descargando en estos momentos jaja si es tan buena como dices (y partiendo del material que parte, como mínimo tiene que ser cojonuda) me la compraré en dvd en cuanto la bajen un poquito de precio.

Capucha roja y batman: guardián de Gotham también me gustaron muchísimo, en especial la segunda. En cambio, La máscara del fantasma me decepcionó bastante.

Raúl Calvo dijo...

Uy! La máscara del fantasma es de hace un montón de tiempo, de principios de los 90 o así.

Javier Simpson dijo...

Me gusta el aspecto muy noir del que hablas, no así la voz en off… cada vez la odio más, me parece que en el 90% de las veces es una ayuda fácil para narrar, y eso me jode mucho, pero en fin, creo que nunca se dejarán de hacer pelis con voz en off, un elemento literario metido en el cine.
Tiene una pinta cojonuda. Seguramente la vea, Raül. A parte últimamente ando bastante escaso de cine de animación, ya se lo tengo comentado a nuestro querido amigo Outsider ;-D
Un saludo.

Raúl Calvo dijo...

Creo la voz en off sea algo bueno o malo depende del uso que se le haga. Cuando está mal hecha es cuando simplemente explica cosas que la película debería haber dejado claras; en otras ocasiones, bien hecha, te ayuda a ver dentro de los personajes y sirve para su caracterización. Es como todo, bien hecho ensalza, mal hecho molesta.

Javier Simpson dijo...

Para mí la voz en off siempre es prescindible en el cine. Si se hace es para ayudar a la narración. Lo que se hace contando con la voz en off se deja de hacer con imágenes o diálogos, y eso es echar mano de un comodín fácil. Es cierto que unas veces queda algo mejor y otras no, pero eso no justifica su utilización. Para mí, y como comenté antes, la voz en off es un instrumento literario más que cinematográfico.

Ciao, Raül.

Javier Simpson dijo...

arriba quería poner contado y no contando

Raúl Calvo dijo...

Supongo que va a gustos. Para mí depende de como esté escrita y cuando como dices tú se utiliza como comodín fácil no me gusta. Pero en otras ocasiones, sí. No sé, la verdad es que no me había parado a pensarlo nunca. Esta de Año Uno es la primera que he visto con voz en off desde hace bastante tiempo, ahora mismo no recuerdo haber visto otras películas recientes que la usaran.